Garantizar los derechos humanos en un mundo en constante transformación
¿Qué queremos? Queremos estar seguros, protegidos y sanos. Queremos que las personas a las que apreciamos vivan con dignidad y que aprendan, amen y rían libremente. Queremos la libertad de soñar, aspirar y actuar sin miedo.
La protección de nuestros derechos a hacer todo esto quedó consagrada en la Declaración Universal de los Derechos Humanos hace 75 años y, desde entonces, ha sido nuestra guía en esta materia.
El mundo actual es muy distinto al de entonces. Y el futuro que nos espera augura cambios aún más rápidos.
Los últimos tres años han estado marcados por crisis a escala global. Los conflictos han alcanzado su nivel más alto desde la Segunda Guerra Mundial. Desde Gaza a Ucrania, pasando por el Sudán y Myanmar, se está socavando el derecho de las personas a vivir sin miedo. El cambio climático, provocado por las propias acciones humanas, está despojando a nuestros hijos e hijas del derecho a un futuro saludable y próspero. La pandemia de COVID-19 puso de manifiesto el valor del derecho a una salud para todas las personas.
Tres cuartos de siglo después, nos encontramos en un importante punto de inflexión, en el que debemos recalibrar y reconectar con los principios de la Declaración Universal de los Derechos Humanos si queremos forjar un futuro a la altura de su visión.
Hacerlo no será fácil. Requerirá acciones en muchos aspectos de la vida. Reconociendo esto, desde el PNUD estamos trabajando prioritariamente en siete áreas clave con el objetivo de fortalecer los derechos humanos.
La dignidad y la igualdad de derechos son necesarias y deben garantizarse para todas las personas, incluidas las que viven en crisis y conflictos
El Secretario General de las Naciones Unidas ha hecho un llamamiento para que se preste más atención a los derechos humanos en situaciones de crisis. Abordar y prevenir las causas -y los efectos- de las violaciones de derechos humanos es fundamental para promover la paz, la justicia y la gobernanza inclusiva en contextos de crisis y fragilidad, y es una parte central de nuestro apoyo (disponible en inglés) a los países en crisis.
Desde el PNUD, apoyamos al Comisario de Derechos Humanos del Parlamento Ucraniano para hacer frente a los retos derivados del conflicto en curso y subrayar el compromiso del Gobierno para salvaguardar y promover los derechos humanos en toda Ucrania. En el Sudán (disponible en inglés), trabajamos para proteger los avances en materia de desarrollo al tiempo que apoya el empleo de emergencia y los servicios esenciales como el acceso a energía limpia y sistemas de abastecimiento de agua alimentados por energía solar.
Si no invertimos en derechos humanos, no lograremos los ODS
El 90 % de las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) se ajustan a las obligaciones establecidas en los marcos internacionales de derechos humanos.
Sin embargo, a medio camino de la fecha límite de 2030, el progreso en desarrollo y el cumplimiento de la Agenda 2030 se encuentran amenazados (disponible en inglés) debido a los efectos combinados del cambio climático, los conflictos, las crisis superpuestas de energía, alimentación y economía, y los efectos persistentes de la COVID-19. Los derechos humanos pueden formar parte de soluciones proactivas que ayudan a abordar los retos contemporáneos del desarrollo y a impulsar el progreso hacia la Agenda 2030.
Adoptando un enfoque basado en los derechos humanos, desde el PNUD trabajamos para garantizar que nadie se quede atrás en la lucha por el desarrollo sostenible (disponible en inglés). Por ejemplo, fomentamos la promoción de sinergias entre los sistemas de derechos humanos y los ODS en ocho países, entre ellos, la República de Sierra Leone, el Uruguay y el Pakistán, impulsando tanto la eficiencia como la eficacia de los esfuerzos nacionales para promover los derechos humanos y el desarrollo sostenible.
Las personas defensoras de los derechos humanos deben poder hablar sin miedo
Las personas que defienden los derechos humanos se enfrentan a amenazas alarmantes (disponible en inglés), como intimidación y represalias, en la búsqueda de un objetivo que debería ser una aspiración compartida: la creación de sociedades justas y pacíficas.
En 2022, hubo un incremento del 40 % en los asesinatos (disponible en inglés) de personas defensoras de derechos humanos, periodistas y sindicalistas en comparación con 2021.
Desde el PNUD trabajamos con la sociedad civil, las personas defensoras de derechos humanos (disponible en inglés) e instituciones de derechos humanos nacionales de todo el mundo (disponible en inglés) para garantizar que quienes quieran expresarse tengan la libertad de hacerlo.
Hay que incluir a las personas jóvenes en los esfuerzos para proteger los derechos de las generaciones futuras
Actualmente, en el mundo hay 1,2 mil millones de personas jóvenes. Desde el PNUD reconocemos (disponible en inglés) su importante papel como agentes positivos del cambio.
Tienen soluciones valientes que ofrecer frente a las crisis mundiales y deben recibir apoyo para asumir funciones de liderazgo en la formación de la opinión pública, la defensa de un comportamiento climático responsable y la movilización en favor de un mayor compromiso político de los gobiernos y el sector privado.
Desde el PNUD, hemos ayudado a más de 120 países y territorios a través de nuestra iniciativa Climate Promise, y ahora la mayoría de ellos dan prioridad a jóvenes dentro de sus compromisos climáticos nacionales.