LFT: así ha resultado en otros países la reducción de la jornada laboral a 40 horas

La propuesta de pasar de una jornada de 48 a 40 horas hoy se encuentra en el centro del debate nacional, sin embargo, otros países ya han implementado sus respectivas reducciones horarias. La implementación gradual y la oferta de incentivos a las empresas pueden ser mecanismos útiles para proteger a los empleadores.

La discusión de la reducción en la jornada laboral ha causado polémica en Ecuador, Venezuela, Chile, Colombia y, ahora, en nuestro país. Por un lado, se establecen los claros beneficios que supondría para los trabajadores trabajar menos horas a la semana. Por el otro, por el otro, se prevé un incremento de costos operativos para las empresas, más una serie de retos de logística para cubrir la disponibilidad de los servicios ofertados. No obstante, el porcentaje de influencia de la reducción es menor de lo esperado; la inflación y el costo de los combustibles suelen tener mayor incidencia en el tema económico.

Actualmente, se muestran altos índices de enfermedades laborales asociadas al agotamiento en países con horarios de trabajo extendidos. Además, se ha demostrado que las reducciones suelen ir de la mano de aumentos proporcionales de la productividad, por lo que no todo es sacrificio de las empresas en esta propuesta. 

La implementación de la reducción en otros países ha sido paulatina. Chile, por ejemplo, dedicó seis años a debatir la reducción antes de implementarla en este mismo año. Además, lo hizo de forma escalonada, reduciendo una hora por año, hasta llegar a las deseadas 40 semanales. Aun así, el Estado sacó el programa de “Sello 40 horas” con beneficios para las pequeñas y medianas empresas que se adelanten a este cambio paulatino. Colombia, por otro lado, redujo la jornada de 48 a 42 horas, pero dio 3 años para completar la transición.

En el caso de México, desde 1962, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) recomendó la reducción de la jornada laboral, advirtiendo que los mexicanos mantienen desequilibrios notables entre la vida personal y profesional. Y es que en nuestro país, el horario promedio de trabajo es superior al resto de países en Latinoamérica y es el integrante de la OCDE que más horas anuales acumula con 2,172.8  horas trabajadas.

Otro aspecto a considerar para facilitar el cambio es el uso de la tecnología para poder sostener las demandas del cliente y de la nueva norma. La recomendación para los empleadores es trazar una ruta previa a la aprobación porque, como ha sucedido en otros países, la disminución de la jornada laboral va a ser inevitable. Las empresas deberán innovarse y encontrar formas más efectivas de producción.

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OB