Quién es la empresaria australiana que complica el acuerdo de SQM con Azure
Su nombre es Gina Rinehart, es la persona más rica de Australia y es dueña de Hancock Prospecting. Hoy, es dicha compañía, la que está complicando el acuerdo entre la firma chilena SQM y la australiana Azure Minerals.
Según reportó Reuters el viernes, Hancock Prospecting adquirió una participación del 18,3% en Azure Minerals, según mostró el viernes en un documento presentado a la bolsa de valores australiana.
Esto ocurre dos días después de que, según adelantó Diario Financiero, SQM revelara sus planes para ampliar su presencia en proyectos de litio en Australia, a través de la compra de la minera de litio Azure Minerals, de la que ya posee una participación del 20%. La compañía chilena dio a conocer el miércoles a través de un comunicado que lanzó una oferta de adquisición por el 80% restante de la empresa, por 900 millones de dólares, y, según detalló, esta ha sido apoyada por la junta directiva de Azure Minerals.
Y el jueves, medios del país oceánico consignaban que Rinehart podría buscar bloquear el acuerdo, lo que conseguiría alcanzando el 19,9% en la propiedad de la compañía. El porcentaje alcanzado está por debajo del 20% requirido, según la legislación australiana, para lanzar una oferta de adquisición obligatoria, pero lo suficiente para desafiar la oferta actual.
Está por verse.
Quién es Gina
Gina Rinehart nació el 9 de febrero de 1954 en Perth, Australia. Estudió en St Hilda’s Anglican School for Girls, en Bay View Campus, y luego, en The University of Sydney. A sus casi 70 años preside la empresa que fundó su padre, Lang Hancock, quien murió en 1992. Ella, la hija única del matrimonio entre Hope Margaret Nicholas y Hancock, quedó a cargo del negocio. Según consigna la prensa local, fue la heredera quien convirtió la empresa, entonces con graves dificultades financieras, en la firma privada más grande de Australia y en una de las mineras más grandes del mundo.
Supervisó la expansión de la empresa y, debido al auge del mineral de hierro de principios de la década de 2000, se convirtió en multimillonaria. En la década de 2010, Rinehart comenzó a expandir sus propiedades a áreas fuera de la industria minera. Hizo inversiones considerables en medios de comuicación como Ten Network Holdings y Fairfax Media (aunque vendió su participación en este último en 2015) y también se expandió hacia la agricultura, comprando varias estaciones ganaderas y vendiéndolas en una década.
Según una nota del periodista de la BBC, Nick Bryant, si bien Rinehart fue beneficiaria de su padre, ella “transformó el negocio familiar al detectar, antes que la mayoría, el vasto potencial del mercado chino”.
Seguidora de Trump
En la década de 1970, Rinehart apoyó activamente el Westralia Secession Movement, que su padre había fundado para trabajar por la secesión de Australia Occidental del resto del país. También tuvo cierta participación con el Partido de los Trabajadores (más tarde rebautizado como Partido del Progreso), una organización libertaria fundada por el empresario John Singleton. Aunque no concede entrevistas, suele escribir artículos de opinión en medios de su país. Varios de estos han sido incendiarios. “Si tienen envidia de aquellos que tienen más dinero, no se sienten a lamentarse, hagan algo para ganar más dinero por sí mismos, pasen menos tiempo bebiendo, fumando y pasándolo bien, y más trabajando duro”, escribió en Australian Resources and Investments en 2012. Su relación con Donald Trump también es conocida. Además de apoyarle públicamente en la campaña de 2016 y de visitarle en la Casa Blanca durante su presidencia, según el diario británico The Guardian Rinehart formó parte de las Trumpettes, un grupo de mujeres de la alta sociedad fundado en 2015 por Toni Holt Kramer. Su misión fue ayudar a que Donald J. Trump fuera elegido.
La controversia y la filantropía
Tiene cuatro hijos de dos matrimonios: John, Bianca, Hope y Ginia. La prensa australiana la describe como “una mujer con fama de tener un carácter tan duro” y su biografía está plagada de controversias. Por ejemplo, estuvo peleada con la viuda de su padre y algunos de sus hijos, a quienes les ha negado el dinero que les dejó su abuelo en régimen fiduciario. Pero no todo es polémica: la empresaria es destacada por su trabajo como filántropa y es conocida por su apoyo a orfanatos en Cambodia y por su aporte financiero a los equipos de natación y remo de su país. En 2022 Rinehart fue nombrada Oficial de la Orden de Australia por su “distinguido servicio al sector minero, a la comunidad a través de iniciativas filantrópicas y al deporte como patrocinadora”.
Forbes estimó su patrimonio neto en 2019 en 14.800 millones de dólares, y The Australian Financial Review estimó su patrimonio neto en 2023 en 37.410 millones de dólares australianos. Forbes cataloga a Rinehart una de las mujeres más ricas del mundo.