Preparan un gran programa por el centenario de La montaña mágica
Dpa
Periódico La Jornada
Jueves 21 de diciembre de 2023, p. 3
Berlín. ¿Un libro demasiado grueso? Tiene mil páginas de texto y la edición de bolsillo pesa más de medio kilo: así es La montaña mágica, de Thomas Mann.
Más de un lector se queda sin aire en el ascenso a las elevadas montañas literarias. Pero los que son atrapados por la lectura, jamás olvidan el viaje en el tiempo al mundo nevado de las montañas suizas donde se encuentra el sanatorio de lujo Berghof con sus excéntricos residentes.
Ya sea el original en alemán, Der Zauberberg, o bajo títulos como The Magic Mountain, La montaña mágica o La montagna incantata, esta novela de época tiene una comunidad de fans en todo el mundo. En 2024 se celebra el centenario de su publicación.
En Lübeck, donde nació Mann en 1875, la Casa Buddenbrook dará comienzo en enero a un gran programa de aniversario con un ciclo de conferencias, conciertos, proyecciones y debates.
La editorial S. Fischer tiene previsto publicar en el otoño europeo un cuadernillo especial, en el que autores contemporáneos comentan la novela.
Y también en la Casa de Thomas Mann en Pacific Palisades, en la lejana California, donde el Premio Nobel de 1929 vivió 10 años en el exilio, el programa incluirá la Magic Mountain.
Es una novela de época que transcurre antes de la Primera Guerra Mundial, pero que aún hoy tiene mucho que decirnos.
La trama
La novela se ubica en 1907. El flamante ingeniero Hans Castorp viaja de Hamburgo a los Alpes suizos por tres semanas en verano para visitar a su primo Joachim Ziemssen, enfermo de tuberculosis, en el sanatorio Berghof en Davos. El encanto mórbido de la institución, dirigida por el doctor Behrens, lo atrapa y se queda allí. Las tres semanas se convierten en siete años.
¿Qué sucede ahí arriba? Dos intelectuales quieren influir en el joven: el humanista y masón italiano Lodovico Settembrini y su contraparte ideológica, el ultrarreaccionario jesuita Leo Naphta.
Hans pasa una noche de amor con la misteriosa rusa Clawdia Chauchat, que en la novela apenas es insinuada. Es testigo de cómo su primo Joachim y otros residentes del sanatorio mueren. Las cosas se ponen peligrosas para él cuando se pierde en una tormenta de nieve, empieza a alucinar y tiene dificultades para encontrar el camino de vuelta al Berghof.
Envueltos en mantas de lana, los habitantes del Berghof pasan sus días con curas de reposo en los balcones entre cinco comidas diarias que se sirven en siete mesas estrictamente organizadas de manera jerárquica.
▲ Thomas Mann pasó de ser un monárquico que vitoreó la guerra de 1914 a un firme defensor de la República de Weimar. Retrato de Tullio Pericoli, tomado del libro I ritratti, publicado por SiruelaFoto Retrato de Tullio Pericoli, tomado
del libro I ritratti, publicado por Siruela
El tiempo transcurre, los días se vuelven meses, los meses, años, hasta que en 1914 estalla la Primera Guerra Mundial. El ilustre círculo de ese mundo encapsulado en la nieve se disuelve, cada uno sigue su camino, el rastro de Hans Castorp se pierde en los campos de batalla de Flandes. Podría decirse que ocurrió hace mucho tiempo. Pero más allá de que el libro se disfruta por sus grandiosas descripciones de paisajes, sus personajes definidos, los extraordinarios diálogos y la fina ironía de Mann, contiene además muchos temas atemporales: la enfermedad y la muerte, el erotismo, la personalidad, el tiempo, las bases espirituales de Europa, el conflicto entre la sociedad abierta y sus enemigos.
Sociedad de la preguerra
En la obra de Thomas Mann, son el optimista ilustrado Settembrini y Naphta, quien simpatiza tanto con el fascismo como con el comunismo, los que se entregan a disputas interminables y acaban batiéndose en duelo. Hoy son fundamentalistas de diferente tipo los que amenazan la libertad de opinión y la artística.
La montaña mágica es una novela de época que ofrece un panorama de la sociedad en decadencia de la preguerra. Pero además es una novela sobre la experiencia individual del tiempo.
En el peculiar entorno del sanatorio, Castorp y el resto pierden la noción del tiempo. Y también la estructura narrativa de la nove-la juega con este factor: la acción se acelera a medida que avanza la lectura. Mientras la primera mitad del texto (unas 500 páginas) sólo abarca siete meses desde la llegada de Castorp, en la segunda parte se condensan seis años. Thomas Mann se tomó su tiempo para este libro. Comenzó en julio de 1913 y en realidad quería escribir una novela breve como contrapartida desenfadada a Muerte en Venecia, después de haber conocido el mundo de los sanatorios suizos durante la estancia de su esposa Katia en uno de ellos.
Tras el comienzo de la guerra, interrumpió el trabajo y escribió una serie de ensayos. Recién en 1919 retomó La montaña mágica, que llegó a las librerías en noviembre de 1924.
Durante ese tiempo, Mann pasó de ser un monárquico que vitoreó la guerra de 1914 a un firme defensor de la República de Weimar. Con sus programas radiofónicos ¡Deutsche Hörer! desde su exilio en Estados Unidos, se convirtió más tarde en opositor de Adolf Hitler.