Nueve castillos excepcionales de Jaén: la provincia más fortificada de España
CASTILLO DE SANTA CATALINA EN JAéN
La ciudad de Jaén se asienta hoy a los pies del cerro de Santa Catalina, rodeada por una media luna montañosa que la abraza por el sur. Pero antes de que la urbe se expandiera, sobre ese montículo se construyó un bastión erigido por los íberos hacia el siglo IV a.C; luego llegaron los árabes hacia el siglo VIII y IX; aunque fue en el XIII cuando la construcción fue ampliada y fortificada por dorden del rey cristiano Fernando III. Más tarde, hacia el año 1812, aconteció su «modernización», cuando las tropas napoleónicas convirtieron el castillo de Jaén en su base en la conquista del Alto Guadalquivir.
En la actualidad, en la mole quedan erguidas la Torre del Homenaje y la capilla de Santa Catalina, además de algunas barbacanas. Pero los vestigios permiten imaginar cómo era el bastión cuando sus muros se mantenían en pie, así como el paisaje monumental que se contempla: al norte y al oeste la campiña y Sierra Morena, fértil y surcado por el Guadalquivir, que riaga los olivos; al sur se extiende la Sierra Sur de Jaén y los parques periurbanos de Santa Catalina y Monte la Sierra; y al este Sierra Mágina, un territorio vinculado durante siglos a la frontera del Reino de Granada.Y por si no fuera suficiente caminar entre sus ruinas, desde el cerro de Santa Catalina se disfruta del mejor atardecer sobre Jaén.
CIUDADELA DE LA MOTA EN ALCALá LA REAL
En una imponente altura que domina la localidad de Alcalá la Real se erige el conjunto monumental de La Mota, en cuyo perímetro resiste la Torre del Homenaje y la Iglesia Mayor Abacial, templo renacentista del siglo XVII, con sus sobrecogedores enterramientos, justo al lado de la Casa del Deán, hoy un pequeño museo donde se exhiben objetos hallados en las excavaciones de una bodega, un zoco, una botica… En este pueblo vieron la luz los grandes maestros del Renacimiento andaluz Juan Martínez Montañés y Pablo de Rojas, así como el poeta medieval Juan Ruiz «el arcipreste de Hita». Aunque el lugar se remonta a tiempos de los árabes, fue a partir de 1341 conquistado por Alfonso XI cuando se le añadió el apelativo de «real». El monumento cuenta con un Centro de Recepción de Visitantes en la entrada, frente al cual se halla el Rincón de los Poetas, donde suelen celebrarse actividades culturales como recitales de poesía.
bastión DE LA IRUELA
Las ruinas del castillo de La Iruela crean uno de los enclaves más mágicos y fotogénicos de la provincia de Jaén. El pueblo homónimo que lo acoge se sitúa en la falda occidental de la Sierra de Cazorla, dominando el alto valle del Guadalquivir. El origen de esta fortaleza se remonta al siglo XIII, a la época de contiendas entre cristianos y musulmanas, cuando se erigió desafiando al vértigo sobre un peñasco, como un enclave inexpugnable. Más tarde, este bastión fue vinculado a los templarios; cánticos de trovadores medievales afirmaban que, entre sus muros, los monjes-soldados realizaban rituales misteriosos para evitar su exterminio. Desde las almenas que recuerdan lo altivo que fue, el viajero contempla hoy una de las vistas más amplias de la provincia sobre uno de los pueblos más bonitos de Jaén, con ejércitos de olivos que tapizan las laderas y se pierden en el horizonte. En su interior se edificó en el siglo XVI la iglesia de Santo Domingo de Silos, declarada Monumento Histórico en 1985. A sus pies se ha creado un pequeño auditorio que cobra vida en verano, cuando se programan espectáculos al abrigo de las ruinas iluminadas.
castillo DE LA YEDRA EN CAZORLA
El pueblo blanco de Cazorla, antigua cabeza de un importante señorío eclesiástico y hoy capital comarcal, surge de entre los riscos abrazada por los cerros de los Halcones y de Salvatierra. Precisamente sobre este último se alzan las ruinas del imponente castillo de La Yedra o de las Cinco Esquinas. De pasado milenario, se sabe que los romanos que explotaron la plata de la sierra homónima erigieron un bastión, que luego ampliaron los musulmanes que corrían conquistando el territorio hasta que en el siglo XIV lo perdieron ante los cristianos. Las murallas de esta fortificación se amoldan a la colina hasta llegar a las casas encaladas del pueblo de Cazorla. Se conserva en buen estado la Torre del Homenaje, escenario de la leyenda local de la Tragantía. «Esta trata de una princesa mora que fue encerrada en las mazmorras del castillo por su padre en una cueva cercana tapiando la entrada para protegerla de los atacantes. Sin embargo, las tropas cristianas alcanzaron al rey y a su séquito y los mataron, haciendo que la joven quedase olvidada por todos. La oscuridad y la humedad hizo que se metamorfoseara en un ser mitad serpiente mitad mujer, de la que se escuchan sus lamentos en las noches se San Juan». El monumento alberga un Museo de Artes y Costumbres del Alto Guadalquivir, sobre historia y etnografía.
FORTALEZA de bURGALIMAR EN BAÑOS DE LA ENCINA
Andalucía fue tierra de castillos desde que estuviera dividida en incontables reinos de taifas y luego fuera tierra fronteriza entre el Islam y el Cristianismo. El imponente castillo de Burgalimar, en la localidad jienense de Baños de la Encina, está considerado uno de los vestigios árabes más antiguos de los que se preservan en esta comunidad autónoma. Nació como una fortaleza omeya del siglo X, flanqueada por catorce torres defensivas (la del Homenaje de época cristiana, iniciada en 1225). Curiosamente, Burgalimar casi no sufrió asedios, tragedias naturales, ni caprichosas restauraciones, y hoy está considerada la fortaleza mejor conservada de época califal y uno de los monumentos andalusíes más intactos. El castillo toma asiento en un cerro de Baños de la Encina, frente a extensiones de olivareras y las montañas de Sierra Mágina. La soberbia fortaleza, con más de mil años de historia, ha sido testigo de importantes episodios de los últimos diez siglos.
alcázar de la guardia de jaén
La Guardia de Jaén es uno de los pueblos blancos de la provincia, que se localiza a una decena de kilómetros de la capital jienense. Está dominado por los vestigios de su imponente Castillo que corona el cerro San Marcos. El recinto se estructura en dos espacios bien definidos: el Alcázar y la Alcazaba. El primero es una sólida mole que estaba defendida por torreones de mampostería, de los que se conservan en pie varios ejemplos, uno de ellos circular. En cuanto a la Alcazaba era el amplio espacio alrededor del castillo, que en el pasado protegían los lienzos de una muralla, que sigue amoldada al perfil quebrado del cerro, lo que permitía su defensa a diversas alturas. La zona en la que se sitúa La Guardia de Jaén estuvo habitada desde el neolítico, como muestra la visita al yacimiento de la Cueva Cabrera. Posteriormente, el enclave tuvo gran importancia por su posición estratégica y fronteriza entre Granada y Castilla, que duró hasta el final de la guerra entre ambos reinos en el siglo XV. La Guardia de Jaén está declarada de villa de Interés Histórico Monumental, por el conjunto que forman su castillo de época árabe y el vecino convento de Santo Domingo.
castillo DE ALCAUDETE
Lomas onduladas y un mar de olivos acompañan hasta la jienense Alcaudete, un enclave que ocupó en el pasado una estratégica posición fronteriza que la hizo ser conquistada y reconquista en numerosas ocasiones. Los vestigios de su castillo homónimo presiden hoy la localidad desde un cerro de 700 metros de alto. La fortificación fue erigida por los árabes sobre restos de construcciones romanas, y pasó a manos de los cristianos el año 1085, durante el reinado de Alfonso VI. El monarca lo cedió a la Orden de Calatrava, que reunía un ejército de monjes-soldados. El recinto está formado por tres estructuras: el castillo propiamente dicho, una barbacana y un recinto inferior. Protege el conjunto una muralla con seis puertas de base cuadrada, entre las que se alza dominante la Torre del Homenaje. En el interior de la construcción, la Sala Capitular es una de las principales estancias por su bellísima decoración. Actualmente el castillo es un espacio turístico-cultural que alberga el Centro de Interpretación sobre la vida de la Orden militar de Calatrava.
BASTIÓN DE SEGURA DE LA SIERRA
El pueblo medieval de Segura de la Sierra está declarado Conjunto Histórico Artístico y también Paisaje Pintoresco. En su fisonomía sobresale el solemne castillo de origen árabe que lo domina, en otro tiempo un nido de águilas inexpugnable. La fortaleza fue el eje central en la formación de una de las entidades territoriales más importantes de Castilla en el transcurso de los siglos XIII al XV. El bastión exhibe una buena fisonomía gracias a las restauraciones que se realziaron a finales del siglo XX. Aloja el Centro de Interpretación Segura Territorio de Frontera, que ilustra el pasado del territorio desde la época medieval. A los pies de la loma se derrama el pueblo de estrechos y empinados callejones, entre los que se cobijan unos baños árabes del siglo VIII, la iglesia de la Asunción de Nuestra Señora del siglo XVI, el Ayuntamiento renacentista, la Torre del Agua y la casa natal del poeta del siglo XV Jorge Manrique. En los alrededores, la zona resulta atractiva por sus rutas senderistas, como el Sendero de los Bosques, el de los Olivos y Montes y el de la Sierra del Segura.
fortín de alburquerque en huelma
Huelma es otro pueblo situado al sur de la provincia de Jaén y declarado Conjunto Histórico Artístico. La vista de su conjunto es realmente bella, con el castillo de Alburquerque sobre una elevación y la iglesia de la Inmaculada Concepción hacia el centro del pueblo. La fortaleza es una construcción de origen árabe del siglo XIII. De enorme importancia estratégica, durante el periodo de al-Andalus fue una ciudadela fortificada y zona estratégica en las luchas fronterizas entre castellanos y el reino de Granada. Vivió otras muchas vicisitudes como cuando las tropas francesas intentaron incendiarlo en 1812. Huelma alcanzó su apogeo tras ser tomada por las tropas del marqués de Santillana, quién se inspiró en la villa para componer algunas de sus célebres serranillas. El castillo es de planta cuadrangular, dotado de cuatro torres cilíndricas, una en cada esquina, unidas entre sí por paños de muros y una puerta en un arco de medio. Estructurado en dos pisos, está bien protegido tanto por el escarpe natural, cortado a pico, como por sus firmes torres cilíndricas. El castillo contaba con un doble recinto amurallado, de una extensión considerable y abrazada al cerro, en el que aún quedan restos de una antigua población musulmana, documentada hasta el siglo XVI. En Huelma resulta imprescindible visitar la iglesia de la Inmaculada Concepción, templo renacentista sobrio en el exterior, pero de imponente arquitectura interior. El conjunto está rodeado de un entorno natural de olivares, almendros, cereales, huertas y serranías. Su término, que también es etapa de la Ruta de los Nazaríes de Andalucía, queda en los límites del Parque Natural de Sierra Mágina.