Alerta en Reino Unido e Irlanda: los turistas regresan de España con criptoporidiosis
La criptoporidiosis tiene nombre de queja lanzada a Dios tras perder todo lo invertido en bitcoins, pero en realidad es un parásito intestinal con el que los británicos e irlandeses vuelven a sus países tras visitar España. Según la revista científica ‘Eurosurveillance’, se ha detectado “un exceso continuo e inusual en la enfermedad” entre el 14 de agosto y el 1 de octubre. Los casos están relacionados con “viajes internacionales, sobre todo a España y otros países mediterráneos”.
La criptoporidiosis es una infección causada por los parásitos Cryptosporidium, que viven en el suelo, en los alimentos y en el agua. El periódico The Irish Mirror asegura que la bacteria se contrae en parques acuáticos o piscinas. El parásito, como ven, puede aparecer en cualquier lado, pero la Health and Safety Executive (HSE) culpa “particularmente” a Salou, en Cataluña.
En los lugares afectados, la HSE recomienda no consumir bebidas con hielo, revisar si el agua del grifo está tratada (oler para saber si hay lejía del cloro), cepillarse los dientes con agua embotellada y tomar precauciones si el agua de la piscina o el mar no se ve limpia. Sin embargo, la sanidad pública de ese país intenta tranquilizar a los turistas: “Las siguientes bebidas son generalmente seguras: […] cerveza y vino”.
Normalmente, el parásito causa cuadros gastrointestinales leves, aunque pueden darse casos más graves en bebés por deshidratación y por ser una enfermedad de riesgo para los inmunodeprimidos. Algunas personas también pueden sufrir episodios de deshidratación, pérdida de peso, calambres estomacales, fiebre, náuseas y vómitos, según el HSE. Los síntomas pueden durar entre 1 y 2 semanas.
En lo que va de año, España ha contabilizado 2.940 casos de criptoporidiosis (frente a los 805 registrados en 2022), de los que 121 han sido ingresados en hospitales. Por otro lado, Reino Unido ha diagnosticado 2.411 casos entre el 14 de agosto y el 1 de septiembre. De ellos, el 46% había viajado a España.
Sin embargo, no se puede confirmar que el criptoporidiosis que ataca a los turistas británicos e irlandeses sea español. Aunque esté en Salou y se esté firmando una amnistía. “La gente viaja más y se baña más en las piscinas en verano, así que es lógico que se produzcan más brotes cuándo y dónde esto sucede. Sin un estudio completo y pormenorizado de la situación sanitaria y genotipos, antes y después de los viajes, no se puede afirmar si el origen de los brotes está en España o si el parásito ha viajado con los turistas desde sus países de origen”, señala para El País Isabel de Fuentes, investigadora en parasitología del Centro Nacional de Microbiología del Instituto de Salud Carlos III.