Nueva confirmación de la posible habitabilidad de Encelado, la luna de Saturno
Saturno es el sexto planeta del sistema solar en orden de distancia al Sol y el segundo más masivo después de Júpiter —con el que guarda numerosas similitudes, entre ellas la de tener numerosos satélites que orbitan a su alrededor. Los tamaños de estas lunas son extremadamente variables y van desde menos de un kilómetro de diámetro hasta los aproximadamente 5.000 kilómetros de Titán, el satélite natural más grande de este planeta.
En medio de este rango de tamaños se encuentra un satélite muy interesante por su alto potencial astrobiológico. Se trata de Encelado, el sexto satélite natural más grande, con un diámetro de poco menos de 500 km.
Los datos recogidos por la sonda Cassini son fundamentales
Entre 2004 y 2017, la sonda Cassini de la misión interplanetaria conjunta NASA/ESA/ASI recopiló una enorme cantidad de información sobre este satélite, que ahora ha sido analizada cuidadosamente por un grupo de investigación de la Universidad de Harvard que ha publicado un nuevo estudio en la revista Nature Astronomy en la que afirman haber encontrado más evidencias de la potencial habitabilidad de este cuerpo celeste.
Al parecer en la luna Encelado existen numerosas moléculas, entre ellas metanol, oxígeno, hidrocarburos oxidantes, acetileno, propileno y ácido cianhídrico que, según el conocimiento que tenemos, constituyen la base para el origen de la vida.
Los datos en los que se centraron los investigadores son los recogidos por el espectrómetro INMS (Ion and Neutral Mass Spectrometer), capaz de determinar la composición química, elemental e isotópica de los componentes gaseosos y volátiles de partículas neutras e iones de baja energía.
Luego tuvieron que utilizar modelos matemáticos y estadísticos para comprender cómo se combinan los distintos elementos para formar moléculas y compuestos en este planeta.
¿Por qué son tan importantes estas moléculas?
La primera molécula identificada fue la del ácido cianhídrico, a partir de cuya polimerización es posible lograr la formación de bases nucleares y aminoácidos, es decir, los constituyentes básicos para la construcción del ADN y de las proteínas, es decir, las macromoléculas biológicas en la base de vida.
Pero no solo eso, también se encontraron hidrocarburos parcialmente oxidantes, metanol y oxígeno molecular, que ponen de relieve la existencia de un ambiente oxidante en el que puede haber producción de energía, fundamental para potencialmente sustentar la vida.
La mayoría de estas moléculas se encontraron en las columnas de Encelado, enormes géiseres que lanzan partículas de hielo al espacio desde el océano de agua líquida presente bajo la superficie helada del satélite.
La presencia en esta luna de las moléculas más importantes en la base de la vida, combinada con la presencia de compuestos oxidantes capaces de producir energía que permita su sustento, es una prueba más de que en Encelado se cumplen los requisitos básicos para la habitabilidad.
Referencia de la noticia:
Peter, J.S., Nordheim, T.A. & Hand, K.P. Detection of HCN and diverse redox chemistry in the plume of Enceladus. Nat Astron (2023).