Minería y medio ambiente, cada vez más unidos – Diario Financiero
GINA OCQUETEAU
Hace algunos días este medio publicó un artículo acerca de cómo la minería está captando una mayor atención dentro de la opinión pública chilena en comparación con otros países de la región, y cómo el debate se encuentra cada vez más relacionado con el medio ambiente y la sustentabilidad.
Conocida como una de las principales industrias del país, durante 2022 el sector minero representó aproximadamente el 13,6% del PIB, aunque si se agregan los efectos multiplicadores que tiene en otras industrias, de acuerdo a cifras gubernamentales su contribución rondaría el 20%. Por eso, durante décadas, hablar de minería fue sinónimo de rentabilidad económica, márgenes de utilidad y optimización de recursos. Pero hoy los tiempos han cambiado, y es bueno qué analicemos el porqué.
“Conversar sobre ‘minería verde’ o ‘sostenible’ es clave para cumplir con estrategias de descarbonización y para compatibilizar el incremento de la demanda con la urgencia de una rápida transición hacia combustibles más limpios”.
De acuerdo con el estudio de Llorente y Cuenca (LLYC), que durante un año analizó las conversaciones digitales en 10 países de América Latina, Chile lidera el ranking de menciones sobre minería sostenible. Además, cuando se habla de minería en las redes sociales chilenas, las temáticas más importantes son el medio ambiente, con el 47,8% de las conversaciones; las compañías que componen el sector, con 19,8%, y la corrupción, con 14,4%. Otros temas son la minería ilegal (11,5%), la sostenibilidad de la actividad (3,9%) y las movilizaciones (2,6%).
En términos de valoración, el sentimiento positivo sobre la actividad minera representa un 5% del volumen de menciones, el neutral llega a 76% y el sentimiento negativo, a 19%. De todos los países analizados, Chile es donde la percepción negativa es más baja y la neutral predomina.
No cabe duda de que la industria minera chilena tiene mayor madurez y su importancia es más reconocida, esto podría explicar el interés local por opinar sobre su desempeño. Pero relacionarla en primer lugar al medio ambiente nos habla además de una sociedad cada vez más concientizada acerca de los efectos que el cambio climático está generando en el ecosistema y cómo la principal industria económica del país debe adaptarse a este desafío no sólo desde un punto de vista económico, sino también social y medioambiental, incorporando un triple impacto dentro de las operaciones.
Por eso, conversar, dialogar y exponer distintos puntos de vista sobre la denominada ‘minería verde’ o minería sostenible, es fundamental para cumplir con estrategias de descarbonización y compatibilizar el incremento de la demanda -y el consiguiente aumento de la actividad minera y mayores emisiones-, con la urgencia de una rápida transición hacia combustibles más limpios.
Esta discusión debemos seguir desarrollándola y ojalá ampliarla a la sociedad completa, ya que aún existen círculos cerrados que no necesariamente se relacionan con la percepción de las comunidades. Es necesario incluir a todos dentro de este desafío, dar a conocer a las personas cómo la minería impacta en su día a día y cómo está presente en industrias estratégicas para el desarrollo, tales como la salud, la alimentación, la tecnología y tantas otras.
Hablar de minería sustentable debiera ser sinónimo -tal como plantea el Gobierno de Australia, uno de los países más avanzados en la materia- de “desarrollar los recursos minerales y energéticos de un país, de manera que se maximicen los beneficios económicos y sociales, al tiempo que se minimizan los impactos ambientales”. Ese es el foco y aquí es donde debemos seguir trabajando.