El ser humano es la única especie capaz de luchar contra el hambre y frenar el cambio climático
Así lo denunció en la presentación en Madrid de la nueva campaña de la organización católica, que pone el foco en que la población más vulnerable sufre con mayor intensidad los efectos del cambio climático. Para analizar la percepción que tiene la sociedad española de esa realidad, Manos Unidaspresentó los resultados de una encuesta a jóvenes sobre la justicia climática. Sólo uno de cada diez tienen una idea de lo que es, aunque el 75% de los españoles entre 18 y 42 años piensa que la crisis climática es real. Además, seis de cada 10 cree que dicha crisis contribuye a la desigualdad en el mundo.
Durante el acto de la inicios de mes, la presidenta de Manos Unidas, Cecilia Pilar, explicó que la campaña anual de 2024 se enfoca en la falta de cuidado del medio ambiente, que afecta sobre todo a los millones de personas de países desfavorecidos que en poco o en nada han contribuido a esa situación. «Maltratamos sin piedad y con gran ingratitud como si hubiera un recambio que no existe», lamentó, denunciando que los países ricos tienen una «deuda» con los países del sur, cuyas poblaciones son las que menos se benefician de la producción.
Codicia sin escrúpulos
Para Pilar, el Papa es una de las voces más relevantes contra el maltrato al planeta, que la ONG detecta en los más de 50 países de África, Asia y América donde trabaja, con proyectos para defender los derechos humanos a la alimentación, al agua limpia, a la salud y a una vida digna, entre otros. «Son personas que sufren por la codicia sin escrúpulos» de otros que les ponen en riesgo. Para ayudarlos, Manos Unidas destina 4,5 millones de euros a proyectos de agua y medio ambiente, en cuestiones como la desforestación, las energías renovables limpias y la educación ambiental y evitar que las poblaciones autóctonas no puedan sobrevivir en sus tierras y verse obligadas a migrar.
» El 2022 fue el año en que se produjeron más desplazamientos», señaló la presidenta, que avisó que «aunque muchos niegan la mayor» con el cambio climático «este rumbo no nos llevará a buen puerto» y que «todos podemos contribuir con cambios en los estilos de vida», dijo en referencia a usar más el transporte público y evitar el consumo «indiscriminado» de moda y tecnología. En la presentación de la campaña también dieron su testimonio la misionera en Kenia María Soledad Villigua, que habló del impacto de la sequía extrema que azota la zona de Turkana y que está provocando un aumento de los fenómenos migratorios de la población más vulnerable; y del abogado hondureño Donald Hernández, defensor de derechos humanos, que relató los efectos de la crisis climática provocada por las explotaciones mineras, las producciones agrarias monocultivistas y las políticas energéticas en Honduras.