Entrevista Leire Pajín (I): "No hay dicotomía agricultura frente a medio ambiente
BENIDORM. Hace casi 12 años que Leire Pajín Iraola (San Sebastián, 1976) que dejó la política. Entonces era diputada en el Congreso después de haber sido secretaria de Organización del PSOE y ministra de Sanidad con José Luis Rodríguez Zapatero. A principios de este mes de mayo fue ratificada como candidata a las elecciones europeas, como número ocho en la candidatura del PSOE. Desde entonces, ha pasado por varias instituciones internacionales, como organismos de cooperación entre Europa y América Latina; ha sido directora del Desarrollo Internacional en IS Global, Presidenta de REDS y miembro del consejo estratégico y liderazgo de UNSDSN, impulsora de la Red Internacional de Mujeres EU-LAC. Pajín atiende a Alicante Plaza antes de dar un mitin en Benidorm, su ciudad, con el ministro Félix Bolaños, y la secretaria general del PSPV, y también ministra, Diana Morant.
-Bueno, la primera pregunta es un poco obligada, ¿por qué vuelve a la primera línea de la política?
-Pues la verdad es que no me lo esperaba. No es algo que había buscado, ni estaba en mis objetivos ni mi ánimo en este momento. Cuando el secretario general del Partido Socialista y presidente del Gobierno me lo propuso, sé que además había tenido varias conversaciones con alguna gente para eso, entre otras, con Diana Morant. Bueno, pues me lo pensé bastante. Cuando llevas ya 12 años fuera de todo, pues no es fácil tomar la decisión de volver a la primera línea. Pero es verdad que reflexioné sobre dos ideas: una, este no es un buen momento para Europa. Seguramente son las elecciones más decisivas de las que hemos vivido desde que tenemos capacidad de votar en Europa. Y dos, estoy viendo retrocesos, o amenaza de retrocesos muy claras, sobre todo en los derechos sociales en los que siempre he creído y creo que el espacio europeo, que además es coherente con mi trayectoria profesional, es un espacio donde se puede y se debe seguir construyendo derechos, esos que están amenazados. Así que eso me hizo finalmente dar un paso hacia adelante.
«Cuando llevas ya 12 años fuera de todo, pues no es fácil tomar la decisión de volver a la primera línea»
-Supongo que es consciente, aunque hay más gente de la Comunitat en la lista, que es parte de la delegación valenciana. ¿Qué cree que que es lo primero que hay que defender en Bruselas?
– Es evidente que el peso de las personas que tenemos una relación directa con esta tierra es un peso importante. Y también es verdad que yo haya estado donde haya estado. En a responsabilidad que siempre he estado atenta y he querido estar cercana, obviamente a los retos de los sectores productivos y los retos que tiene nuestra comunidad. Precisamente, Europa tiene mucho que decir en sectores y en objetivos muy importantes para nosotros, desde el turismo, pasando por los sectores tradicionales del calzado, del juguete; las grandes infraestructuras que llevamos tiempo peleando como el corredor mediterráneo, y por supuesto, la modernización y la lucha contra el cambio climático, las infraestructuras del agua. Es decir, al final muchos de los retos que tenemos como Comunidad se van a debatir en Europa. Por tanto, sin duda vamos a estar atentos y vamos a poner en valor esos intereses. Y yo ahí quiero poner reconocer la gran labor que han hecho los diputados de esta tierra hasta ahora, Inmaculada Rodríguez Piñero, pero también Domènec (Ruiz) y Estrella (Durá) han hecho una maravillosa labor. Siempre sensibles y atentos a los sectores de la Comunitat Valenciana, hablando con ellos, recibiendo sus sensibilidades. Y esa es una forma de hacer trabajo que nos inspira para seguir en el futuro.
«AL FINAL MUCHOS DE LOS RETOS QUE TENEMOS COMO COMUNITAT VALENCIANA SE VAN A DEBATIR EN EUROPA»
-Hay mucho debate de cómo será la Europa del futuro. Hay un choque bastante evidente entre dos opciones, entre dos visiones de cómo debe ser la Europa del futuro. Los grupos conservadores sostienen que hay mucha ideología detrás de las medidas que se han tomado últimamente. ¿Lo comparte eso?
-Yo lo que diría es que la orientación política cambia radicalmente la forma de buscar soluciones. Y si uno mira cómo se respondió a la crisis de 2010, la crisis financiera que vivimos y cómo se ha respondido en los últimos años a la crisis actual o las crisis que hemos vivido desde la pandemia, pues son dos dos maneras muy distintas. Y ¿por qué son distintas? Porque el peso político de los partidos conservadores en la crisis financiera eran unos, y en los últimos años la combinación de países con gobiernos socialdemócratas y peso de grupos progresistas en el Parlamento Europeo han hecho que la mirada sea una mirada social, que se haya apostado más por invertir en política pública, solidariamente, sobre todo, con los sectores económicos y sociales que más lo van a pasar mal. Y esa es la diferencia que nos jugamos. Por lo tanto, el 9 de junio pues nos jugamos precisamente eso. Qué peso van a tener la derecha y la extrema derecha en el próximo Parlamento y Gobierno europeo. Y si eso ocurre, cuánto vamos a perder en derechos de todo lo que hemos construido en este tiempo. Por eso, el 9 de junio nos jugamos la Europa tal y como la conocemos hoy. Y hay dos modelos muy distintos de entender esa Europa, de entender las prioridades de esa Europa, y ahí es donde vamos a jugárnosla.
«El 9 de junio nos jugamos la Europa tal y como la conocemos hoy. Y hay dos modelos muy distintos de entender esa Europa, de entender las prioridades de esa Europa»
-Se ha ido demasiado rápido en determinadas políticas, como las ambientales, que es de lo que se quejan sectores como los agricultores…
-Pues fíjese que yo creo que hay quien intencionadamente ha querido contaminar un discurso, que es todo lo contrario. Hace ya muchos años, los científicos. La ciencia, que es un espacio objetivo, viene diciéndonos con precisión qué es lo que puede ocurrirnos si no tomamos determinadas decisiones a tiempo respecto al cambio climático. Y una de las cosas que nos puede ocurrir precisamente es que los recursos, como los hídricos, por ejemplo, como el agua, o la productividad de nuestras tierras, puedan perderse de una forma muy clara y por tanto, ponerse en riesgo. La producción agrícola es un sector fundamental de nuestro país. O sea que no hay un binomio o una dicotomía, agricultura versus medio ambiente. Es al revés. Es apostar por una agricultura que tenga garantía de recursos, es apostar por el futuro del sector agroalimentario. Y hay quien ha intentado envenenar este debate precisamente porque no cree en soluciones que tienen que ver con la lucha contra el cambio climático. Y eso tiene que ver con una alianza, la del PP con Vox, de un partido que es negacionista, que lo que dice es que no existe el impacto del cambio climático, que lo del aumento de temperatura que estamos viviendo no es una realidad y que mira hacia otro lado. Y eso es profundamente peligroso, porque no tomar medidas ahora va a suponer tener consecuencias muy drásticas en el futuro. Y nosotros, lo que decimos es hay que tomar decisiones a tiempo y eso sí, pensando en que esas decisiones tienen que ser muy sensibles a los sectores que pueden verse afectados a corto plazo, para compensarlas, para entender bien las especificidades de cada territorio, para ayudarles con inversiones, para modernizar su forma de cultivar, etcétera.
-Además de la velocidad de la aplicación de esas medidas, sobre todo el Pacto Verde, otra de las cosas que se le achaca a la Comunidad Europea es la excesiva burocratización para todos los procesos. ¿Comparte ese punto de vista?
-Es verdad que se puede todavía trabajar mucho más en hacer más sencillo todo el proceso que ayude a los agricultores a que reciban las ayudas que merecen de una forma mucho más simple. Y de hecho en este tiempo se ha trabajado por poner instituciones intermediarias aquí para que acompañen a nuestros agricultores en ese proceso. Se ha intentado también de alguna manera incorporar sus especificidades por sectores en las decisiones que se ha tomado y yo creo que vamos a seguir trabajando ahí. Y ¿cómo se hace eso? Pues de una forma muy sencilla. Primero trabajando coordinadamente y quiero poner en valor el trabajo que se hizo desde la Generalitat Valenciana con Ximo Puig como presidente, coordinadamente con el Gobierno de España y coordinadamente con los europarlamentarios, para precisamente que esas especificidades de nuestra tierra y de nuestros agricultores formaran parte. Así es como se trabaja de forma coordinada, siempre pensando en el bienestar de nuestros sectores. Lo que no lleva a ninguna parte es estos este regate corto, estos falsos titulares, este intento permanente de buscar enemigos fuera, porque eso no da resultados ni ningún beneficio a nuestros sectores productivos.
«Es verdad que se puede todavía trabajar mucho más en hacer más sencillo todo el proceso que ayude a los agricultores a que reciban las ayudas que merecen»
-¿Fallan los controles o falta contundencia en la supervisión para impedir la entrada de productos de otros países que no cumplen los estándares de lo que se produce?
-Yo quiero poner en valor también todo el trabajo que se ha hecho en los últimos años respecto a la regulación de entrada de productos y sobre todo de la garantía de los elementos sanitarios fitosanitarios y de garantía de salubridad de los productos. Porque tanto las reglas de la ordenación mundial del comercio como las reglas europeas son profundamente estrictas. Y es verdad que lo que tenemos que estar siempre es vigilantes en el control que se hace en nuestros puertos, en la entrada de estos productos y ahí nosotros vamos a seguir estando muy muy cerca para que se cumplan. Tenemos herramientas, por tanto, para que se cumplan. Hasta ahora se han ido incorporando más medidas cuando se ha visto que en algún momento puede haber algún tipo de fallo, pero yo creo que tenemos que seguir poniendo en valor todo eso que hemos construido juntos, también poniendo en valor otras cosas. La Unión Europea, por ejemplo, ha cerrado acuerdos comerciales con otros países y con otras regiones del mundo que han favorecido a nuestros sectores. Ahí está toda la labor que se hizo en Estados Unidos para el producto del calzado, acompañando a nuestros sectores. Es decir, que tenemos que ir respondiendo a los retos en función de cómo van llegando. Y una vez más, lo más relevante es hacerlo de la mano de los sectores, escuchando sus problemas, sus especificidades y avanzando juntos.
«Tenemos que estar siempre es vigilantes en el control que se hace en nuestros puertos. Tenemos herramientas, por tanto, para que se cumplan los controles»
-¿Cree que uno de los grandes debates de la futura Comisión Europea va a estar bueno en el pacto migratorio?
-Por supuesto. Este ha sido una legislatura en la que se ha avanzado mucho en un pacto migratorio que además fuera solidario entre países de la Unión Europea. Y lo que tenemos que hacer es, de nuevo, busca soluciones que tengan tres pilares fundamentales. Primero, la eficacia, porque hay quien intenta sembrar la xenofobia y el miedo con discursos que se quedan en el papel pero que no buscan ninguna solución en una realidad que tenemos hoy. Segundo, que sea solidaria. Este país, además, conoce bien lo que ha sido emigrar a otros países en otros tiempos históricos y sabe bien la importancia que tiene que ser solidario con otros sectores. Y en tercer lugar, tener capacidad de gestionar los flujos migratorios de una forma ordenada, de una forma segura y de una forma solidaria. Eso es lo responsable. Lo demás es sembrar miedo, sembrar además discordia entre ciudadanos, romper la convivencia y además no asegurar ninguna respuesta. Que a este fenómeno que.
-Puede pasar a partir del 10 de junio cuando se constituya un nuevo Parlamento, si de ahí sale una Comisión Europea formada o respaldada por conservadores y ultras…
-Bueno, el riesgo y la amenaza es que si el 10 de junio el peso político de conservadores y ultras es muy grande, están en riesgo serio todos los derechos y el bienestar que hemos construido claramente en estos años. De hecho, ya lo estamos viendo cuando hay coaliciones en esta misma comunidad, y en otras muchas, que en muy poco tiempo hemos incluso llegado a ver la censura de películas o el intento de censura de películas como en otra época de nuestro país. Por tanto, lo que nos jugamos el 9 de junio es más serio de lo que quizá podemos llegar a imaginar a priori. Y por eso es muy relevante que el peso de los partidos progresistas, verdes y liberales sea un peso muy importante y muy decisivo en las próximas elecciones.