“Era una oportunidad que a lo mejor no se repetirá”
▲ Desde que estoy vivo, nuestro bosque histórico por excelencia nunca había tenido una inversión tan grande como ahora
, sostiene Gabriel Orozco.Foto Yazmín Ortega
Ángel Vargas
Periódico La Jornada
Miércoles 27 de septiembre de 2023, p. 3
Como coordinador del Proyecto Chapultepec: Naturaleza y Cultura, Gabriel Orozco decidió mantenerse al margen de las críticas y polémicas que ese plan suscitó desde su anuncio, a comienzos del sexenio y, sobre todo, en los dos años de pandemia, cuando grupos de la comunidad cultural y artística nacional solicitaron suspenderlo para reasignar parte de los 10 mil millones de pesos de su presupuesto total para brindar apoyo a ese sector.
No presté mucha atención a las primeras críticas, estaba concentrado en resolver esto. El programa general del proyecto ha requerido, desde un principio, enfocarse y armonizar su complejidad con los tiempos políticos, culturales y ecológicos de los últimos años, que han sido muy intensos, pero hemos logrado bastante
, señala el artista.
Aunque no suele dar entrevistas, en la concedida a La Jornada el creador veracruzano tilda de ridícula la versión de que él pretende hacer su museo y aclara que no es la primera ocasión que un artista emprende una obra pública de esa naturaleza, al recordar que Diego Rivera diseñó en Chapultepec el cárcamo, además del mural que allí se encuentra.
“Obviamente, se necesita trabajar con un equipo muy grande de especialistas en diversas áreas, además de dedicarle tiempo y contar con el apoyo de todos los involucrados. En este caso, debe tomarse en cuenta que es todo México, porque están desde la Secretaría de la Defensa Nacional –los militares tienen una tradición muy importante en Chapultepec– hasta el gobierno federal y el de la Ciudad de México, aparte de los vecinos, que de un lado son del sector social más privilegiado y, exactamente del otro, del sector menos favorecido.”
–Hay quienes apuntan que este proyecto sería un elefante blanco.
–Son los mismos que ahora no dicen ni mu
; eso lo decían al comienzo, porque en ese momento se suponen muchas cosas. Recuerdo la primera obra pública que hice en México –que no han sido muchas–, fue la ballena para la Biblioteca Vasconcelos. En esa época criticaban ese proyecto, al principio muy polémico, pero luego vino un proceso. Así que es muy común, y de alguna manera nada sorprendente, ese tipo de comentarios, porque, al final, el trabajo y la planificación en Chapultepec no eran como se habían hecho otras cosas antes.
–¿Por qué decidió usted involucrarse en este proyecto?
–Era un reto muy interesante y motivante. Me sentí capaz de coordinar varios de mis intereses como artista, porque he hecho arquitectura, me interesan el paisaje y la naturaleza, he expuesto en muchos lugares y conozco varios espacios en todo el mundo.
“Entonces, tenía un buen parámetro para pensar que podía trabajar en un proyecto de este tipo, sobre todo porque creo que no soy malo para trabajar en equipo, lo he hecho desde hace mucho tiempo; no soy un artista aislado. Bastante de mi trabajo es público, con equipos diversos y en varias disciplinas.
“Evidentemente, jamás pensé que yo iba a diseñar y hacer todo. Decían que iba a hacer mi museo; jamás me ha pasado algo así por la cabeza, sería ridículo. Lo que sí pensé es que podía hacer un equipo y coordinar un proyecto; además, con la invitación del Presidente, quien tiene mucho entusiasmo y es muy emprendedor y apoyador. Al mismo tiempo, una jefa de Gobierno de la Ciudad de México del mismo lado del Presidente; era una oportunidad que a lo mejor no se repetirá.
Analizando esos factores, me entusiasmé, por eso además no cobre nada; no quería motivo de distracción en el sentido de lo que son los laberintos de la obra pública o los avatares políticos. Nunca he sido un artista metido en obra pública ni en avatares políticos, aunque sí hago obra política, o todo lo que hacemos tiene su política, y la obra que hace uno es pública de muchas maneras.
Todavía hay muchas cosas por hacer
–¿Ve entonces a este proyecto como una obra artística?
–La manera en que trato de trabajar y pensar en el arte es muy amplia, desde cómo trabaja uno con objetos encontrados hasta arquitectura, construcción, escultura, pintura y fotografía. Todos esos elementos que me ha interesado explorar y trabajar se dan en este proyecto. Creo que todavía hay muchas cosas por hacer y se van a hacer, así ha sido toda la historia de Chapultepec.
–Dice que prefirió no contestar a las críticas, pero la comunidad cultural y artística se expresó afectada por lo invertido en el proyecto, sobre todo en la pandemia.
–El problema es que la comunidad artística es un término que nunca en mi vida, ni en mi carrera, he considerado algo que pueda definir. O sea, la comunidad artística se sintió lastimada cuando puse una caja de zapatos vacía en la Bienal de Venecia. Entonces, ¿a qué comunidad nos referimos?
Chapultepec, dentro de todos los proyectos culturales de varias administraciones, cuando menos desde que estoy vivo, nunca había tenido una inversión tan grande como ahora, siendo nuestro bosque histórico por excelencia. Entonces, es una inversión no sólo en la parte ambiental, de la que normalmente el gremio cultural no es tan consciente, aunque ahora sí un poco más que antes.
–¿Por qué era necesario emprender el Proyecto Chapultepec, y erigirlo, prioritario?
–Es una pregunta, imagino, más para el presidente López Obrador. Desde que era jefe de Gobierno en la Ciudad de México siempre ha tenido interés muy especial por Chapultepec, por la historia de México en general. Chapultepec es parte de nuestra historia. Al final, cada vez que él ha podido, siempre le ha dedicado esfuerzo y amor a este sitio.
Por otro lado, la coyuntura del Campo Militar número 1 nos da la oportunidad de generar una nueva cuarta sección, ampliar el tamaño del área verde de Chapultepec y lograr así más área verde y más espacio público. La ampliación del bosque es la razón de todo el proyecto, la que realmente lo convierte en una inversión importante para este gobierno y esta generación de políticos que quieren hacer las cosas distintas.