El crecimiento de beneficio de ARM, su gran atractivo en el sector
La salida a bolsa de este jueves de ARM, el diseñador de chips propiedad de SoftBank, ha supuesto un soplo de aire fresco para los mercados. No solo por el plácido debut que registró al revalorizarse cerca de un 25% en su primera sesión, sino también porque la operación ha sido vista como posible síntoma de una reactivación del deprimido mercado de las salidas a bolsa.
Y es que, tanto en numero de OPVs (apenas se han registrado 900 desde enero) como en el volumen que han captado (cerca de 55.000 millones de euros), el baile corporativo da muestras en 2023 de un menor movimiento aunque aún falte el último trimestre.
Sin embargo, mas allá de eso, la salida al parqué de la compañía estadounidense sirve para colocar en el foco de los mercados a una firma que se ha convertido -tras el desmesurado rebote del 25% del jueves- en la más cara para los analistas entre sus iguales.
Así lo refleja el multiplicador de beneficio que la media de firmas de analistas le otorga para 2023 y 2024, que se sitúa cerca de las 80 veces a final de año y por encima de las 60 veces el ejercicio que viene, triplicando así el PER medio de las empresas de la industria cotizadas en EEUU.
Además, el incremento del precio de sus acciones ha provocado que se quede sin potencial para la media de firmas de inversión, que según recoge el consenso de mercado de Bloomberg fija su precio objetivo en los 59 dólares, un 7% por debajo de los niveles en los que se movía al cierre de la semana.
Lo que aún sigue manteniendo para el consenso de mercado es la recomendación de compra, pese a que son pocos los analistas que ahora la siguen, lo que la mantiene dentro de la dinámica de un sector en el que la gran mayoría de empresas tiene un consejo de compra.
Lo que sí destaca entre todas las empresas del sector, es el crecimiento que los expertos esperan para ella de cara a 2024. La media de firmas de inversión estima que elevará sus ganancias brutas en casi un 30%. Un incremento que la sitúa en la parte alta del ranking de empresas del ramo que más aumentarán su EBITDA gracias a la demanda de chips para alimentar centros de datos e inteligencia artificial.
Y es que, ARM, que se fundó en 1990 como una empresa conjunta entre Apple y la británica Acorn Computers, es ahora propiedad de la japonesa SoftBank y tiene casi el 100% del mercado mundial de procesadores para smartphones, destaca Ben Laidler, estratega de mercados globales de eToro. «Esto le da un enorme mercado, pero también la búsqueda de futuros motores de crecimiento, desde la IA (está en el nuevo «superchip» de NVIDIA) hasta los coches autónomos y los centros de datos en la nube», explica el experto.
Ese es, precisamente, uno de los aspectos en los que más se han centrado inversores y analistas para decantarse por comprar las acciones de la compañía. Y también ha contribuido al buen comportamiento de sus títulos en los albores de su cotización, el apetito generalizado que hay por las firmas de la industria. De hecho, el debut de esta nueva firma tecnológica llega en el que es el año estrella de la tecnología y, sobre todo, de la Inteligencia Artificial. El Nasdaq 100 es, con mucha ventaja, el índice entre los principales del mundo que más se revaloriza este 2023, con ganancias que, a media sesión de este jueves, se acercaban al 42% (llegó a ganar casi un 45% al marcar máximos del año en los 15.841 puntos).
Desde que Nvidia diese unos resultados ampliamente por encima de las estimaciones a comienzo de año, impulsada por la IA, la industria semiconductora ha sido una de las grandes protagonistas de esta nueva fiebre tecnológica. Solo Nvidia acumula ganancias en bolsa que superan el 200% este 2023. AMD, Broadcom, Lam Research, On Semiconductor, Marvell Technology, Applied Materials o Micron Tecnology son algunas de las siguientes firmas semiconductoras más alcistas, todas con avances de más del 40% en el año.
Los riesgos a los que se enfrenta
Pese a todo, el hecho de que «los pedidos mundiales de teléfonos lleven dos años cayendo, con ciclos de sustitución cada vez más largos y una diferenciación difícil», tal y como indican cada vez más expertos, pone en tela de juicio la actual atracción de las empresas de la industria.
Y a ello hay que sumar los riesgos que desde la propia compañía identifican en su folleto de salida a bolsa, entre los que destaca (aunque no sea una amenaza inmediata) el denominado RISC-V. Arm diseña lo que se conoce como arquitectura de conjuntos de instrucciones (ISA) para los chips que actúan a modo de cerebro de un dispositivo electrónico.
En esa arquitectura basan sus chips otras empresas como Apple a Qualcomm a las que ARM cobra derechos de licencia por utilizar su tecnología. Sin embargo, todos esos royalties que recibe ARM (sus diseños son la base de los procesadores del 99% de los smartphones del mundo) estarían en juego ante la aparición de una arquitectura de conjuntos de instrucciones totalmente distinta que es de código abierto, es decir, de uso gratuito.