Encuentran compuestos orgánicos en la mayor luna de Júpiter
Ganímedes es sin duda una de las rarezas de nuestro sistema solar. Este satélite de Júpiter no solo es el más grande del sistema solar (más que Mercurio, por ejemplo), también cuenta con un océano que contiene más agua que todo nuestro planeta: es 10 veces más profundo. Y está sepultado por una capa de hielo de unos 150 kilómetros de espesor. Pero ahora se ha descubierto que esconde otros secretos: compuestos orgánicos.
La sonda espacial Juno de la NASA ha detectado sales y compuestos orgánicos en la superficie de Ganímedes, proporcionando pistas invaluables sobre la historia de la luna más grande de Júpiter. El hallazgo, publicado en Nature Astronomy, se realizó utilizando datos del espectrómetro Jovian InfraRed Auroral Mapper (JIRAM) a bordo de la sonda durante un sobrevuelo de Ganímedes realizado en 2021.
Como la luna más grande de todo el sistema solar, Ganímedes ha interesado durante mucho tiempo a los astrónomos debido al vasto océano oculto bajo su exterior helado, que tendría el potencial de albergar vida, según la NASA. Para obtener los datos de los compuestos orgánicos, Juno tuvo que volar muy cerca de Ganímedes: unos 1.000 km. Esto le permitió detactar firmas de cloruro de sodio hidratado y carbonato de sodio, así como sales amoniacales como cloruro de amonio y carbonato de amonio, además de compuestos orgánicos.
«La presencia de sales amoniacales sugiere que Ganímedes pudo haber acumulado materiales lo suficientemente fríos como para condensar amoníaco durante su formación – explica Federico Tosi, líder del estudio, en un comunicado -. Las sales de carbonato podrían ser restos de hielos ricos en dióxido de carbono».
Los componentes confirmarían la teoría de que la región cercana al ecuador de esta luna está protegida del dominante campo magnético de Júpiter, el más poderoso de todos los planetas del sistema solar. De lo contrario, sin el blindaje, los astrónomos creen que el campo magnético perturbaría la formación de sales y compuestos orgánicos en Ganímedes.
«Encontramos la mayor abundancia de sales y materia orgánica en los terrenos oscuros y brillantes en latitudes protegidas por el campo magnético – concluye el coautor Scott Bolton -. Esto sugiere que estamos viendo restos de una salmuera oceánica profunda que llegó a la superficie de este mundo helado«.
El siguiente paso en el itinerario de Juno es el infierno volcánico de Io, otra luna de Júpiter que está programada para un sobrevuelo el 30 de diciembre, aunque pueden pasar uno o dos años más antes de que los científicos puedan publicar sus hallazgos.