El 1 % más rico contamina tanto como los dos tercios más pobres de la humanidad
- En 2019, las emisiones de carbono generadas por el 1 % más rico aumentaron hasta representar el 16 % de la totalidad de emisiones de CO2.
- Estas emisiones son suficientes para causar 1,3 millones de muertes más sobre lo previsto a causa del calor.
- En los países con mayores niveles de desigualdad las inundaciones provocan siete veces más víctimas mortales.
- Aplicar impuestos justos a las personas más ricas contribuiría a frenar tanto el cambio climático como la desigualdad.
Un nuevo informe de Oxfam publicado hoy revela que el 1 % más rico de la población mundial generó en 2019 la misma cantidad de emisiones de carbono que los 5000 millones de personas que componen los dos tercios más pobres de la humanidad. El informe se publica con motivo de la cumbre de las Naciones Unidas sobre el clima, que se celebrará en Dubái, en un contexto lleno de dudas sobre los acuerdos que mantengan el aumento de la temperatura global por debajo de 1,5 °C.
Estas emisiones desmedidas del 1 % más rico causarán 1,3 millones de muertes más sobre lo previsto asociadas al calor, una cifra que equivale aproximadamente a la población de toda la ciudad de Dublín (Irlanda). La mayor parte de estas muertes tendrán lugar entre el 2020 y 2030.
“Los más ricos están destruyendo el planeta, saqueándolo y contaminándolo, mientras el calor extremo, las inundaciones y las sequías asfixian a la humanidad”, señala el director ejecutivo interino de Oxfam Internacional, Amitabh Behar.
“Llevamos años luchando para poner fin a la era de los combustibles fósiles, y salvar así el planeta y millones de vidas. Ahora es evidente que no lo lograremos a menos que también pongamos fin a la era de la riqueza extrema,” afirma Behar.
“Igualdad climática: un planeta para el 99 %” se basa en la investigación que Oxfam ha llevado a cabo junto al Stockholm Environment Institute (SEI), y analiza las emisiones ligadas a los hábitos de consumo de distintos grupos de renta en 2019, último año para el que se dispone de datos. El estudio revela la enorme brecha entre las huellas de carbono de los más ricos –cuyo estilo de vida e inversiones en industrias contaminantes como los combustibles fósiles impulsan el calentamiento global– y el grueso de la población mundial.
- El 1 % más rico (77 millones de personas) fue responsable del 16 % del total de emisiones según sus hábitos de consumo en 2019, una cifra mayor que la totalidad de las emisiones generadas por desplazamientos en coche y el transporte por carretera. El 10 % más rico generó la mitad (50 %) de las emisiones totales.
- Se calcula que cualquier persona perteneciente al 99 % más pobre de la humanidad tardaría alrededor de 1500 años en generar las emisiones que los milmillonarios más ricos producen en un año.
- Cada año, las emisiones que produce el 1 % más rico anulan los ahorros en emisiones de carbono que generan casi un millón de turbinas eólicas.
- En comparación con la mitad más pobre de la humanidad, desde la década de 1990, el 1 % más rico ha consumido el doble de carbono disponible para emitir sin provocar un aumento de la temperatura global superior al límite seguro de 1,5 °C.
- De cara a 2030, se prevé que el nivel de emisiones generadas por el 1 % sea 22 veces mayor que el compatible con el objetivo de mantenerse por debajo del límite fijado en el Acuerdo de París.
La crisis climática y la desigualdad conforman un círculo vicioso: Oxfam ha sido testigo de primera mano de la forma desproporcionada en la que las personas en situación de pobreza, las mujeres y niñas, las comunidades indígenas y la población de los países del Sur global padecen los efectos de los impactos climáticos, los cuales, a su vez, aumentan la brecha de la desigualdad. La investigación señala que la cifra de personas fallecidas a causa de inundaciones en países en los que la desigualdad es más grave es siete veces mayor. El cambio climático ya intensifica las desigualdades tanto en los países como entre estos.
Los Gobiernos pueden abordar la doble crisis de desigualdad y cambio climático combatiendo el exceso de emisiones de las personas más ricas, e invirtiendo en la mejora de los servicios públicos y el logro de los objetivos climáticos. Oxfam calcula que gravar los ingresos del 1 % más rico a un tipo del 60 % reduciría las emisiones hasta cifras menores a las emisiones totales de Reino Unido, y permitiría recaudar 6,4 billones de dólares al año, que podrían destinarse a financiar la transición hacia energías renovables, abandonando los combustibles fósiles.
“Debemos evidenciar esta relación de forma explícita: no gravar la riqueza posibilita que los más ricos nos roben, degraden el planeta y vulneren la democracia. Aplicar impuestos a la riqueza extrema aumenta nuestras posibilidades de combatir la desigualdad y la crisis climática. Están en juego billones de dólares que se pueden destinar a medidas dinámicas que atiendan a las necesidades actuales y que velen por el medioambiente; además, son fondos que revertirían en nuestras democracias”, señala Behar.
Oxfam insta a los Gobiernos a:
- Reducir significativamente la desigualdad. Oxfam calcula que sería posible, mediante una redistribución global de los ingresos, proporcionar a todas las personas que viven en situación de pobreza unos ingresos diarios mínimos de 25 dólares y, al mismo tiempo, reducir en un 10 % las emisiones globales (una cifra equivalente al total de las emisiones de la Unión Europea aproximadamente).
- Abandonar los combustibles fósiles de forma urgente y justa. Los países ricos son quienes han contribuido de forma desproporcionada al cambio climático, y deben poner fin a la producción de petróleo y gas con la celeridad correspondiente. Establecer impuestos a las grandes empresas y milmillonarios supondría una ayuda para financiar la transición hacia energías renovables.
- Anteponer el bienestar de la población y el planeta a la búsqueda implacable de beneficios, la extracción y el consumo. Dejar de usar el crecimiento del PIB como indicador del progreso de la humanidad.