La reveladora conversación en los calabozos entre los padres de Asunta: «Tu imaginación calenturienta»
Una vez Rosario Porto y Alfonso Basterra fueron detenidos por el asesinato de su hija Asunta, el juez Vázquez Taín decidió colocarlos en calabozos contiguos y grabar toda su conversación durante el tiempo que estuvieran encerrados. De este modo, pretendía que en su charla cometieran algún error que permitiera descubrir qué había pasado con la niña.
En la serie de Netflix ‘El Caso Asunta’ se muestran parte de esas conversaciones, que se iniciaron en la noche del 25 de septiembre, siguieron el día 26 y la mañana del día 27, antes de que declararan ante el propio Taín. Y el objetivo, en cierto modo, se consiguió, ya que a la luz salió un polémico diálogo entre ambos.
No obstante, no fue admitido como prueba en el juicio ya que la sección sexta de la Audiencia Provincial, con sede en Santiago, quien decidió dar como nulas las grabaciones al entender que había «injerencia en el derecho fundamental al secreto de las comunicaciones».
«Tu imaginación calenturienta»
Como se ve en la serie de Netflix, Rosario Porto le hace una pregunta a Basterra que da que pensar: «¿No te dio tiempo a eso, verdad?». Pero es el segundo día cuando se les escucha otras frases reveladoras: «Tú tranquila, mi vida, tú estate muy tranquila. Y no digas nada inconveniente, porque sabes que nos están grabando», le dice Basterra a su exmujer. La respuesta de Porto es muy sorprendente: «Pero tu imaginación calenturienta nos va a generar muchos problemas». El padre de Asunta contesta «¿cómo?» y ella incide: «Tu imaginación calenturienta. Que nos va generar muchos problemas».
Así siguió su conversación:
R. P. Pero tu imaginación calenturienta nos va a generar muchos problemas.
A. B. ¿Cómo?
R. P. Tu imaginación calenturienta. Que nos va generar muchos problemas.
A. B. Por eso.
R. P. Muchos.
A. B. Silencio.
R. P. Y que yo ahogase a todo cuanto insecto había con un cojín, no quiere decir que vaya ahogando a la gente con cojines.
A. B. Pues claro que no, mi vida. Pues claro que no.
R. P. Pero, ¡fíjate la que has montado!
A. B. Claro. Como no tienen otra cosa, dicen: ¿sospechosos? Los padres.
R. P. Ya, pero… yo fui tan tonta, que todas las cosas que tú me mandabas para… quería que entrases en razón, hacerte ver el daño que me hacías…
A. B. Ya.
R. P. Innecesariamente, Alfonso.
A. B. Ya lo sé. Bueno, ya está.
R. P. Y te repito, que yo mate arañas a cojinazos, y que te hiciese muchas risas como que las ahogaba, no significa que… Y que luego tú me hicieses a mí también, no significa que vayamos…
A. B. Ya lo sé. Ya lo sé. Bueno, ahora tranquilicémonos y dejemos que actúen y que trabajen.
R. P. Pero, ¿me entiendes? Sabes, pero ahora, de todas esas cosas, pues… yo qué sé… da lugar a pensar sabe dios qué.
A. B. Claro. Pero no pasa nada; no hay nada.
R. P. Y lo otro, Alfonso, lo otro.
A. B. No hay nada.
R. P. Siento haberte hecho tanto daño.
A. B. No pasa nada. El pasado, pasado está, nena.
R. P. Porque un día quería hacerte entrar en razón, ¿sabes?
A. B. Ya lo sé, vida mía.
R. P. Y que te dieras cuenta del daño que me has hecho con tus palabras.
A. B. Ya lo sé, no pasa nada, olvídate de eso ya. No pasa nada, dejemos trabajar a esta gente y cogerán al culpable. Cuando menos te lo esperes, van a decir que tienen un sospechoso (…).
R. P. Yo, por lo menos, soy la primera interesada en saber qué le ha pasado a Asunta.
A. B. Ni más ni menos. Por eso, estate tú tranquila, no tienes nada que ocultar, ni yo tampoco. Darán con el culpable. A ver si dan cuanto antes.
R. P. Bueno, no puedo vivir sin ella.
A. B. Ya está, lentejita.
@netflixes Rosario Porto y Alfonso Basterra fueron grabados mientras estaban en el calabozo. Este es un extracto de la conversación recogida en el documental ‘El caso Asunta: Operación Nenúfar’.
«No incurramos en contradicciones»
Antes de declarar por primera vez ante el juez Taín, hay una grabación a la que tuvo acceso ‘La voz de Galicia’, en la que Alfonso Basterra intenta convencer a su mujer de que no caiga en contradicciones:
A. B. No incurramos en contradicciones, porque cualquier fisura juega en nuestra contra. Y no perdamos la confianza el uno en el otro, porque yo estoy seguro de tu inocencia.
R. P. Y yo de ti.
A. B. Ya lo sé, mi vida. Pues esa es la base de nuestro éxito, ¿te das cuenta, cariño? Y puede ser un poco más largo de lo que esperamos, pero todo se solucionará, ten confianza.
R. P. Vale.
A. B. ¿Vale, mi vida? (…) Te quiero mucho, Charo.
R. P. Gracias, Alfonso.
A. B. Tranquila, sé coherente, Charo, en tu declaración (…) Yo sigo manteniendo que tú eres inocente, y tú tienes que seguir manteniendo que yo soy inocente. Yo estoy convencido al cien por cien de que eres inocente, y tú tienes que estar convencida de que soy inocente al cien por cien. ¿Me sigues?
A. B. Sé coherente en tus declaraciones, mi vida.
R. P. ¿Perdón?
A. B. No dejes ni la más mínima duda, no les des ninguna duda en tus declaraciones, porque eso juega tanto en tu contra como en la mía. Te quiero, mi vida, adiós. Tranquila, sé firme, sé coherente cariño.
R. P. Gracias.