Los controladores esperan que Odysseus recupere vida cuando vuelva el Sol
Como el Ulises de Homero, la lunática Odysseus parece resistirse a los cantos de sirena, antesala del último destino.
Odie, apodo de esta nave espacial, aterrizó en la Luna la semana pasada y cerró una pausa de más de medio siglo sin misiones de Estados Unidos al astro que este país pisó antes que nadie.
El alunizaje de este módulo de la empresa privada Intuitive Machines, con sede en Houston, tuvo sus problemas. Tropezó con sus pies y quedó apoyado sobre un costado. Esa posición obstruyó parte de sus antenas, mientras que sus paneles solares estaban lejos de hallarse en una posición ideal para generar energía a partir del sol.
Los controladores temieron lo peor y trataron de recopilar a toda prisa el máximo de datos antes de que llegara la noche en esa región del polo sur de la Luna, territorio inexplorado de alto valor ya que se supone que hay hielo, momento en que a Odysseus se la dio por difunta y cayó en el silencio.
Sin embargo, el miércoles todavía envió fotografías, sus selfies. Gracias a la recopilación de datos de telemetría adicionales, el equipo de expertos determinó que la posición en que se encontraba no era tan paralizante.
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De hecho, Steve Altemus, director ejecutivo de la compañía, recalcó en rueda de prensa la esperanza de que la nave vuelva a estar operativa en unas tres semanas, cuando el Sol regrese y con sus valiosos rayos pueda devolver la vida al módulo de aterrizaje.
“Hemos llevado a cabo una tarea muy exitosa hasta este momento y esperamos llegar al final de la misión según lo planeado”, subrayó Altemus.
“Es simplemente un testimonio increíble de lo robusta y bestial que es esta pequeña nave espacial”, señaló. Odysseus tiene el tamaño de una cabina telefónica. En este proyecto colabora la NASA, la agencia espacial del Gobierno de Estados Unidos, que ha aportado más de 100 millones y ha colocado diversos instrumentos para la investigación. A pesar de los incidentes en su alunizaje y de que ya ha caído la noche en esa zona, la nave continuó transmitiendo el miércoles información valiosa.
Entre estos notables elementos figuraron nuevas e impresionantes imágenes de Odysseus que capturaron el momento inmediatamente posterior a que la nave realizara su desgarrador e histórico aterrizaje en la superficie lunar.
En la comparecencia ante los medios, los dirigentes de Intuitive Machines y la NASA desvelaron que Odysseus estaba entregando datos de los seis instrumentos de la agencia espacial, así como cargas útiles de empresas comerciales, incluyendo un observatorio de doble cámara de la compañía Canadensys Aeroespacial, con base en Toronto.
Muchos de los aparatos a bordo fueron diseñados para recoger información cuando la nave estuviera en tránsito hacia la Luna y en el momento crucial del descenso a la superficie.
“El principal objetivo era poner de manera suave nuestros equipos para que pudieran recoger información una vez se hubiese producido el aterrizaje, y esto ha salido bien”, sostuvo Joel Kearns, administrador asociado de explotación en la NASA. Una de estas herramientas de la agencia espacial está diseñada para estudiar la reacción del terreno lunar al aterrizaje de Odysseus. Tanto esto como el estudio del hielo están enfocados al proyecto de llevar a humanos a la Luna, como destino y también como puerto de aprovisionamiento para emprender la ruta a Marte.
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