Xi Jinping arranca su visita a Serbia en el 25º aniversario del bombardeo de la OTAN
Serbia ha sido un aliado leal de Pekín y ha abierto sus puertas sin restricciones a miles de millones de dólares de inversión china, incluso cuando busca formalmente ser miembro de la UE.
La visita del presidente de China, Xi Jinping, a Serbia este martes coincide con una fecha simbólica: el 25º aniversario del bombardeo de la OTAN sobre la Embajada china en Belgrado.
Los aviones lanzaron cinco bombas sobre el recinto de la Embajada china en la capital serbia el 7 de mayo de 1999, incendiándola y matando a tres ciudadanos chinos. Otras 20 personas resultaron heridas en el incidente, que desde entonces ha afectado las relaciones entre las dos potencias.
La alianza militar occidental había lanzado bombardeos en marzo de ese año para obligar al entonces líder serbio Slobodan Milosevic a poner fin a un ataque contra los rebeldes de etnia albanesa en Kosovo.
En ese momento, Estados Unidos se disculpó y dijo que el atentado contra la Embajada fue un error que ocurrió debido a una inteligencia defectuosa. El objetivo previsto, dijo Washington, era la sede de un exportador estatal de armas de Serbia ubicada en la misma calle, a unos pocos metros de distancia.
Un acontecimiento que China no ha olvidado
«Imagínese que alguien, incluso por accidente, atacara una embajada estadounidense en algún lugar del mundo. La reacción sería inmediata«, afirmó a The Associated Press Sven Biscop, profesor de Política Exterior y Seguridad Europea en la Universidad de Gante y el Instituto Egmont.
«Así que para un país como China, también está claro que esto es algo muy importante», añadió. «Y, por supuesto, no se ha olvidado». Las instalaciones diplomáticas durante el bombardeo alimentaron sentimientos antiestadounidenses y especulaciones de que el ataque fuera intencional y no accidental. La desconfianza ha perdurado hasta el día de hoy.
Pekín se opuso a la campaña de bombardeos de la OTAN y, desde entonces, ha respaldado la intención de Serbia de contrarrestar el intento de independencia de Kosovo, una antigua provincia serbia, respaldada por Occidente. A cambio, Serbia ha sido un aliado leal de Pekín y ha abierto sus puertas sin restricciones a miles de millones de dólares de inversión china, incluso cuando busca formalmente ser miembro de la UE.
Los sentimientos pro-China eran claramente visibles antes de la visita de Xi el martes y miércoles. En Belgrado, una enorme bandera china fue colocada en un rascacielos a lo largo de una carretera que conduce a la ciudad desde el aeropuerto. Se podían ver banderas chinas y serbias más pequeñas en el centro y a lo largo de una carretera.
Xi llegará desde Francia y continuará desde Serbia hasta Hungría como parte de su primera gira europea en cinco años.
Se espera que visite el lugar de la antigua Embajada en la fecha del aniversario y presente sus respetos a las víctimas del bombardeo. En el lugar donde una vez estuvo ubicada la Embajada, se encuentra ahora un centro cultural chino.
Según se informa, el extenso complejo incluye un Instituto Confucio, talleres, exposiciones, oficinas, residencias y un hotel. Se considera un símbolo de la creciente influencia de China en Serbia y en toda Europa.