Sudán: tras seis meses de conflicto armado, sigue habiendo enormes necesidades humanitarias insatisfechas
Ginebra (CICR) – A seis meses del estallido del conflicto armado en Sudán, siento dolor y frustración.
Esta tragedia ha causado el desplazamiento de más de cinco millones de personas y un sinnúmero de fallecimientos entre la población civil. La brutal violencia ha dejado cicatrices profundas en los hogares y en las comunidades. Frente a todo esto, no hemos podido prestar una asistencia suficiente para responder a las inmensas necesidades de la población. Muchos habitantes de Sudán se sienten enojados y abandonados, ya que los socorros no alcanzan para aliviar su sufrimiento.
Desde el comienzo de los enfrentamientos, hemos sido testigos del increíble coraje y dedicación de médicos e ingenieros sudaneses, voluntarios de la Media Luna Roja y ciudadanos comunes que han trabajado para prestar servicios esenciales a pesar del trauma y las dificultades.
Desde el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), conseguimos cruzar las líneas del frente y llevar asistencia vital, así como organizar la evacuación o facilitar la liberación de cientos de personas vulnerables, como niños y detenidos. Sin embargo, debemos hacer mucho más.
Cuando observo la dura realidad que hoy se vive en Sudán, veo mujeres, niños y personas mayores cuyos pueblos y aldeas fueron saqueados o destruidos, y que carecen de alimento, agua potable y asistencia médica. Veo una guerra que se libra en las calles y los suburbios de una ciudad que alguna vez albergó a cinco millones de personas. Ante una emergencia humanitaria de semejante magnitud, no podemos perder tiempo en largos debates ni en obstáculos administrativos.
Hay que facilitar las actividades humanitarias y simplificar las formalidades administrativas: no solo es lo correcto, sino que además es una obligación que establece el derecho internacional humanitario. Hace algunos meses, en Jeddah, las partes declararon públicamente su compromiso de acatar las normas. Ahora instamos a que ese compromiso se traduzca en medidas concretas y prácticas.
Una de las promesas de la declaración de Jeddah y el único modo de que la asistencia vital llegue adonde se la necesita es adoptar procedimientos administrativos simples y expeditivos para las actividades humanitarias.
En nuestros esfuerzos por aumentar la asistencia ante las dificultades para el acceso y la reducción de la financiación humanitaria, no debemos olvidar a las comunidades vulnerables en las zonas fronterizas de los países vecinos, que son las que más padecen la crisis de refugiados y que vienen compartiendo los pocos recursos que tienen.
Seguiremos haciendo todo lo que esté a nuestro alcance para asistir a la población de Sudán, que sufrió inmensamente en los últimos seis meses. Además, instamos a todos los Estados y actores con influencia en las partes en el conflicto a que faciliten las tareas de la comunidad humanitaria y nos ayuden a llegar a las personas que necesitan nuestra asistencia.
Contactos para los medios de comunicación:
Adnan Hezam, CICR, Sudán, tel.: +967 733 721 659, ahizam@icrc.org