El sorprendente árbol ‘extraterrestre’ de hace 350 millones de años hallado bajo tierra
¿Cómo eran los árboles hace 350 millones de años? Es difícil saberlo porque se conservan muy pocos fósiles completos que incluyan tronco y copa. De hecho, pueden contarse con los dedos de una mano los árboles que han llegado enteros hasta nosotros desde tan remotas épocas. Ahora, un nuevo hallazgo ha puesto patas arriba la imagen que tenemos de los árboles prehistóricos. Su aspecto resultaría hoy realmente sorprendente, digno de una película de ciencia ficción o de apariencia extraterrestre.
Cinco fósiles de árboles que quedaron sepultados a causa de un terremoto cuando aún estaban vivos, hace 350 millones de años, fueron hallados en una cantera de la provincia canadiense de Nuevo Brunswick, según un estudio publicado en la revista científica Current Biology.
Los autores afirman que estos nuevos e inusuales árboles fósiles no solo tienen una forma sorprendente, sino que aportan pistas sobre un período de la vida en la Tierra del que sabemos muy poco.
«Son cápsulas del tiempo», dijo Robert Gastaldo, paleontólogo y sedimentólogo que dirigió el estudio, «literalmente son ventanas abiertas a paisajes y ecosistemas de tiempos muy antiguos».
Los coautores Olivia King y Matthew Stimson desenterraron el primero de los árboles antiguos en 2017 mientras hacían trabajo de campo en una cantera de roca en New Brunswick. Uno de los especímenes que descubrieron es uno de los pocos casos en todo el registro fósil de plantas (que abarca más de 400 millones de años), en el que las ramas y las hojas de la copa de un árbol aún están unidas a su tronco.
Según Gastaldo, se han encontrado pocos fósiles de árboles que se remonten a los primeros bosques de la Tierra. «Solo hay cinco o seis árboles que podemos documentar, al menos del Paleozoico, que se conservan con la copa intacta», afirma Gastaldo, profesor de Geología del Colby College de Waterville, Maine.
La mayoría de ejemplares de árboles antiguos que se conservan son relativamente pequeños y a menudo se descubren en forma de tronco fosilizado con un tocón o sistema radicular adosado. Pero en este caso, los científicos encontraron un árbol conservado que podría haber medido 4,5 metros de altura en su madurez, con una copa de 5,4 metros de diámetro, lo que dejó al paleontólogo «boquiabierto», según declaró.
Sepultados por un terremoto
Los investigadores excavaron el primer árbol fósil hace unos siete años, pero tuvieron que pasar otros tantos para que se encontraran otros cuatro ejemplares de la misma planta, todos muy próximos entre sí. Nombrada como ‘Sanfordiacaulis’, la nueva especie identificada fue bautizada en honor de Laurie Sanford, propietaria de la cantera donde se desenterraron los árboles.
Según el estudio, las formas que adoptan estas plantas desconocidas de 350 millones de años de antigüedad se asemejan a las de un helecho o una palmera actuales, a pesar de que estas especies arbóreas no fueron descubiertas hasta 300 millones de años más tarde.
Pero mientras que las copas de los helechos o las palmeras que conocemos tienen pocas hojas, el ejemplar más completo de los fósiles recién descubiertos tiene más de 250 hojas conservadas alrededor de su tronco, y cada hoja parcialmente conservada se extiende alrededor de 1,7 metros de longitud.
Según Stimson, conservador adjunto de Geología y Paleontología del Museo de Nuevo Brunswick, el fósil estaba enterrado en un peñasco de arenisca y tiene aproximadamente el tamaño de un automóvil pequeño.
La singular fosilización del grupo de árboles se debe probablemente a un «catastrófico» deslizamiento de tierras provocado por un terremoto: «Estos árboles estaban vivos cuando se produjo el terremoto. Quedaron enterrados muy rápidamente en el fondo del lago, y luego el lago volvió a la normalidad», explicó Stimson.
Según Peter Wilf, profesor de Geociencias y paleobotánico de la Universidad Estatal de Pensilvania, que no participó en el estudio, encontrar árboles fósiles completos es poco frecuente y mucho menos común que encontrar un dinosaurio completo. Wilf señaló por correo electrónico que el «inusual» nuevo árbol fósil era una reliquia de un período de tiempo del que casi no hay fósiles de árboles, según informa CNN.
Un “experimento fallido” de la evolución arbórea
La evolución de los seres vivos es en realidad un proceso experimental, en el que las especies van ensayando el éxito y el fracaso, y el éxito suele medirse por la versatilidad de una especie, o su capacidad para adaptarse a muchos lugares y condiciones diferentes. El peculiar conjunto de fósiles arbóreos presenta la prueba de un «experimento fallido de la ciencia y la evolución», añadió Stimson. Y es que este diseño de árbol no duraría mucho tiempo, pues terminaría extinguiéndose.
Fósiles como el Sanfordiacaulis no solo son útiles para ayudar a los humanos a comprender cómo cambió la vida en el pasado, sino que pueden ayudar a los científicos a averiguar hacia dónde podría dirigirse la vida en nuestro planeta.
Gastaldo lo considera un indicio de que las plantas, al igual que los primeros invertebrados, estaban experimentando con su adaptación al medio. El terremoto que probablemente provocó la fosilización de los árboles también ofrece nuevas pruebas geológicas de lo que pudo haber estado ocurriendo en los sistemas de la Tierra en ese mismo momento.
Estudio de referencia: https://www.cell.com/current-biology/fulltext/S0960-9822(24)00011-3
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