Este químico en Marte podría hacer que la vida fuera mucho más interesante
La búsqueda de vida en el Universo es una de las cazas de tesoros científicos más perseguida durante siglos. Las lunas de Saturno, exoplanetas y, más cerca, Marte, siempre han tenido una diana sobre su órbita. Pero sea por cercanía, por química o por el imaginario popular, Marte ha ocupado un lugar destacado en la lista de hábitats potenciales para la existencia extraterrestre, aunque nunca se ha demostrado nada. Hasta ahora. Se ha descubierto que el regolito marciano, la capa superior de polvo sobre la superficie, está lleno de sales de perclorato. Estos productos químicos son venenosos para la mayor parte de la vida en la Tierra, pero un nuevo estudio sugiere que algunas enzimas proteicas y ARN extremófilos pueden sobrevivir.
El planeta rojo, llamado así por su superficie rica en óxido de hierro, tiene aproximadamente la mitad del tamaño de la Tierra, pero tiene algunas características superficiales familiares. Tiene numerosos volcanes (extintos) y sus polos están cubiertos de hielo y hay indicios de que en algún momento agua líquida superficial. Pero las condiciones, de temperatura, química atmosférica y demás, parecían dejar claro que la vida allí sería imposible. Al mismo tiempo también hemos descubierto que no importa cuán extremo sea el entorno, la vida parece encontrar un camino.
Entre las muchas misiones a Marte, cada vez hay más pruebas de la existencia de sales de perclorato en la superficie marciana. Estas sales están compuestas de átomos de oxígeno y cloro y generalmente se consideran perjudiciales para la vida en la Tierra. Pueden combinarse con el agua de la atmósfera para producir soluciones de salmuera (agua salada). Y la estrategia de la NASA a la hora de buscar signos de vida es sencilla: sigue el agua.
Con esta premisa, un equipo de investigadores de la Facultad de Ciencias Biológicas publicó un estudio en Nature Communication. En él, los expertos, liderados por Aaron Engelhart, analizaron cómo el entorno geoquímico de Marte podría dar forma y sustentar la vida pasada, o incluso presente, en el planeta rojo.
Los autores utilizaron dos tipos de ARN y enzimas que son componentes clave para la vida en la Tierra. Para su sorpresa, descubrieron que, si bien el ARN funcionaba bien en la salmuera de perclorato, las enzimas eran menos adecuadas. Sin embargo, descubrieron que las proteínas que han evolucionado para sobrevivir en ambientes extremos en la Tierra se adaptaban bien a la solución de salmuera.
“En conjunto, nuestros resultados muestran que el ARN se adapta excepcionalmente bien a los ambientes muy salados que se encuentran en Marte y podría encontrarse en otros cuerpos en el espacio – concluye Engelhart en un comunicado -. Esta tolerancia extrema a la sal podría influir en cómo se pudo haber formado vida en Marte en el pasado, o cómo se está formando en las condiciones actuales en Marte”.