El chavismo tensa el camino a las elecciones en Venezuela al revocar la invitación de observación a la Unión Europea
El camino a las elecciones venezolanos no es una línea recta, sino que cada semana se producen situaciones que dejan pistas sobre si la votación del 28 de julio será competitiva, o al menos semicompetitiva. Desde hace una semana el chavismo venía anunciando que dejaría sin efecto la invitación de observador electoral que había cursado a la Unión Europea y este martes lo ha ejecutado a través del Consejo Nacional Electoral, donde tiene mayoría. Elvis Amoroso, su presidente, alguien muy cercano a Nicolás Maduro y Cilia Flores, anunció que “ha quedado sin efecto” la invitación hecha el pasado mes de marzo a Bruselas con el objeto de enviar observación internacional a las elecciones, que tendrán lugar exactamente en dos meses.
Amoroso decidió finalmente aceptar la propuesta que públicamente le hiciera el presidente del parlamento venezolano -y compañero de partido suyo-, Jorge Rodríguez, luego de que funcionarios europeos habían anunciado que quedarían levantadas las sanciones impuestas en contra de aquel, como presidente del Poder Electoral, pero se mantendrían en vigor frente otros funcionarios de la instancia y del Estado. Es decir, esta crisis, contraintuitivamente, se ha producido por un relajamiento de las sanciones por parte de Europa.
La concesión europea, concebida para estimular la apertura política del Gobierno chavista dentro de un marco previo de contactos políticos, había recibido una estridente y ofendida respuesta de Jorge Rodríguez hace un par de semanas, en la cual tildó a los funcionarios europeos de “groseros, bastardos, canallas, ilegales e ilegítimos”, y fue cuando propuso a Amoroso revocarles la invitación a venir al país el día de la cita electoral.
Como otros funcionarios del estado revolucionario chavista en estos años, Amoroso fue sancionado por la Unión Europea en junio de 2020, señalado de “socavar la democracia y el estado de derecho” en Venezuela, lo que le impedía entrar al territorio comunitario y le imponía congelación de activos. Esta vez Amoroso argumentó en un comunicado leído que, el pasado 13 de mayo, “la Unión Europea ratificó las sanciones genocidas y coercitivas contra el país, situación que afecta a todos nuestros habitantes, la soberanía e independencia de nuestra nación”.
“Sería inmoral permitir la participación europea conociendo sus prácticas neocoloniales e intervencionismo contra Venezuela, no siendo, en consecuencia, su presencia grata en un proceso electoral tan importante para la democracia”, añadió. Amoroso hizo un recuento de las calamidades económicas que ha tenido que vivir la sociedad nacional en estos años de hegemonía madurista -escasez de insumos médicos y alimentos, asignaciones obligatorias para comprar comida determinados días a la semana, hiperinflación, crisis eléctrica, falta de combustible, crisis hospitalaria-, y, como si el tesoro público no lo hubiera administrado el chavismo, adjudicó toda la responsabilidad del crack venezolano a las sanciones internacionales de estos últimos años.
“La comunidad internacional conoce el incalculable daño patrimonial que se ha ocasionado al pueblo de Venezuela, afectando la salud de niños y ancianos producto de las sanciones de la Unión Europea, pues impiden el acceso a medicinas y alimentos”. El Gobierno de Nicolás Maduro despliega en este momento una poderosa ofensiva propagandística en medios de comunicación y vallas publicitarias en las cuales responsabiliza a la oposición venezolana de la escasez y la quiebra de estos años, presuntamente por pedir a Estados Unidos y Europa sanciones que impiden al Gobierno comercializar bienes o adquirir insumos importados.
El comunicado del presidente del Consejo Nacional Electoral recibió temprana respuesta de los funcionarios europeos. El comunicado en calidad de réplica afirma que Europa “lamenta profundamente” la decisión unilateral del oficialismo. A renglón seguido, afirma: “El pueblo venezolano debería poder elegir a su presidente en elecciones creíbles, transparentes y competitivas, respaldadas por la observación internacional, incluida la Unión Europea, que tiene un largo y distinguido historial de observación internacional independiente.”
El comunicado europeo concluyó pidiendo a las autoridades del país reconsiderar su decisión, “de conformidad con el acuerdo de Barbados, que reconoce específicamente que la Unión Europea debería ser invitada a observar estas elecciones”. Muy poco antes del pronunciamiento de Amoroso, -probablemente previendo lo que iba a ocurrir- la Plataforma Unitaria, instancia que agrupa a los partidos más importantes de la oposición venezolana, había emitido un comunicado en el cual exigía “la inmediata formalización de la invitación a la Unión Europea para la observación electoral en el país”. También la oposición recordó el carácter vinculante de los contenidos firmados en el acuerdo de Barbados.
Con todo, Amoroso hizo el esfuerzo de plantear la existencia de una convocatoria amplia de invitados internacionales a las elecciones presidenciales venezolanas -que se celebrarán este 28 de julio, natalicio del finado comandante Hugo Chávez-, destacando el llamado al Centro Carter, Naciones Unidas, la Unión Africana, la Celac, el Alba y otros foros subregionales Todas ellas, afirmó, podrán participar en la observación de los comicios presidenciales venezolanos, “siempre y cuando respeten los principios de la soberanía, la Constitución Nacional y las leyes”.
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