Tres estrellas desaparecieron del cielo en 1952 y los astrónomos siguen sin encontrarlas
El Observatorio Palomar en el condado de San Diego, California, es legendario en los círculos astronómicos. Su telescopio Hale de 200 pulgadas era el más grande del mundo allá por 1949, bajo la dirección del decano de la astronomía Edwin Powell Hubble. Pero tras unos años en funcionamiento pasó algo extraño sin aparente explicación hasta día de hoy.
Hace más de 70 años, los astrónomos del Observatorio Palomar de Caltech (Estados Unidos) estaban realizando un estudio fotográfico del cielo nocturno cuando sucedió algo extraño: tres estrellas brillantes desaparecieron entre diferentes tomas y nunca más aparecieron en ninguna de ellas. Todo pasó entre las 20:52 y las 21:45 del 19 de julio de 1952. En esa toma, aparecían tres estrellas próximas. En la siguiente toma de la misma zona, ya no estaban a la vista. Habían desaparecido sin dejar rastro. ¿Cómo es posible que estas estrellas se evaporaran de una a otra toma? Ahora, un estudio aún no revisado por pares, publicado en el servidor de preimpresión arXiv y realizado por un grupo internacional de investigadores, ha ofrecido una explicación plausible al misterio y aún inexplicable anomalía astral, de 1952.
¿Se han vuelto a ver las estrellas desde entonces?
«Aprovechamos las capacidades del Observatorio Virtual para buscar el triple transitorio en imágenes y catálogos más recientes. El resultado de esta búsqueda concluyó que el transitorio no aparece en ninguna imagen posterior de esa región durante los 69 años siguientes», escriben los autores.
¿Y si hubiera sido un fallo a la hora de tomar las fotografías? Los científicos compararon los transitorios con otras estrellas capturadas en la misma región por si esto pudiera indicar fallos en las placas fotográficas o incluso partículas elementales chocando contra esas placas. Sin embargo, nada de esto sucedió. Encontraron que las formas eran notablemente similares, a pesar de ser de diferentes tamaños.
«En resumen, no encontramos evidencia de que el transitorio sea otra cosa que una fuente de luz puntual no resuelta de buena fe. En particular, los perfiles no muestran evidencia de una fuente en movimiento, como un avión, un asteroide o una partícula elemental, ni de un defecto en la placa fotográfica», apuntan los expertos.
¿Entonces? ¿Dónde están esas estrellas?
La suposición predominante en las últimas décadas ha sido que las estrellas se atenuaron repentinamente por alguna razón aún desconocida, pasando de una magnitud de brillo de 15 a uno tan bajo que no pudo ser detectado por el observatorio y que por eso no aparecían en las tomas. Esto significa que probablemente se atenuaron en un factor de 10.000 o más. ¿Qué podría causar que las estrellas se atenúen en una cantidad tan asombrosa y tan rápido? Sin embargo, en épocas más recientes telescopios más sensibles de todo el mundo las han vuelto a buscar y nada ni nadie las ha encontrado.
Hipótesis:
Los investigadores plantean varias hipótesis plausibles a este misterio: la primera expone que no se trataba de tres estrellas, sino una y que quizá la estrella se iluminase durante un breve periodo de tiempo, como una rápida ráfaga de radio procedente de un magnetar (aunque sería algo extremadamente raro ciertamente); la segunda hipótesis dice que lo que vieron podrían no haber sido estrellas, sino podrían haber sido objetos de la Nube de Oort donde algún evento hizo que se iluminaran aproximadamente al mismo tiempo.
«Para estar causalmente conectadas, las tres fuentes de luz deben residir físicamente a una distancia de 6 unidades astronómicas entre sí y no estar a más de 2 años luz de distancia. Esta distancia es menor que la de la estrella más cercana, el sistema alfa Cen, lo que hace que el lugar de los tres transitorios a una distancia dentro de la vecindad de nuestro Sol, si no del Sistema Solar interior, o incluso de la órbita de la Tierra», dicen los autores, lo que podría explicar que se tratase de asteroides u otro tipo de objetos del sistema solar.
La tercera hipótesis es la más extrema: plantea que lo que captó el telescopio no eran ni estrellas ni objetos siquiera, quizá las placas fotográficas sufrieron contaminación del polvo radiactivo del desierto de Nuevo México donde se llevaron a cabo pruebas nucleares y desde donde la sede del telescopio no está muy lejos. Dado el hecho de que nadie más, con ningún tipo de instrumento, por más avanzado que sea, ha localizado el misterioso trío de estrellas, esta explicación podría ser la más afín a la realidad aunque, por ahora, sigue siendo un misterio astronómico sin resolver.
Referencias:
Enrique Solano et al, A bright triple transient that vanished within 50 minutes, arXiv (2023). DOI: 10.48550/arxiv.2310.09035