Aprendiendo un poco más del solsticio de invierno
La Tierra en su movimiento de traslación alrededor del Sol pasa por cuatro fases que nosotros percibimos como estaciones. La Tierra no está perfectamente posicionada de manera vertical, cuando miramos un documental o alguna imagen de internet siempre nos muestran una inclinación de su eje, de 23.5º aproximadamente. Hace unos días escribí para Meteored un artículo sobre algunas de las características del solsticio. Aquí les cuento, así podemos rectificar informaciones o percepciones erróneas que nos dieron en el colegio.
A simple vista, cuando leemos la palabra solsticio, que ya tenemos muy familiarizada, nos podría venir a la cabeza que tiene que ver con la palabra ‘Sol’. Daríamos en el clavo. ‘Solsticio’ viene del latín ‘solstitium’, como el 70 % de nuestras palabras, y significa ‘Solquieto’. Básicamente se le conoce así porque corresponde con el momento del año en el que los rayos solares llegan de forma perpendicular a uno de los trópicos de nuestro planeta, actualmente al trópico de Capricornio. Esto marca el inicio de las estaciones de verano y de invierno en cada hemisferio de la Tierra.
Y sí, cuando en un hemisferio comienza el invierno astronómico el pasado día 22 en el otro hemisferio se dio la bienvenida al verano. Por culpa de la inclinación de la Tierra, que es otro tema muy interesante, el solsticio se asocia con el día más largo en verano y con la noche más larga en invierno. Básicamente sería que el paso de las estaciones viene dado por la inclinación del eje de la Tierra respecto a nuestra estrella, no la distancia de la Tierra respecto a nuestra estrella.
Hay dos momentos del año en los que la Tierra se posiciona en el solsticio. Pues bien, también hay dos momentos del año en los que la Tierra se encuentra en los equinoccios. La principal diferencia entre estos fenómenos es el ángulo con el que nuestro planeta recibe los rayos de sol. Ahora que ya sabemos que las estaciones vienen marcadas por la inclinación de la Tierra y por cómo inciden los rayos solares, durante los próximos 86 días estaremos en el invierno astronómico, hasta el 20 de marzo, que daremos la bienvenida a la primavera.
También otro dato interesante es que el perihelio (nuestra distancia al Sol más corta) ocurrirá el 4 de enero. Como bien sabemos, ese día no será el más caluroso del año, al menos lo podemos asegurar en el hemisferio norte.