Maersk reanudará el paso de sus barcos comerciales por el Mar Rojo
El gigante del transporte marítimo Maersk se prepara para volver a surcar el paso del Mar Rojo tras las medidas de seguridad anunciadas por Estados Unidos y la Unión Europea para frenar los ataques hutíes que se suceden desde el inicio de la guerra entre Israel y Palestina. «A partir del domingo 24 de diciembre de 2023, hemos recibido confirmación de que la iniciativa de seguridad Operación Guardián de la Prosperidad (OPG) ahora se ha configurado y desplegado para permitir que el comercio marítimo pase a través del Mar Rojo y el Golfo de Adén y volver a utilizar el Canal de Suez como puerta de entrada entre Asia y Europa», afirmó Maersk en un comunicado.
«Con la iniciativa de seguridad en funcionamiento, nos estamos preparando para permitir que los buques reanuden el tránsito por el Mar Rojo tanto en dirección este como oeste», añadió la empresa.
Se trata de la primera de los grandes grupos de transporte marítimo que decide volver a surcar las aguas que enlazan con el Mar Mediterráneo a través del canal de Suez. Sin embargo, la decisión del conglomerado danés no es compartida por todos sus competidores. La alemana Hapag-Lloyd, que suspendió operaciones el mismo día que Maersk, aún no se ha pronunciado y los grandes grupos japoneses han actuado de manera totalmente distinta.
Este lunes, desde el país del Sol Naciente se informaba de que importantes navieras japonesas han decidido cambiar las rutas de sus buques para evitar el Mar Rojo por los ataques delos hutíes, que buscan impedir que barcos relacionados con Israel naveguen frente a sus costas. Según informó hoy la cadena pública japonesa NHK, las compañías Nippon Yusen, Mitsui y Kawasaki Kisen Kaisha, las tres mayores navieras niponas, ya estarían alterando el rumbo de sus cargueros hacia y desde Europa para esquivar el Mar Rojo y evitar así convertirse en objetivo de estos grupos.
Las navieras, así como la empresa transportista de contenedores Ocean Network Express, están desviando la trayectoria de sus buques hacia Sudáfrica, donde rodean el Cabo de Buena Esperanza, a pesar de que la vía fluvial más corta que conecta Asia con Europa es el Canal de Suez, que pasa por el mar Rojo.La decisión llega horas después de que el Departamento de Defensa de Estados Unidos anunciara que un buque cisterna de sustancias químicas de propiedad japonesa (que portaba bandera de Liberia y era operado por una empresa holandesa) fuera atacado el sábado en el océano Índico por un dron procedente aparentemente de Irán.
Diez días sin tráfico marítimo
Fue el pasado día 15 cuando Maersk y la otra gran operadora del sector, Hapag-Lloyd, decidieron suspender el tráfico por el Mar Rojo tras los sucesivos ataques a los navieros. Todo se enmarca en la guerra entre Israel y Palestina. Hasta ahora, los hutíes de Yemen han reivindicado los ataques, perpetrados con misiles navales, y han anunciado que seguirán obstruyendo las naves que tengan vínculos comerciales con Israel.
Hace dos semanas, el portavoz de las Fuerzas Armadas yemeníes, Yahya Sare’e, informó en la red social X sobre la «operación militar» en el MSC Alanya y en el MSC PALATIUM III. También se han atribuido el de la nave Maersk Gibraltar. Es decir, el propio país se involucra en la guerra con sus acciones en el Mar Rojo. De hecho, en la misma comunicación detalló que todos los barcos y puertos del mundo estarán a salvo, excepto los que tengan como destino tierras israelíes.
Los rebeldes están bloqueando el Estrecho Bab al Mandeb como represalia a la guerra en Gaza. Este paso, por el que circula petróleo o gas, se encuentra entre Eritrea, Yibuti, Somalia y Yemen. Es la conexión entre Oriente Medio y el cuerno de África.