Un millón de muñecas gitanas desde Chiclana y hasta una foto con Marilyn
En los aos 60 y 70 una caja rectangular, con panza y pantalla de cristal convexo se hizo omnipresente en los salones de los espaoles. Con un solo canal, primero, y uno adicional (la UHF, luego la 2) a partir de 1966, el televisor era el autntico rey de la casa y encima del aparatoso invento en muchas casas una gitana a pequea escala pareca que iba a arrancarse por buleras. Cuidadosamente ataviada con un traje de flamenca, algunas veces con un par de castauelas en las manos, la cabeza erguida, una sonrisa en la boca y una mirada viva, la gitana era el complemento indispensable del televisor.
Aquellas muecas salieron todas de la fbrica que Pepe Marn fund en su pueblo, en Chiclana de la Frontera, y se convirtieron en smbolo de toda una poca, adems de en el souvenir ms reclamados para las maletas de los guiris que volvan despus de su racin de sol, playa y paella. Pero un da la gitana se cay de la tele y de icono pas a un recuerdo kitsch denostado… y, luego, olvidado.
Hasta hoy. O mejor dicho, hasta hace unos das, cuando la gitana de Marn volvi a la vida con ocho metros de altura y doce metros de ancho, con un vestido firmado por el diseador de alta costura Leandro Cano y con esa mirada vivaz que le dio su creador. Plantada, como si fuera una falla (aunque no lo era), en plena plaza de Callao de Madrid, la gitana ha resucitado a base de cervezas. Es la protagonista absoluta de la ltima campaa publicitaria de la marca sevillana Cruzcampo, que est causando furor (sobre todo en las redes sociales) y que ha unido a la icnica mueca con el genio de Camarn y una grabacin indita que haba permanecido olvidada, como la gitana, durante tres dcadas.
La resurreccin le ha sentado tan bien que en los principales portales de compra y venta y subastas se ha disparado el inters por las piezas, de autntica coleccin, que quedan de aquella factora que cerr sus puertas en 2014 vctimas del made in China y despus de que las camisetas de ftbol desplazasen a la gitana de las estanteras de las tiendas de recuerdos para turistas. Esta misma semana se podan encontrar piezas de la gitana que Pepe Marn dedic a Lola Flores por la friolera de 975 euros en Wallapop.
Muecas Marn se llamaba la empresa familiar que mont Pepe despus de que sus muecas de trapo pintadas a mano se vendiesen como rosquillas en la Plaza Mayor de Madrid, adonde haba emigrado con poco ms de 20 aos buscando dar salida a su vocacin artstica.
«Era muy artista, pintaba y aprendi a tocar el piano de odas», recuerda su hijo y heredero, Ernesto Marn. l fue el ltimo gerente del negocio y antes que l su hermana, Anita, haba cogido las riendas cuando la salud abandon al patriarca, al padre de la gitana, y se retir.
Cuenta Ernesto que aquel invento de la mueca surgi por pura necesidad, porque su padre no tena dinero para pagar la pensin en la que se hospedaba en Madrid y que, al comprobar el xito de sus creaciones, vio el filn. En un local alquilado, de vuelta a Chiclana, empez a fabricar sus muecas y ah fue donde naci la gitana, que pronto despeg en ventas. Conquist mercados tan exticos entonces como el japons y se venda incluso en pasteleras italianas. En el mejor ao de la empresa, llegaron a venderse un milln de muecas.
La gitana triunfaba y evolucionaba. Las primeras tenan la cara de barro cocido, luego pasaron a ser caucho y la revolucin lleg con el plstico. «Eran nicas, no son muecas, son como esculturas pequeas de color carne, son nicas en el mundo», subraya Ernesto, que paladea el segundo xito de las gitanas Marn como si se tratase de un acto de justicia divina, tras el olvido de dcadas al que fue condenado el genio de su padre.
Ernesto ha bautizado a la gitana de la campaa de la cerveza sevillana con un nombre que ni pintado. La ha llamado Mari Cruz del Campo y se ha convertido, explica Mara Ruiz Sanguino, directora de marca de Cruzcampo, es «smbolo de revolucin y empoderamiento».
Ms de un ao han trabajado los creativos de la agencia Ogilvy con los de Cruzcampo en esta campaa -«todo sentimiento y orgullo»- que tiene cuerda, apunta Ruiz Sanguino, para rato y una banda de sonora de excepcin. Ella fue la que, por azar, se top con el audio de Camarn cantando a la Cruzcampo en un momento de relax cuando grababa, en 1989, su famossimo Soy Gitano en los estudios El Bola de Sevilla. «Estaba esperando el momento perfecto», resume la directiva de la compaa cervecera.
El momento es ahora y, entre cervezas y la voz rota de Camarn, la gitana de Marn ha vuelto a la vida.