Chiles secos, dulces de tamarindo y alimentos para bebés, los más contaminados por plomo
Después de analizar a los 103 productos que más consumimos en México, investigadores de la Universidad Iberoamericana y de los institutos nacionales de Salud Pública y de Rehabilitación y la organización ambientalista Pure Earth encontraron que tres exceden los límites máximos permitidos de plomo establecidos por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y por la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo que implica un riesgo para la salud de quien los consume.
Chiles secos, dulces de tamarindo y alimentos para bebés hechos con harina de arroz y harina de trigo adquiridos en la Ciudad de México rebasan el tope de los 0.20 mg de plomo por kilo de producto en alimentos.
En entrevista, la doctora Alejandra Cantoral Preciado, Coordinadora de la Clínica de Nutrición de la Ibero, aseguró que el hallazgo de plomo en productos de alto consumo no es nuevo, pero tampoco es una contaminación que se vigile de manera sistematizada.
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“El monitoreo de hasta mil contaminantes en alimentos es una labor constante que se hace en Estados Unidos, China y Gran Bretaña, pero en México no existe, por eso realizamos este primer esfuerzo que analizó frutas, verduras, leguminosas, cereales y productos industrializados”, comentó la académica. “Los más afectados pueden ser los niños más pequeños, por eso es necesario este tipo de monitoreo, desde los suelos mismos de cultivo, los sistemas de riego, incluso la calidad del aire”.
Los productos revisados por el grupo de especialistas fueron adquiridos en la Central de Abastos, el Mercado de la Viga y supermercados de la Ciudad de México, principales lugares donde se adquieren los productos de consumo diario.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición, publicada en 2018, en México más de 17% de los niños entre 1 y 4 años tienen intoxicación por plomo (valores superiores a 5 μg/dL en sangre), superando ampliamente a lo reportado en Estados Unidos de 2.0% en niños del mismo grupo de edad.
A nivel mundial existe una creciente preocupación por la presencia de sustancias tóxicas en los alimentos que consumimos regularmente, entre los que figuran el plomo, considerado por la OMS como uno de los diez elementos tóxicos de mayor preocupación por los efectos que ocasiona, especialmente en niños pequeños y mujeres embarazadas, ya que puede causar daños permanentes al cerebro en desarrollo, lo que afecta la estructura y función del sistema nervioso.
Foto: (Cuartoscuro)
Estos daños persisten en la vida adulta, sostiene en un comunicado la Ibero, afectando a casi todos los órganos y sistemas.
Al respecto, la doctora Cantoral recordó que una dieta balanceada, rica en calcio, hierro y zinc, inhibe la absorción de plomo y evita sus efectos.
Además, se debe evitar cocinar o almacenar alimentos en loza de barro vidriado, cuyo terminado brillante es gracias al plomo.
Adelantó que este grupo de estudio hará público el monitoreo de cadmio y arsénico en alimentos.
A nivel mundial, la contaminación por metales pesados, como plomo y cadmio, afecta a más del 13% del total de las tierras cultivadas, alrededor de 40% de los lagos y ríos, y aproximadamente 0.24 mil millones de hectáreas de la tierra cultivable
