Grifols, una empresa del Dow Jones de Sostenibilidad con un talón de Aquiles en la gobernanza
La debacle bursátil y de reputación que está sufriendo Grifols tiene mucho que ver con su gobierno corporativo, con la G de ESG, acrónimo que también alude a las cuestiones ambientales y sociales. Este mismo jueves lo señalaba Beltrán de la Lastra, presidente y director de inversiones de Panza Capital: «A Grifols la descartamos por su gobernanza […]. Gotham ha hecho una descripción de manera exagerada para hacer el mayor daño posible a la compañía y ganar dinero, pero la gobernanza de la empresa no pasa el filtro. No todas las empresas familiares tienen un buen gobierno corporativo», aseguró en un encuentro con medios de comunicación. Visite el portal especializado elEconomista ESG.
En general, los expertos consultados por elEconomista.es se refieren a la «opacidad» que caracteriza a la gobernanza de Grifols, empresa de la que dicen que está inmersa en un «ambiente muy cerrado» por una cuestión «cultural».
Tratándose de una cotizada del Ibex 35, son varias las agencias que emiten calificaciones ESG para Grifols. No valoran especialmente bien a la empresa de hemoderivados en gobierno corporativo; pero tampoco dramáticamente mal. Institutional Shareholder Services (ISS, la agencia de referencia en puntuaciones de gobernanza), le da un 4 sobre 10 (1 es la mejor nota posible, 10 la peor). Diecisiete cotizadas del Ibex 35 puntúan mejor que Grifols (por ejemplo, Santander o Endesa sacan sendos 1), pero también hay once que están peor (IAG recibe un 8). Nos referimos en concreto a la nota específica en la G, lo que incluye, por ejemplo la composición del consejo de administración, la forma de retribuir a la cúpula o los nombramientos de consejeros.
Ni buena nota, ni tampoco mala
La nota general en ESG que le da otra agencia de referencia, S&P Global, es parecida a la de ISS: ni buena, ni mala. Grifols obtiene un 63 sobre 100. Y en la parte específica de la G, S&P le otorga más o menos lo mismo, un 62 sobre 100. Cierto es que su sector -biotecnología- no destaca, precisamente, por sus buenas puntuaciones: la media de esta industria es 31 sobre 100, un suspenso flagrante. En cualquier caso, está por ver si los proveedores actualizan estas notas, algo que suelen hacer cuando se producen controversias de este calibre.
«No me sorprendería que los financiadores exigieran que la familia se apartase del día a día de la compañía», opina un experto
Quizá el hecho de que Grifols destaque en ESG dentro de su sector la haya ayudado a estar dentro del índice ESG de referencia: el prestigioso Dow Jones Sustainability World Index, un selectivo que es propiedad de S&P Global. En diciembre se anunció la nueva composición del indicador, y Grifols volvió a ser incluida, por tercer año consecutivo. Recordemos que sólo 16 empresas españolas logran meterse en el Dow Jones mundial de Sostenibilidad, que recoge a 321 compañías de todo el globo.
Cómo es el consejo de administración
Si analizamos su consejo de administración, actualmente éste cuenta con 11 miembros (sigue estando vacante un sillón, con el que serían 12, pero por ahora no se ha ocupado; se trata del que dejó Steven Mayer, quien fuera durante unos meses presidente ejecutivo). De esos 11 miembros, cuatro son mujeres; no llegan al 40% que recomendaba tener la CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores) ya en 2022. Una recomendación que, por otro lado, ya será obligación en junio de 2024, debido a la entrada en vigor de la Ley de Representación Paritaria aprobada el pasado mes de diciembre. Por otro lado, Grifols cuenta con seis consejeros independientes (aquí sí cumple con la recomendación de la CNMV, del 50%).
Hay tres miembros de la saga Grifols sobre ese total de 11 consejeros: Raimon Grifols Roura (vicepresidente), Víctor Grifols Deu y Albert Grifols Coma-Cros, consejero ejecutivo. Este último fue nombrado el mes pasado: el 18 diciembre de 2023, dejó el consejo un Grifols -Víctor Grifols Roura, el que había sido CEO y presidente-, y esa entrada de Albert Grifols mantuvo intacta la, por llamarla de algún modo, cuota Grifols en el órgano de administración. Le puede interesar: Los analistas muestran su confianza en Grifols.
Fuentes del mercado explican que, por encima del peso que tienen los Grifols en el consejo, más relevante es su presencia en el comité de dirección, con Raimon Grifols Roura como director Corporativo y Víctor Grifols Deu como director de Operaciones. «No sería una sorpresa que los financiadores de la compañía exigieran que estas personas se apartasen del día a día de la compañía», en una salida progresiva y «más bien rápida» del consejo, pero principalmente del comité de dirección. La clave es, en su opinión, que la compañía «no se ha modernizado, no se ha profesionalizado» en la medida en que lo requiere una empresa del Ibex 35. Regla cumplida en ESG: Los dividendos suben más que los sueldos de los directivos del Ibex 35.
Rechazo a las retribuciones
Los inversores ya mostraron, y con fuerza, en la última Junta de Accionistas, celebrada el pasado mes de junio de 2023, su rechazo a las retribuciones estipuladas por Grifols para su cúpula. El voto negativo fue abrumador. Un 37% de los accionistas manifestó estar en contra del punto número 11 del orden del día, relativo a la aprobación de la política de remuneraciones de los consejeros. Entre otras cosas, se establecía una asignación fija para el Presidente de Honor (Víctor Grifols Roura) de 965.000. Peor todavía fue la acogida del plan de stock options propuesto por la empresa, que cosechó un voto negativo del 43%. Este plan beneficiaba directamente al director de Operaciones (Víctor Grifols) y al director general Corporativo (Raimon Grifols), «además de los miembros de la alta dirección». Esos elevados porcentajes de rechazo no son habituales entre las cotizadas españolas.
Otro de los puntos que critican los expertos consultados por elEconomista.es es la excesiva permanencia de los auditores de Grifols, que no se considera una buena práctica. KPMG ha auditado las cuentas de la compañía durante más de 20 años.
Grifols no es la única empresa presente en el prestigioso Dow Jones sostenible que sufre un golpe en su gobernanza. Salvando las distancias, que son muchas, la tecnológica Indra vivió en junio de 2022 momentos muy complicados en su gobierno corporativo, cuando se produjo el cese en bloque de sus consejeros independientes. Aquello hundió la cotización de la compañía y puso en tela de juicio la calidad de la gobernanza del grupo. En aquel momento, Indra también se encontraba (y todavía sigue haciéndolo) entre las pocas españolas elegidas por el preciado selectivo sostenible de S&P Dow Jones.