Debaten sobre la inclusión del feminismo en el teatro

Merry MacMasters

Periódico La Jornada
Jueves 7 de septiembre de 2023, p. 4

¿El teatro tiene que ser feminista? ¿Tenemos que hacer teatro político? Estas fueron algunas de las interrogantes que surgieron en el conversatorio Sobre feminismos, violencia y belleza en las artes escénicas, efectuado en el marco del 30 Festival Internacional de Teatro Universitario, organizado por la Coordinación de Teatro de la Universidad Nacional Autónoma de México.

En la sesión, la actriz española Juana Dolores intercambió ideas con sus colegas Sayuri Navarro, de San Luis Potosí, y Micaela Gramajo, quien creció en la Ciudad de México. La también dramaturga aseguró que el teatro es “per se intrínsecamente político” y será femenino o no será. Autora de obras como Hit me if I’m pretty o la princesa moderna, Juana Dolores preguntó, en su calidad de mujer feminista, el lugar que debe ocupar el feminismo en sus textos.

Respecto al título del conversatorio, apuntó: Si estamos aquí hablando sobre el feminismo es porque todavía es necesario hacerlo. Últimamente, he pensado que el feminismo no es un pensamiento articulado ideológico, sino una reacción ideológica contra el machismo. Las feministas deben partir desde allí; también, reconocer ciertas victorias que han conseguido. Ser feminista no significa simplemente ser una mujer empoderada, sino entrar en un conflicto constante y analizar tu realidad desde otras perspectivas que no son las que te inculcan.

Según Juana Dolores, hay que empezar a superar el feminismo, sin que tenga que desaparecer o se deje de hablar de ello, también se debe reconocer que las cosas de mujeres también son cosas de hombres y que ellos se hagan responsables de lo que significa la lucha feminista. Todo esto es el material ficcional con el que trabajo.

En sus obras, Juana Dolores sigue dos líneas de trabajo en su calidad de actriz y escritora de lo que ella misma dirige e interpreta. Por un lado, “trabajo sobre mi vida, aunque siempre con un filtro estético que hace que la autogestión no sea simplemente testimonial, sino un cuento fantasioso y universal. Por el otro, me siento heredera de una cierta cultura femenina. Entendida la feminidad no simplemente como un rol de género, sujeto a la vulnerabilidad y la violencia, sino como algo que ha sucedido a lo largo de la historia del arte, sobre todo en manos de hombres y mujeres.

Quiero interpretar a Medea, Antígona, Julieta y Lady Macbeth, siendo consciente de que esos personajes están totalmente atravesados por una lógica masculina. Sin embargo, como son mujeres, siento que forman parte de mi herencia y tradición cultural; las quiero reivindicar desde aquí. Eso no quiere decir que no existan múltiples Medeas, Antígonas, Julietas, etcétera, porque esos textos, que son universales, escritos por hombres, no dejan de ser un portento femenino; por desgracia, todavía al servicio de los modos de producción patriarcales, que son los que tienen las posibilidades de montar estos textos. Como creadoras artísticas tenemos más autonomía y libertad de hacerlo.

Para Sayuri Navarro, el feminismo no sólo se vincula hacia mi relación con el hombre opresor, por así decirlo, sino que es más profundo. Tiene que ver con ponernos al centro, volver a ver el mundo desde la mirada propia, desde lo que uno tenga que construir. Cómo proponer nuevas narrativas si mucho del mundo que habitamos está construido por todas las ficciones que nos han contado y hemos absorbido tanto en el teatro, el cine, los libros y la música. Cómo comenzar a construir otras narrativas que nos proporcionen otro tipo de mundo que sea más sano para habitar.

Micaela Gramajo se dijo muy confundida a estas alturas de mi vida, con pocas claridades en relación al tema en cuestión y un poco cansada de ello. Las mujeres estamos permanentemente relegadas a mesas en las que hablamos de teatro de mujeres, teatro feminista, teatro femenino. Reconoció que hay necesidad de un diálogo artístico, teórico e ideológico que no termina de llegar del todo. La actriz lanzó una serie de preguntas entre las que destacó: ¿Cómo podemos provocar grietas subversivas en las cadenas de imágenes hegemónicas de nuestro archivo?