El presidente de Cuba anuncia una investigación por corrupción contra su exministro de Economía
El presidente cubano Miguel Díaz-Canel anunció este jueves a través de una nota oficial que Alejandro Gil Fernández, quien fue separado a inicios de febrero de los cargos de vice primer ministro y ministro de Economía, cometió “graves errores” y por tanto se encuentra bajo investigación. El comunicado emitido asegura que, en adelante, el Ministerio del Interior iniciará “las actuaciones correspondientes para el esclarecimiento total de estas conductas” y que habrá “tolerancia cero” con el ex ministro.
Aunque Díaz-Canel no menciona qué tipo de errores cometió Gil Fernández, dijo que “desde el mismo inicio de estas actuaciones, el implicado ha reconocido graves imputaciones”. Por el momento, el ex ministro no se ha pronunciado al respecto. Entre sus últimas publicaciones en X -antes Twitter-, agradeció al presidente cubano por las felicitaciones en su cumpleaños 60 y dijo sentirse “honrado” por sus palabras.
La nota oficial afirma que, como parte “de la invariable ética de la Revolución cubana durante estos 65 años”, la dirección del Partido Comunista y el Gobierno “nunca ha permitido, ni permitirá jamás, la proliferación de la corrupción, la simulación y la insensibilidad”. También deja saber que Gil Fernández renunció a ser miembro del Comité Central del Partido y Diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular.
Díaz-Canel aseguró que habrá “tolerancia cero con este tipo de manifestaciones” y que son conscientes de que “mientras más elevado sea el nivel de confianza depositada en un cuadro, mayores serán el rigor y la intransigencia con que se actúe ante hechos de esta naturaleza”.
Tras anunciar una serie de medidas económicas que se pondrían en práctica este año ante la debacle acelerada de la economía cubana, el Gobierno anunció la destitución de Gil Fernández, quien desde 2018 era el rostro máximo de la economía en Cuba. En ese entonces, Díaz-Canel no explicó por qué decidieron “liberarlo de sus cargos”, y sustituirlo en lo adelante por Joaquín Alonso Vázquez, el entonces ministro presidente del Banco Central de Cuba.
A Gil Fernández, quien al dejar su cargo dejó también un país completamente en crisis, con una economía que se contrajo el 2% el pasado año y una inflación de casi el 30%, algunos economistas le adjudican graves errores y planes fallidos como la llamada Tarea Ordenamiento, que buscó el fin de la doble moneda en Cuba e implicó una reforma en los precios. Otros destacan su insistencia en el impulso de las pequeñas y medianas empresas denominadas Mipymes. En lo que casi todos coinciden es en que una sola persona no es la encargada del estado de precariedad al que ha llegado Cuba en los últimos tiempos. “Él no es el único responsable de los resultados económicos que ha dejado”, dijo recientemente a EL PAÍS el economista cubano Omar Everleny Pérez Villanueva, exdirector del Centro de Estudios de la Economía Cubana de la Universidad de La Habana. “En Cuba hay una alta centralización, lo que significa que las principales decisiones las aprueban los niveles superiores. Las estructuras de poder están diseñadas para que nadie se enrumbe por un camino diferente, y no me refiero a cambio de sistema, sino de cambios en la forma de hacerse economía, como un nuevo papel del mercado”.
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