Un satélite de más de dos toneladas volvió a la Tierra después de 30 años en órbita
Satélite europeo de teledetección ERS-2. /ESA.
Foto: ESA
Después de 30 años en órbita, el segundo satélite europeo de teledetección de la Agencia Espacial Europea (ESA), el ERS-2, regresó a la Tierra luego de superar su vida útil. El retorno tuvo lugar el miércoles 21 de febrero en la atmósfera sobre el Océano Pacífico Norte. Pese a ser un objeto tan grande (2.294 kilogramos), no se reportaron daños.
De acuerdo con la ESA, la decisión de sacarlo de órbita se tomó en 2011, debido a la creciente preocupación por el peligro a largo plazo que representan los desechos orbitales para las actividades espaciales actuales y futuras. (Lea: NASA busca voluntarios para estudiar cómo el eclipse solar impactará a los animales)
La altitud del satélite había ido disminuyendo constantemente desde entonces y el 21 de febrero alcanzó la altitud crítica de unos 80 km, en la que la resistencia atmosférica fue tan fuerte que empezó a romperse en pedazos. Por esta razón, un equipo en el que participó el Comité Interinstitucional de Coordinación de Desechos Espaciales y la Oficina de Desechos Espaciales de la ESA supervisó el reingreso.
“El reingreso incontrolado a la atmósfera ha sido durante mucho tiempo un método común para deshacerse de objetos espaciales al final de su misión. Vemos objetos similares en tamaño o más grandes que ERS-2 reingresando a la atmósfera varias veces al año”, explicó Tim Flohrer, jefe de la Oficina de Desechos Espaciales de la ESA.
El reingreso de ERS-2, dice la agencia, fue “natural”. A través de un comunicado explicaron que todo el combustible restante se agotó durante la salida de órbita para reducir el riesgo de un mal funcionamiento interno que provocara que el satélite se rompiera en pedazos mientras aún se encontraba a una altitud utilizada por los satélites activos. Como resultado, no fue posible controlar el ERS-2 en ningún momento durante su reingreso y la única fuerza que impulsó su descenso fue la resistencia atmosférica impredecible. (Lea: Así es el reptil acuático de cinco metros que vivió hace 240 millones de años)
ERS-2 y su predecesor, ERS-1, fueron “los satélites más sofisticados jamás desarrollados y lanzados por Europa”, según la ESA. El satélite puso en órbita el 21 de abril de 1995 y proporcionó datos inestimables a largo plazo sobre la superficie terrestre de la Tierra, las temperaturas de los océanos y la capa de ozono.
Además, también cumplió con la función de supervisar y ayudar en la respuesta a los desastres naturales. Todos esos datos actualmente se seleccionan y se hacen accesibles a través del Programa Espacial Patrimonial de la ESA.