La relación entre pueblos originarios y sociedad debe ser de iguales: Natalio Hernández
La relación entre pueblos originarios y sociedad debe ser de iguales: Natalio Hernández
Fabiola Palapa Quijas
Periódico La Jornada
Martes 14 de mayo de 2024, p. 4
El escritor nahua Natalio Hernández (1947) sostiene en entrevista que en el humanismo del siglo XXI no podemos ver a los indígenas como sector desarticulado del proyecto nacional, porque son los pueblos los que preservan la memoria antigua de 5 mil años, conservan el territorio donde están las minas, las aguas y los bosques; por eso necesitamos establecer una relación de iguales entre pueblos indígenas y la sociedad mexicana en su conjunto
.
En su libro más reciente, Del indigenismo al humanismo, editado por el sello Trajín, el ensayista propone que la política del Estado mexicano para la atención a los pueblos originarios debe trascender hacia el humanismo, en el entendido de que hay que refundar la nación de este siglo, recuperando nuestro legado civilizatorio mesoamericano, que ha sido soslayado desde la Colonia hasta nuestros días.
El libro de Hernández, que se presenta este jueves a las 12 horas en el salón de actos del Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), reúne siete ensayos en los que el autor comparte sus reflexiones sobre el proceso del movimiento indígena del país y el tema del humanismo. Necesitamos trabajar en que el humanismo es una necesidad en el mundo, ver al otro como un ser con todos los derechos, como nuestro igual y semejante, más allá de esta visión de quién tiene más
.
De acuerdo con el escritor, se debe transformar el actual sistema educativo, que responde a un proyecto nacional homogéneo del siglo XX y orientarlo hacia un sistema que fortalezca las lenguas y culturas del país.
Recordó que nuestro sistema educativo se formó en 1921, cuando se creó la Secretaría de Educación Pública, y José Vasconcelos impulsó un proyecto educativo muy importante en su momento, porque el país estaba destrozado.
“No había una lengua común para todos los mexicanos; entonces, forjadores de un nuevo proyecto de nación, como Manuel Gamio, sobre todo, y Vasconcelos, dijeron: ‘necesitamos impulsar una lengua común que nos permita comunicarnos entre todos’. En varias oportunidades he comentado que me hubiera gustado que fuera el náhuatl la lengua franca de todos los mexicanos, como al principio de la Colonia.
▲ El libro de Natalio Hernández se presenta este jueves en el Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM.Foto Fabiola Palapa Quijas
“También he dicho que el paradigma del modelo educativo que tenemos actualmente, y ahora lo subrayó, es de pensamiento occidental, el modelo educativo se nutre de él y no hemos podido romperlo.
Hoy día tenemos las condiciones necesarias para transformar el sistema educativo y que responda al proyecto de nación pluricultural y multilingüe; es decir, un proyecto de nación congruente con lo que dice el artículo segundo de la Constitución, que establece que México es una nación pluricultural sustentada en los pueblos indígenas. Esta es la propuesta que subyace en el fondo de lo que llamo indigenismo; hay que trascender al humanismo.
El autor agregó que el gobierno debe recuperar el bagaje cultural milenario para que de manera conjunta, entre el bagaje colonial de cinco siglos que llega de Europa y el bagaje de 5 mil años de Mesoamérica, proyectemos la nación moderna
.
En su texto, Hernández señala que tres grandes pensadores sustentaron el indigenismo de Estado del siglo XX: Manuel Gamio, Alfonso Caso y Gonzalo Aguirre Beltrán. Cada uno aportó en su momento lo mejor de sus ideas con el fin de tratar de redimir a la población indígena del país.
“Retomo el tema del humanismo a partir de lo que dejó escrito mi maestro Miguel León-Portilla en su libro Humanistas de Mesoamérica, publicado en 1997 y reditado en 2017. Ahí incluye a nuestros mesoamericanos y empieza por Nezahualcóyotl, que vivió de 1400 a 1472, y es el prototipo de pensador mexicano antiguo; también incluye a Antonio Valeriano, Fernando Alvarado, Bernardino de Sahagún y a Vasco de Quiroga.”
El poeta mencionó que Ángel María Garibay fue asimismo humanista, cuyo mérito fue haber introducido el tema de la literatura náhuatl en la UNAM.
Mi libro recoge todo este recorrido histórico, pero también mi experiencia personal con Miguel León-Portilla y con Carlos Montemayor, a quienes he nombrado antes de su muerte como los humanistas del siglo XXI, porque en ellos trasciende lo que dejó Gamio y el padre Garibay, y nos plantean un proyecto de nación pluricultural, en el que los pueblos indígenas, con sus voceros, los escritores en lenguas indígenas, proyectan la nación multilingüe.