Warhol me enseñó más de la naturaleza de la vida que del arte: LaChapelle
▲ David LaChapelle durante el recorrido por la exposición, la cual tiene su origen en la serie Viacrucis, de 2023, que se exhibe en América Latina por primera vez.Foto Cristina Rodríguez
Merry MacMasters
Periódico La Jornada
Viernes 10 de mayo de 2024, p. 3
El fotógrafo estadunidense David LaChapelle (Hartford, Connecticut, 1963) ofreció ayer detalles de su exposición Amor, en vísperas de su apertura en el Palacio de Minería, para después recorrerla en silencio, aunque abierto a cualquier pregunta de los medios de comunicación presentes.
La muestra, que se inaugura mañana, concebida como una pequeña retrospectiva
, tiene su origen en la serie Viacrucis (2023), que comprende las 15 estaciones de la cruz, y se exhibe en América Latina por vez primera. Se divide en ocho salas y consta de un total de 166 imágenes, 80 conocidas y 86 inéditas, por lo menos para México. Las primeras fotografías son de 1986, entre ellas Pensamientos divinos y ¡Ahora soy libre! Puerto Rico.
Algunas de las obras se exponen casi como fotomurales; por ejemplo,Violación de África (2009), que se basa en la pintura Venus y Marte, de Botticelli, que LaChapelle vio en la Galería Nacional en Londres. En su versión, el fotógrafo actualiza la temática; incluso, su modelo para el personaje de Venus fue Naomi Campbell.
Se suele leer que LaChapelle fue descubierto por el artista pop Andy Warhol. Al respecto, fue contundente: “Trabajé con él, sin embargo, llevé una vida muy opuesta, porque soy muy callado, vivo en un área retirada de Maui, Hawái, mientras Andy salía todas las noches; era muy sociable. Soy más bien lo opuesto. De él aprendí lo voluble que las personas eran hacia los artistas, porque cuando Andy falleció ya no era popular. Sin embargo, al morir las personas dijeron: ‘¡oh!, se nos olvidó, era un genio’”.
“En NY era un has-been”
“Trabajé con él y lo vi hacer su último retrato antes de fallecer, también vi cómo lo trataban las personas en vida. Al final de su existencia, había sido descartado. En Nueva York lo consideraban un has-been (sombra de lo que fue). Su obra no se vendía, nadie iba a sus exposiciones. Al morir, una vez que ya no era accesible, su obra alcanzó precios desmedidos. Así es como la gente juzga el arte hoy: por los precios. De modo que Andy me enseñó más acerca de la naturaleza de la vida que del arte. Yo era joven y observé que le gustas a las personas por un minuto, pero al siguiente ya no. Eso no importa, uno sigue trabajando.”
El miércoles pasado, el fotógrafo ofreció una charla ante medio millar de estudiantes de la Universidad de la Comunicación (UC). Durante el conversatorio, conducido por la gestora cultural Hilda Trujillo, se preguntó a LaChapelle: si ya existe suficiente horror en las noticias, ¿para qué crear más?
En 2009, cuando vino a México para inaugurar su muestra Delirios de la razón, en el Colegio de San Ildefonso, también se dio cita con el alumnado de la UC. Ahora les planteó la posibilidad de crear belleza u oscuridad, que sólo conduce a más pesadillas y confusión
, porque podemos crear lo que queramos
.
Entonces, ¿vamos a ser como borregos y crear más de lo mismo que hemos oído, visto y observado al grado de que ya nos acostumbramos a las matanzas, la muerte, las peleas y disputas? Esto es de locos. O vamos a buscar un nuevo camino como artistas, crear algo en la luz y tratar de revertir las cosas
, argumentó.
¿Creatividad artificial?
El fotógrafo ha retratado a algunas de las figuras más reconocidas del cine, la música, el arte, la política y los deportes. El dinero que recibe de su trabajo comercial, ya sea de portadas de discos o de la realización de comisiones, le sirve para financiar su estudio y su obra artística.
“Cuando retraté a Kim Kardashian la convertí en María Magdalena, ya que la quería ver de manera diferente. No deseo condenar a estas personas; sin embargo, veo al mundo en un capítulo oscuro y perdido. Como artistas, tenemos que luchar contra esto.
“Cuando iluminamos el set es como abrir el telón de una obra. Después trabajo en la fotografía, solo, en el cuarto oscuro. Tengo lo mejor de ambos mundos: la soledad y quietud de trabajar en el cuarto oscuro, así como la emoción, camaradería y colaboración de crear las fotos”, añadió.
En el encuentro, uno de los asistentes quiso saber qué pensaba LaChapelle de la inteligencia artificial, a lo que respondió: Me gusta lo hecho a mano y no pasar mucho tiempo frente a la computadora. Empecé como fotógrafo análogo, con negativos y película; aún pienso de manera análoga en la actualidad. No estoy seguro de que se pueda tener una auténtica creatividad artificial
.
La muestra David LaChapelle: Amor permanecerá tres meses en el Palacio de Minería (Tacuba 5, Centro Histórico).