Una nueva misión podría hallar pruebas de vida fuera de la Tierra en la próxima década
La búsqueda de vida más allá de la Tierra ha sido un tema candente en la astronomía durante las últimas décadas. Parte de esto se debe al avance de la tecnología y los métodos para buscar las llamadas biofirmas. Uno de los ejemplos más famosos es el telescopio James Webb, que cuenta con tecnología para observar atmósferas de exoplanetas.
El mayor foco de las búsquedas es el propio sistema solar. Marte y Venus son estudiados constantemente para buscar evidencia de que alguna vez existió vida allí. Pese a ello, las apuestas de los astrónomos se centran en mundos un poco más lejanos: las lunas de Saturno y Júpiter. Algunas de estas lunas, como Encelado y Europa, podrían albergar vida.
Europa Clipper , cuyo lanzamiento está previsto para finales de este año, es una misión de la NASA que tiene como objetivo estudiar en detalle la luna Europa del planeta Júpiter. Un artículo publicado en Science sostiene que si las naves espaciales pueden capturar un grano de hielo de la luna, existe la posibilidad de encontrar evidencia de vida en los próximos años.
Europa
Saturno y Júpiter son planetas que tienen récords en cuanto al número de lunas. Una de estas lunas es Europa, que es una de las lunas más grandes del planeta Júpiter. Fue una de las primeras lunas descubiertas por Galileo Galilei en el siglo XVII. Gran parte de la atmósfera está compuesta de oxígeno y probablemente tenga una corteza de hielo.
Lo que más llama la atención de la luna es la posible presencia de un océano líquido debajo de la superficie helada. Diversas evidencias, incluidos chorros de agua que escapan del satélite natural, indican que Europa tiene prácticamente el doble de agua que en la Tierra. Estudiar la posible habitabilidad de la luna es uno de los objetivos de los astrónomos de todo el mundo.
¿Por qué buscar vida en Europa?
La luna tiene algunas características interesantes asociadas con la búsqueda de vida más allá de la Tierra. El principal es la presencia de agua líquida en un océano con presencia de sal. El agua líquida es importante para disolver nutrientes, contribuir al metabolismo celular y transportar moléculas y elementos.
Otros puntos importantes que contribuyen a la búsqueda de vida en Europa son la composición química y la fuente de energía de la luna. La atmósfera del planeta está formada por moléculas de oxígeno y agua que pueden descomponerse mediante una fuente de energía procedente del planeta Júpiter. De esta forma, sería posible disponer de una cantidad de oxígeno libre capaz de participar en reacciones químicas.
Europa Clipper
Para comprender más sobre la luna, la NASA diseñó la misión Europa Clipper. La sonda orbitará la luna recopilando datos sobre la composición, la superficie y la interacción de la luna con Júpiter. Estos datos pueden proporcionar mejores indicaciones sobre si Europa es un mundo habitable o no.
El lanzamiento de la misión estaba previsto para junio del año pasado, pero se pospuso y la nueva se lanzó en octubre de este año. El calendario actual estima que la nave llegará a Júpiter en 2030. En los próximos años, la nave orbitaría entre Marte y la Tierra para recibir fuerzas gravitacionales capaces de empujarla hacia Júpiter.
¿Vida en los próximos años?
Aunque la misión no es buscar vida en Europa, un estudio publicado en Science sostiene que será posible utilizar la misión para buscar evidencia. La idea es capturar granos de hielo que rodean la región en una especie de nube. Estos granos escapan de la superficie del planeta mediante procesos que emiten chorros.
El grupo simuló un ambiente similar en el laboratorio utilizando bacterias para analizar si es posible detectarlo incluso después de pasar por extremos. El equipo descubrió que incluso en los granos es posible encontrar bacterias o al menos parte de ellas. Esto sería una señal de que se podría encontrar presencia de vida en estos granos de Europa.
¿Que esperar?
Sin embargo, la realidad es un poco menos interesante que la detección de vida en la ciencia ficción. Los instrumentos europeos diseñados por Clipper no son capaces de reconocer el ADN. El objetivo es encontrar lípidos y ácidos que sean importantes en las células biológicas y que podrían encontrarse en el océano de la luna.
De cualquier manera, esta evidencia es un paso interesante hacia la búsqueda de vida más allá de la Tierra. Y sería curioso saber que no somos los únicos seres vivos que habitamos este sistema solar.