Pemex gastó más de 500 millones para reparar ductos en 2023
Con base en información de Pemex consultada por EMEEQUIS, en 2023, el monto destinado para reparar ductos fue de 549 millones 358 mil 457 pesos, lo que representa el pago de 87 mil 61 becas de Jóvenes Construyendo el Futuro, para un delito que se supone se había erradicado.
EMEEQUIS.– Durante 2023, el costo para reparar los ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex) que grupos de huachicoleros perforaron para sustraer gasolinas a través de tomas clandestinas ascendió a 549 millones de pesos, que equivale a 114 mil 449 pensiones para personas de la tercera edad, por la comisión de un delito que, de acuerdo con el presidente Andrés Manuel López Obrador, estaba “prácticamente” erradicado desde septiembre de 2019.
Con base en información de Pemex consultada por EMEEQUIS, en 2023, el monto destinado para este fin fue 549 millones 358 mil 457 pesos, que también representa el pago de 87 mil 61 becas de Jóvenes Construyendo el Futuro, el programa federal implementado por la actual administración federal, que el año anterior dio un subsidio mensual de 6 mil 310 pesos (este 2024 subirá a 7 mil 572 pesos).
La cantidad destinada a sellar las tomas durante 2022 es similar: fueron 561 millones 239 mil 644 pesos. En tanto, las perforaciones a los ductos para sustraer hidrocarburos, desde diésel gas y petroquímicos hasta aditivos y turbosina –combustible para aviones–, sumaron 21 mil 397 entre 2022 y 2023.
De acuerdo con los registros oficiales de la Gerencia de Transporte, Mantenimiento y Servicio a Ductos, las reparaciones de oleoductos por los que atraviesan crudo ligero han oscilado, mayoritariamente, entre los 55 mil es de 150 mil pesos por cada uno, aunque los casos son variables.
Incendio en un ducto de Pemex por toma clandestina. Marzo de 2023 en Tabasco. Foto: Carlos Canabal / Cuartoscuro.com.
Igualmente, la petrolera maneja dos conceptos que difieren: monto estimado de inhabilitación, y monto de reparación, que en ambos casos considera las labores para subsanar el daño ocasionado a la infraestructura que traslada el hidrocarburo, hasta sellar el ducto.
En “reparación”, Petróleos Mexicanos cuantificó 33 millones 92 mil 654 pesos entre enero de 2022 y octubre de 2023. El monto es menor que el “estimado” de inhabilitación. No obstante, este de “reparación”, que desagrega el costo por cada ducto sellado, no incluye todas las tomas clandestinas registradas en ese bienio, sino que reporta los daños causados prioritariamente en Tabasco y algunos reportes de Chiapas y Veracruz, cuando sólo Hidalgo, Jalisco y Estado de México, las entidades con más huachicol, concentran más del 60 por ciento de tomas clandestinas en el país. De estos no hay reportes por sus “reparaciones”.
Toma clandestina en Querétaro (Diario de Querétaro).
En estas estadísticas también se observan las variables al alza que implica el costo de las reparaciones. Por ejemplo, el 30 de junio de 2022, costó 662 mil 854 pesos subsanar un ducto “ordeñado” en Cárdenas, Tabasco. Asimismo, entre los gasolinoductos dañados por la ordeña que traslada condensados amargos hay pagos por montos variables, como 350 mil pesos para sellar una toma en Jalapa, Tabasco, y otro por 407 mil pesos en Reforma, Chiapas, entre marzo y mayo de 2022.
Ya en 2023, hay pagos de 25 mil pesos para reparar un oleoducto drenado en Cunduacán, Tabasco, que trasladaba crudo ligero, el 31 de octubre, y otros, como 300 mil pesos para uno en Cárdenas, el 26 de septiembre, y de 175 mil pesos para arreglar un gasolinoducto por el que transitan condensados amargos en Centro, también Tabasco, el 16 de octubre.
En el concepto de “monto estimado de reparación”, Pemex reporta las 10 mil 93 tomas clandestinas registradas en 23 estados hasta octubre de 2023. No obstante, no desagrega por cada caso, para dar a conocer las cantidades individuales que conforman la cifra final de 549 millones 358 mil 457 pesos.
En el último año, Hidalgo se mantuvo como la entidad con más ordeña de ductos en el país, posición que ostenta desde 2018. Los sitios de extracción de crudo se concentraron en 23 municipios, entre el Valle del Mezquital –la de mayor incidencia local, con municipios como Tlaxcoapan, Atitalaquia, Tula, Tezontepec, Chapantongo, Tepeji y Tlahuelilpan–, el altiplano hidalguense, la zona metropolitana de Pachuca y el Valle de Tulancingo. En esta última región se ubica Cuautepec, que es la localidad con mayor número de tomas clandestinas no sólo en Hidalgo, sino a nivel nacional, con 417.
En todas, grupos de huachicoleros y cárteles libran una batalla por el dominio del territorio, que se extiende a las fronteras y estados aledaños: En Cuautepec, hacia la sierra norte poblana; en el Altiplano, hacia Tlaxcala y Puebla, mientras que en el Valle del Mezquital y la región de Huichapan, hacia Querétaro y el Estado de México.
El discurso donde dijo que el huachicol está «prácticamente» erradicado, el 1 de septiembre de 2019. Video: Aristegui / Cepropie.
En septiembre de 2019, el presidente López Obrador sostuvo con relación al huachicol que, a esa fecha, “hemos podido eliminar prácticamente esta actividad delictiva”, en la que centró su combate en materia de seguridad. Aseguró que no fue fácil por el sabotaje en instalaciones y acusó que los gobiernos anteriores no hacían nada para combatirlo.
Después de las 3 mil 232 perforaciones que los reportes de reparación de daños consideraban en Hidalgo hasta octubre, Jalisco sumó mil 972 ordeñas en 12 municipios, con Zapotlanejo, Tototlán, Ayotlán y Atotonilco El Alto como los principales, y Estado de México, mil 121, liderado por Jilotepec, Soyaniquilpan de Juárez y Huehuetoca.
Con base en los registros de Seguridad Física de Pemex, el huachicoleo mediante tomas clandestinas sigue presente en 24 entidades: Aguascalientes, Baja California, Chihuahua, Ciudad de México, Coahuila, Durango, Guanajuato, Hidalgo, Jalisco, Estado de México, Michoacán, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz y Yucatán.
@axelchl
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