OpenAI, creadora de ChatGPT, es valuada en u$s86.000 millones y permite a empleados vender acciones
OpenAI, la empresa creadora de ChatGPT, otorgó un valor a la compañía de u$s86.000 millones. Al mismo tiempo permitirá a sus empleados vender acciones en el mercado
La operación de oferta valoró a OpenAI en u$s86.000 millones, precio que convierte a la startup de inteligencia artificial (IA) en una de las más valiosas del mundo. Thrive Capital, la firma de capital de riesgo dirigida por Josh Kushner, sería la compañía que liderará la operación en cuestión, aunque tanto esa compañía como OpenAI declinaron hacer comentarios, de acuerdo a la agencia Bloomberg.
La venta de acciones estaba prevista para el año pasado, pero se retrasó tras la destitución del CEO, Sam Altman, en noviembre. Desde entonces, la empresa volvió a contratar a Altman y está en proceso de nombrar un nuevo consejo de administración.
Además de la oferta pública de adquisición, OpenAI también debatió la obtención de nuevos fondos que podrían situar a la empresa en una valoración aún mayor, de más de u$s100.000 millones. Al mismo tiempo, Altman está trabajando para recaudar miles de millones de dólares con el fin de aumentar el suministro mundial de chips informáticos de última generación.
El aumento del valor de OpenAI se produce más de un año después de que la empresa deslumbrara al público con el debut del chatbot de IA ChatGPT. El lanzamiento desató un frenesí de IA en Silicon Valley, con gigantes tecnológicos, inversores y startups compitiendo por hacer avanzar la tecnología.
OpenAI fue hasta ahora líder, con acuerdos para conseguir u$s13.000 millones de Microsoft Corp., además de financiación de otros inversores. A principios de esta semana, OpenAI presentó Sora, un generador de texto a vídeo capaz de producir videoclips cinemáticos a partir de mensajes de texto.
¿Cómo funciona Sora, la nueva IA de OpenAI?
«Sora es capaz de generar escenas complejas con múltiples personajes, tipos específicos de movimiento y detalles precisos del sujeto y el fondo. El modelo entiende no sólo lo que el usuario pidió, sino también cómo son las cosas en el mundo real», explicaron desarrolladores de OpenAI.
Sora no es el primer intento de crear un motor generativo que consiga elaborar escenas en movimiento. Sin embargo, hasta ahora todos los intentos desarrollados dejaban bastante que desear: la Inteligencia Artificial no era capaz de mantener la coherencia entre las distintas imágenes que componen una secuencia de video.
Desde manos deformes a ropa que cambia de color, las distintas herramientas volcadas al mundo de la filmación no lograban conseguir un producto realista. Pero el lanzamiento de Sora promete romper con este techo.
Si bien Sora cuenta con sus propios fallos, el avance esta a la vista ya que logra escenas mucho más realistas que la inmensa mayoría de herramientas y, quizás más importante, con una duración mayor de tiempo, de hasta un minuto. También destaca la buena resolución del material creado por la IA, equivalente a 1080p.
El motor de la Inteligencia Artificial logra crear escenas convincentes de animación tridimensional o mezclar objetos realistas con otros claramente generados por ordenador. Si el usuario no se detiene en los detalles más pequeños, el video es prácticamente indistinguible de una filmación real y abre un nuevo panorama de posibilidades y desafíos.