Pedagogía minera (2 de 2) – LaRepublica.co
Continuando con nuestra columna de la semana pasada…
La humanidad siempre ha estado ligada a la minería. La edad de piedra, la edad de los metales, la edad del bronce (aleación de cobre y estaño) y la edad de hierro, por nombrar algunas, dan cuenta y evidencia que sin la actividad minera, la calidad de vida de la humanidad y su respectivo progreso y desarrollo tecnológico, no hubiese sido posible.
En este sentido, la extracción minera de arenas ricas en sílice (y carbonato de sodio y caliza), es esencial para la fabricación de vidrios de diferentes calidades, colores y espesores. Usos para el embotellamiento de aguas, alimentos, cervezas, gaseosas, medicamentos, licores, perfumes, entre otros, dan cuenta de lo necesario que es para la vida diaria la utilización de este tipo de recurso natural no renovable (pero reciclable). Así que cuando te encuentres disfrutando de una deliciosa bebida, recuerda que la materia prima para su elaboración proviene de una mina. Adicionalmente, las arenas ricas en borosilicatos, indispensables para la fabricación de viales (ampollas) para el proceso de vacunación mundial, hacen parte de aquellos elementos que día a día necesitamos para garantizar nuestra calidad de vida.
Por otro lado, para la elaboración de productos cosméticos es indispensable la extracción de materias primas minerales que deben ser trituradas y molidas de manera muy fina y que conjuntamente con pigmentos que aportan el color, conforman las diferentes clases de productos cosméticos que se utilizan hoy en día. Minerales como el óxido de hierro y la mica, dióxido de titanio y óxido de zinc, sales de calcio y caolines (color, cobertura, barrera contra rayos solares, luminosidad, pigmentación, respectivamente), dan cuenta de la importancia de la actividad minera.
Asimismo, en todas y cada una de nuestras viviendas, la utilización del hierro, calizas, arcillas y carbón, son esenciales para que con la ayuda de los arquitectos, constructores e ingenieros y obreros, podamos disfrutar de las viviendas que habitamos. El hierro, como el elemento que ayuda a dar rigidez y estabilidad a la mezcla de cemento y material de arrastre, para conformar las columnas y vigas de concreto sobre las que se levantan nuestros hogares. Las calizas, como materia prima fundamental para la fabricación de cementos de diferentes resistencias. Las arcillas, para la elaboración y fabricación de baldosas, ladrillos, pisos y tejas que nos protegen de las inclemencias del sol y las lluvias. Y finalmente, el carbón, que con la ayuda de las calizas y el hierro, son la mezcla perfecta para la fabricación de aceros, que utilizamos en nuestras cocinas.
El proceso de preparación diaria de los alimentos que consumimos, sin la actividad minera, sería imposible de llevar a cabo. Las ollas de barro (arcillas) en la cocina tradicional. Las ollas de aluminio en la cocina moderna. Los utensilios de cocina tales como cucharas, cuchillos y tenedores, cuyo elemento principal es el níquel. Las arcillas para la fabricación de las vajillas y pocillos (relacionados todos con la industria cerámica).
Para terminar, los invito a reflexionar de una manera consciente sobre todos los elementos que tenemos alrededor y que hacen parte de nuestro bienestar y que indiscutiblemente provienen de las riquezas naturales que poseemos y extraemos por medio de procesos mineros sostenibles y en armonía con el medio ambiente.