Posible escasez de alimentos en Nueva Caledonia tras el estado de emergencia impuesto por París
Francia impuso el jueves el estado de emergencia en Nueva Caledonia, reforzando los poderes de las fuerzas de seguridad para sofocar los disturbios que han tenido lugar en el archipiélago del Pacífico bajo administración francesa.
París ha enviado un contingente de policías para reforzar la seguridad en Nueva Caledonia, mientras la violencia continúa asolando el archipiélago del Pacífico.
Las autoridades francesas en Nueva Caledonia y el ministerio del Interior en París dijeron que al menos cinco personas, incluido un gendarme, han muerto como resultado de los disturbios que comenzaron a principios de esta semana.
Al menos 60 miembros de las fuerzas de seguridad resultaron heridos y 214 personas fueron detenidas en enfrentamientos con la Policía. Además se registraron varios incendios y saqueos, dijo el alto comisionado del territorio, Louis Le Franc.
«Se está haciendo todo lo posible para restaurar el orden y la calma que los caledonios merecen», dijo el primer ministro francés, Gabriel Attal, tras una reunión en el Palacio Presidencial del Elíseo en París.
Attal también dijo que además de los 1.700 miembros de las fuerzas de seguridad que ya han sido desplegados para ayudar a la Policía, 1.000 más están en camino, pero la situación «sigue siendo muy tensa, con saqueos, disturbios, incendios provocados y ataques, que son insoportables e indescriptibles», describió.
Dos miembros de la comunidad indígena canaca estaban entre los cinco muertos, dijo el ministro francés del Interior y Territorios de Ultramar, Gerald Darmanin, y agregó que Francia «recuperará el control total».
Según Darmanin, 10 personas presuntamente pertenecientes al movimiento independentista conocido como Unidad de Coordinación de Acciones de Campo, se encuentran bajo arresto domiciliario. En abril, el grupo había apoyado varias protestas contra las autoridades francesas en la isla.
Sin embargo, Darmanin dijo que el movimiento es un «pequeño grupo que dice estar a favor de la independencia, pero en cambio comete saqueos, asesinatos y violencia».
Los residentes temen escasez de productos y alimentos
Las estanterías de las tiendas están empezando a vaciarse después de que la gente se reúna frente a uno de los pocos supermercados de Numea, que permanece abierto a pesar de los disturbios. Muchos residentes temen la escasez de alimentos y artículos de primera necesidad.
Algunos están tratando de racionar los alimentos para alimentar a sus familias. Sin embargo, la mayoría de los productos frescos ya se han vendido. Con numerosos bloqueos de carreteras, es muy difícil transportar mercancías y el problema de suministro afecta a todo el archipiélago. También se teme una escasez de combustible.
Los líderes de un sindicato canaco con sede en París hicieron un llamamiento a la calma y dijeron que estaban profundamente entristecidos por las muertes en su lejana patria.
«Queremos que el gobierno francés haga una fuerte declaración política en lugar de enviar tropas«, dijo el líder sindical Rock Haocas a los periodistas el jueves. «Iniciar una conversación sería una fuerte declaración política», agregó.
En Nueva Caledonia, el Consejo Nacional de Jefes del pueblo indígena canaco condenó «todos los actos de vandalismo y violencia armada», pero rechazó las acusaciones de que el movimiento independentista estaba implicado en la violencia mortal.
El Gran Jefe Hippolyte Sinewami-Htamumu expresó su pleno apoyo al grupo independentista, que ha movilizado a más de 100.000 personas «de todas las edades y todos los orígenes» en protestas pacíficas en los últimos meses en la capital, Numea, y en toda la isla.
«Esto no es un ‘grupo terrorista’ o un ‘grupo mafioso’, como algunos líderes políticos nos quieren hacer creer», dijo el jueves.
El Elíseo ha dicho que mantendrá el estado de emergencia durante al menos 12 días, ya que las fuerzas militares francesas están siendo desplegadas para proteger puertos y aeropuertos y liberar a las tropas policiales. El toque de queda se ha extendido hasta el viernes por la mañana, dijo Le Franc, el alto comisionado francés para el territorio.
Los partidos políticos locales también han hecho un llamamiento a la calma en ambos lados: los que apoyan la independencia y los que quieren que la isla siga siendo parte de Francia.
La última vez que Francia impuso el estado de emergencia en uno de sus territorios de ultramar fue en 1985, también en Nueva Caledonia. Las medidas permiten a las autoridades francesas y locales del archipiélago combatir los disturbios, autorizando la detención domiciliaria de personas consideradas una amenaza para el orden público, permitiendo registros, incautación de armas y restricción de movimientos, con posibles penas de prisión para los infractores.
La isla del Pacífico al este de Australia, con unos 270.000 habitantes y 10 husos horarios por delante de París, es conocida por los turistas por sus atolones y arrecifes declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Durante décadas, las tensiones se han estado gestando entre los indígenas canacos, que buscan la independencia, y los descendientes de los colonizadores, que quieren que la isla siga siendo parte de Francia.
Las personas de ascendencia europea en Nueva Caledonia, que durante mucho tiempo sirvió como colonia penitenciaria de Francia y ahora tiene una base militar francesa, se distinguen entre los descendientes de los colonizadores y los descendientes de los muchos prisioneros enviados por la fuerza al territorio.
Propuesta de modificación de los padrones electorales
Los disturbios de esta semana estallaron cuando la legislatura francesa en París debatió la enmienda de la Constitución francesa para modificar las listas electorales de Nueva Caledonia. El miércoles, la Asamblea Nacional aprobó un proyecto de ley que, entre otros cambios, permite a los residentes de Nueva Caledonia votar durante 10 años en las elecciones provinciales.
Los opositores dicen que la medida beneficiará a los políticos profranceses en Nueva Caledonia y marginará aún más a los canacos, que alguna vez sufrieron estrictas políticas de segregación y discriminación generalizada.
Macron dijo el miércoles que convocaría al Congreso, una sesión conjunta de legisladores de ambas cámaras del parlamento francés, para fines de junio para enmendar la Constitución y convertir el proyecto en ley, en ausencia de un diálogo significativo y consenso entre los representantes locales.
Nueva Caledonia se convirtió en francesa en 1853, bajo el reinado del emperador Napoleón III, sobrino y heredero de Napoleón. Se convirtió en un territorio de ultramar después de la Segunda Guerra Mundial, y a todos los canacos se les concedió la ciudadanía francesa en 1957.
En 1988 se firmó un acuerdo de paz entre las facciones rivales. Una década más tarde, Francia prometió conceder a Nueva Caledonia poder político y una amplia autonomía y celebrar hasta tres referendos sucesivos sobre el futuro de la isla.
Entre 2018 y 2021 se organizaron referendos y la mayoría de los votantes optaron por mantener a Nueva Caledonia como parte de Francia en lugar de apoyar la independencia.
El pueblo independentista canaco rechazó los resultados del último referéndum de 2021, que boicoteó porque se celebró en plena pandemia de coronavirus.