El peligro de no apagar nunca tu móvil y tenerlo siempre encendido
La hiperconexión se ha vuelto una realidad que afecta a la mayor parte de la población. Es difícil abandonar el teléfono móvil, y son muchos los motivos para no hacerlo: estar pendiente del trabajo, la conciliación personal y laboral o la adicción a las redes sociales son algunos de ellos. Para muchos, el smartphone se ha convertido en un imprescindible, tanto es así que en ocasiones se tiene hasta más de uno.
Aun con todo esto, los expertos aconsejan apagar el teléfono, al menos, unos minutos al día. Los beneficios de esta pequeña acción son numerosos: no solo para la salud mental, sino también para el propio dispositivo. El primero y más obvio y el descanso personal. Desconectar, respirar, ignorar por un tiempo las pantallas y estar más presente en el día a día.
Además del cuidado de la salud mental, apagar el teléfono es bueno para la salud física. El hábito de consultar redes sociales y estar en la cama viendo vídeos de Tiktok se ha extendido, pero no es nada bueno para el descanso. Los expertos aconsejan dejar el móvil al menos una hora antes de dormir.
Ciberataques y fallos en la memoria
Proteger el dispositivo y los datos personales de posibles ataques -cada vez más frecuentes- es otro de los beneficios de apagar el teléfono móvil, aunque también es posible hacerlo al reiniciarlo. Son muchos los profesionales que lo afirman, entre ellos la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos. En este sentido, no es necesario hacerlo a diario: basta con apagar el smartphone una vez a la semana.
El cuidado de la memoria es otro beneficio. Muchas de las aplicaciones -sobre todo las redes sociales- son pesadas, y aunque no estén en uso, siguen trabajando en segundo plano. Todo esto puede hacer que halla ‘fugas de memoria’, lo que va en detrimento del rendimiento general del teléfono.
La adicción a las pantallas y el miedo a prescindir de ellas ya tiene un nombre: ‘nomofobia’. La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte de que en España entre el 6 y el 9% de usuarios habituales de Internet podría tener algún tipo de adicción.