Vopero: La startup que permite revalorizar, reposicionar y recircular ropa de segunda mano
La industria de la moda solía regirse por las temporadas primavera/verano y otoño/invierno, es decir, al año las casas de moda solían lanzar colecciones cada 6 meses. En la última década el ciclo se ha acelerado vertiginosamente cambiando el panorama por completo. De acuerdo al World Resources Institute en la actualidad algunas marcas llegan a establecer entre 50 y 100 temporadas al año.
Este modelo que promueve el exceso de producción y renovación ha provocado que la ropa sea vista como un bien altamente desechable por los consumidores. Según cifras del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), cada año la industria textil utiliza 93.000 millones de metros cúbicos de agua; al año se producen en el mundo más de 100.000 millones de prendas de vestir; alrededor del 20% de las aguas residuales en todo el mundo proceden del teñido y tratamiento de tejidos; del total de fibras utilizadas para la confección, el 87% se incinera o se elimina en un vertedero.
Frente a este panorama, Vopero entendió que muchas veces “la prenda más sustentable es la que ya existe”. La startup uruguaya que aterrizó en suelo nacional en diciembre de 2023, y que ya tiene dos locales físicos (ambos en el Mall Alto Las Condes), es una plataforma digital de recirculación para comprar y vender moda única. En pocas palabras, eliges la ropa que ya no usas de tu clóset y las pones en venta; al mismo tiempo, tienes la oportunidad de adquirir piezas de otras personas, todo esto bajo un estricto control de calidad.
El equipo es de 80 personas distribuidas en Chile, Uruguay y México. Un 80% del staff son mujeres.
Alejandro Esperanza, co-fundador de Vopero, dijo a Pulso que la plataforma esta “enfocada en compradores que buscan las marcas que aman, aquellas que encuentran en los shopping malls, a una fracción de su valor original. Es una compra sustentable y una compra inteligente y es una forma de vender sin dolores de cabeza”. En concreto, cada vendedor tiene dos opciones: solicitar un kit Vopero y llenarlo con la ropa que deseen vender y luego agendar una recolección; o acercarse a un “centro de toma” con la ropa que gusten vender.
“Nosotros vamos a inspeccionar las prendas, vamos a seleccionar aquellas que estén en excelente calidad y sean de las marcas aceptadas. Las vamos a fotografiar. Te vamos a sugerir el precio correcto para la venta, un precio con el que la prenda pueda generar plata, pero al mismo tiempo circule rápido porque la rotación es la base de la economía circular, y el vendedor va a poder modificar hasta un 20% el precio. Luego de 48 horas el control del precio lo tiene Vopero y va a ir bajando o moviéndose dinámicamente dependiendo de la demanda que tenga esa prenda y el tiempo que pase hasta que se venda”, explicó.
¿Qué es lo novedoso o distintivo de Vopero?
-Somos la compañía de Latinoamérica que ha hecho este servicio y este producto a escala masiva. Estamos capacitados para masificar la recirculación de prendas, y que todos puedan vender y comprar lo usado como nuevo. Nadie en el país tiene esa capacidad, y es lo que nos ha llevado a liderar en Uruguay y a liderar la tendencia en México. Hoy llegamos a Chile de la mano de Cencosud Ventures que hace una inversión en nuestra compañía apostando a que podamos traer esta función a todos los chilenos/chilenas, y que hagamos de la economía circular un eje de la forma de consumo.
Lo que nosotros buscamos como misión de compañía, es que la gente cuando piense en ropa, piense en segunda mano igual que como piensa en nuevo, sin prejuicios, sin barreras. Que compre de una manera mucho más sustentable, y que elija segunda mano. Y lo vamos a lograr con mucha tecnología y con buena experiencia. Al final todo se trata sobre la experiencia.
Un problema que contrae el adquirir ropa de segunda mano, que va de la mano con su prejuicio, es la falta de calidad o el estado paupérrimo, en algunos casos, del producto, que los comerciante defienden argumentando que es ropa usada. ¿Suele suceder esto en Vopero?
-No te va a pasar. En la mayoría de plataformas de segunda mano que hay en américa latina, físicas tradicionales, los vendedores no son los mismos que los compradores. En Vopero se da mucho, que el vendedor de Vopero se vuelve comprador después de ver la exigencia en el proceso de calidad que tenemos. De hecho, los hater más grandes que tenemos son vendedores que se quejan porque, no me aceptaron la marca que todas las mexicanas conocen y estaba en perfecto estado…, si no esta en estado Vopero, no la aceptamos.
Si me preguntan cual es mi sueño, yo quiero ser la marca arriba de la marca. O sea, este bluyín de Zara, Vopero, ya entendí todo, es recirculado, es barato, es de zara originalmente pero ahora es de Vopero porque está en perfecto estado. Queremos ser la marca que pone la segunda mano en el siguiente nivel. Cundo uno diga que equis prenda es de Vopero, se sepa de antemano que está en perfecto estado.
De momento cuentan con dos sucursales en Santiago. ¿Tienen pensado abrir más locales en Santiago, o a nivel país?
-Ahora tenemos uno propio, que es pequeño, que es más que nada para recibir a vendedores y entregar paquetes, ubicado en el parking del Alto Las Condes. Después tenemos un corner en el Paris del Alto Las Condes.
En cuanto a las próximos tiendas, tenemos pensado abrir más de 10 a lo largo y ancho del país. Chile hoy es el foco de la operación, México es el mercado central.
Si bien llevan poco más de 3 meses en el país. En general ¿Cómo se ha comportado el mercado chileno en comparación con el uruguayo y mexicano? ¿Se han cumplido las expectativas?
-El local lo abrimos el 20 de febrero, así que no puedo decirte mucho del comportamiento. Lo que sí notamos, es que para empezar es una sociedad (la chilena) bastante más informada respecto a lo que es el consumo de moda sostenible, y es más común la practica de que la gente compre o venda ropa de segunda mano. Con respecto a México y Uruguay, sin lugar a dudas Chile está un escalón por encima. Eso hace que la recepción a una nueva plataforma sea muy buena. Entonces, la realidad es que está sucediendo algo muy cool.
Para que te hagas una idea, nosotros en México y en Uruguay hemos tenido que detener la oferta. Hemos tenido que decir, por estos dos meses no recibimos más ropa, o sea, llegamos a estar tapados de ropa a un punto que no te dan las manos. Y queremos que en Chile nos pase lo mismo.
Parte de lo que buscan los compradores de ropa de segunda mano, son los precios económicos. Si en una tienda oficial me puedo comprar una prenda, en una tienda de ropa de segunda mano me puedo comprar hasta cuatro. En Vopero ¿se sigue dando esta lógica? ¿Cuál es el gasto promedio por cliente?
-El tamaño promedio de la orden en Vopero es de cuatro productos. Compras cuatro productos en el entorno de US$50. En Vopero, te deberías poder comprar tres productos de una marca por el mismo precio de un producto en la tienda. Es decir, si uno va a Zara y te compras un pantalón, te sale, no sé, ¿22 mil pesos? Bueno, en Vopero te puedes comprar tres pantalones Zara por 22 mil pesos. Podrías conseguir un 70% de descuento al precio de mercado. Eso es lo que debería pasar siempre en Vopero.
Nuestro tipo de cliente, principalmente son mujeres, urbanas, que usan la ropa para ir a trabajar, para salir de noche, las más jóvenes, las no tan jóvenes también.
A la fecha, en Chile su comercio esta destinado exclusivamente para mujeres. ¿Tienen pensado ampliar su target?
-Sí. Lo que pasa es que muchos de nuestros clientes también son madres, y como los niños crecen rápido, cambian de talla rápido, a veces la ropa de niño tiene un precio relativo que es difícil que dé los márgenes para que recircule. Pero lo hacemos más como un servicio a nuestras clientas que quieren recircular la ropa de sus hijos y comprarle ropa barata a sus hijos, pero nunca es el core del negocio de Vopero.
En cuanto a los hombres, no tenemos en Uruguay, y eso que estamos hace cuatro años. El hombre usa muchas más veces la ropa, en promedio, que la mujer, y eso hace que las probabilidades de que la ropa este en un estado como nuevo, sea muy bajas. Para que te hagas una idea, una mujer usa en promedio hasta 5 veces una prenda, y un hombre la usa entre 12 y 18 veces promedio.
Su llegada al país fue de la mano de Cencosud Ventures, que invirtió US$4 millones. En general y especialmente viniendo de un mercado pequeño como lo es el uruguayo. ¿Les ha costado reunir capital?
-Uruguay tiene eso de ser país chiquito, lo cual, para algunas cosas es malo, pero para otras es favorable. Es un mercado que te permite probar, arriesgarte y recuperar bastante rápido. Además, te obliga a pensar en grande. Ahora, el brasileño puede estar toda la vida en Brasil, el mexicano puede estar toda la vida en México, y el chileno podría estar toda la vida en Chile. El chileno, por lo general, primero arranca en Chile, 20 millones, y luego piensa pasar al mercado mexicano. Pero pasa de una gran urbe a una gran urbe. El uruguayo en cambio, o piensa grande o piensa chico. Pero eso es una ventaja que tenemos. El saber que vas a tener que salir, te preparas ya pensando en la cultura de afuera y no solamente en la cultura local.
Luego, este es mi segundo emprendimiento. Endeavor, es mi segunda compañía. En mi primer emprendimiento ya operé en ocho mercados de América Latina. Y México fue mi principal mercado y el motivo de mi éxito en mi anterior emprendimiento. Al final, si uno quiere ser la marca principal de moda circular en América Latina, si vas a hacer un shot, que sea en el mercado más grande, y después ir a los mercados que te interesa conquistar.
Para nosotros el mapa es, México primero, ser líderes en México. Lo logramos. Ahí encontramos un socio local muy grande, se llama Grupo Axo. Recibimos de ellos US$6 millones, entre otros. También recibimos capital de fondos de inversión, de una compañía americana llamada ThredUp. Es una compañía pública americana muy innovadora en este segmento. Cuando pensamos en el siguiente mercado, era Chile y después puede ser Colombia.
¿Tienen pensado buscar nuevas alianzas?
-La realidad, nosotros nos acercamos bastante a las marcas, de hecho con Tommy Hilfiger y Calvin Klein, en México, estamos haciendo una colaboración donde ellos invitan a sus compradores, a vender en Vopero y por hacerlo tienen un reward en la compra del nuevo ítem en esas marcas. Para nosotros la colaboración con marcas y con empresas que tengan ADN sustentable o que quieran tener, eventualmente, nosotros les generamos ese Plug & Play bastante sencillo.
Dentro de Vopero hay una rama que se llama research and assery, que trabaja el acercamiento de marcas. También tenemos tiendas oficiales adentro de Vopero, de marcas que quieren recircular inventarios viejos. Por ejemplo, ahora tenemos a Sarika Rodríguez, con todo su inventario de la temporada anterior, Moschino también, y marcas similares. Trabajamos también con Azar que tiene marcas argentinas muy buenas. En Uruguay y en México trabajamos con Rapsodia, trabajamos con ONLY, trabajamos con Mango. O sea, queremos ser un enabler de la industria para su conexión con la moda circular.
¿Qué rol juega el canal de venta offline y online?
-Cada canal es un mundo en sí mismo y funciona de manera muy dependiente. Nos hemos especializado y tenemos equipos diferentes para el canal offline y online. Tratamos de que el canal offline sea un catalizador de la experiencia online, porque obviamente en el online tenemos un inventario mucho más grande. En el online tenemos toda la ropa colgada en un warehouse gigante. En un local ¿Cuánta ropa puedes colgar? ¿800 prendas? ¿1.000 prendas? No hay mucho más que eso. Entonces, eso es una experiencia diferente. Ir, tocar, oler, probarse la ropa. En el offline no tenemos ni que poner carteles de cómo hacemos el servicio, ni explicar todo a la gente. Lo puede ver por sí misma, como lo pueden ver en París en el Alto Las Condes. Pero en online tienes que trabajar mucho la comunicación, porque la app o la web no huele, no te puedes probar la ropa. Entonces, hay que llegar al consumidor de otra manera y generarle una experiencia fácil de discoverability dentro de un inventario de miles y miles de prendas.