'El 7 de julio no se prohíben los desechables, no se prohíbe ningún tipo de empaque …
A partir del próximo 7 de julio en Colombia quedarán prohibidos un total de seis productos plásticos de un solo uso: las bolsas plásticas de punto de pago; las bolsas utilizadas para embalar periódicos, revistas, publicidad y facturas; los rollos de bolsas vacías en superficies comerciales, o sea, las bolsas en las que se echan las verduras, frutas y tubérculos en las tiendas y supermercados; los mezcladores y pitillos para bebidas; los soportes plásticos para las bombas de inflar; y los soportes plásticos para los copitos de algodón utilizados en la limpieza de los oídos.
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Eso, para darle cumplimiento a Ley 2232, que establece varias medidas para disminuir el consumo de plástico en Colombia en dos etapas, primero prohibiendo seis productos a partir de 2024 y posteriormente prohibiendo otros ocho productos a partir de 2030.
Sin embargo, desde la industria plástica han señalado que aunque sí están preparados para la transición hacia otras alternativas más sostenibles, el Ministerio de Ambiente ha fallado en establecer la reglamentación de la ley, es decir las “reglas de juego” con las cuales se define cuáles son las excepciones a la norma y qué características deben tener las alternativas a estos productos que saldrán del mercado.
En entrevista con EL TIEMPO, Daniel Mitchell, presidente ejecutivo de Acoplásticos, asegura que la reglamentación debía llegar hace más de año y medio, lo que limita a la industria para poder ofrecer alternativas. El directivo además destaca que a hoy existen muchos mitos sobre la Ley 2232 y que los comerciantes deben empezar a solicitarle a sus proveedores soluciones más sostenibles que se adecúen a la norma, o podrían enfrentarse a sanciones.
¿Está preparado el sector del plástico para las prohibiciones?
El sector plástico sí está preparado. Ahí la inquietud ha sido que estamos pendientes de que el Ministerio de Ambiente reglamente qué es lo que espera de la industria plástica para moverse hacia las alternativas sostenibles, que establece la misma ley y que son los productos que exceptúan de esas prohibiciones.
Por ejemplo, ¿cuáles son los requisitos para demostrar que un producto es biodegradable? ¿Cuáles son los requisitos para demostrar que un producto es hecho con materia prima reciclada? ¿Cuáles son los requisitos para demostrar que un producto es reutilizable? Esto debió haber sido reglamentado hace alrededor de año y medio.
Entonces, la industria sí está lista, pero necesita la información para saber exactamente hacia dónde se debe mover y cómo lo debe demostrar. Y sin una reglamentación a pocas semanas de la entrada en vigencia de ese primer grupo de productos que se prohíbe, pues resulta complejo. Pero la industria ya ha venido haciendo inversiones grandes en reciclaje, ha venido desarrollando soluciones en alternativas biodegradables, soluciones en productos reutilizables. Simplemente estamos atentos a que el Ministerio de Ambiente nos indique cómo operar.
Esa reglamentación teníamos entendido que salía publicada el día de hoy. ¿Por qué ha tardado tanto en llegar?
Sí, probablemente sale hoy o de pronto el lunes, es decir, ya está prácticamente lista y eso se reconoce. El punto es que los requisitos para demostrar que una bolsa, por ejemplo, es hecha 100 % de materia prima reciclada, que es una de las excepciones de la prohibición, debió haber estado listo en enero del año pasado, es decir, hace año y medio. Se ha demorado, no sé, yo me imagino que por ser un tema técnico, complejo. Los ministerios tienen poca gente que está lista para preparar este tipo de reglamentaciones, de pronto había prioridad en otros temas, no sé.
Uno de los impactos que ustedes han manifestado que esto va a generar es económico. ¿Cuáles son esos impactos?
Precisamente es por eso la importancia de tener claro cómo operan las excepciones, pues de eso depende a ver si el impacto es mayor o menor. Entonces, cuando uno mira, por ejemplo, ese primer listado de productos que se prohíben, donde están las bolsas, los pitillos y demás, eso representa un poco más del 4 % de esta industria, que es una industria que genera alrededor de 120.000 puestos de trabajo.
Entonces, estamos hablando de potencialmente de 8.000, 9.000 o 10.000 puestos de trabajo de empresas que fabrican bolsas, pitillos y productos parecidos. Y otras empresas tienen claridad que de migrar hacia biodegradables, hacia productos reciclados, hacia productos reutilizables, el impacto sería menor. Si no hay posibilidad de ofrecer alternativas sostenibles, el impacto sí puede ser de ese tamaño. En cuanto al número de empresas, estamos hablando de más 100 empresas que fabrican este tipo de productos, entonces, pues el impacto sí puede ser grande.
Ayer, en entrevista con Olga Sanmartín, directora de la Fundación Planeta con Sentido, ella señalaba que los plásticos biodegradables solo se degradan en escenarios de compostaje. Y que no existen estudios que prueben que los biodegradables se pueden degradar en escenarios normales, como en rellenos sanitarios. ¿Cómo ve la industria estas opciones que en teoría vienen a ser el reemplazo de los productos que se han vendido durante los últimos 50 años?
Pues en parte tiene razón en el sentido que sí es deseable que los municipios tengan infraestructuras de compostaje. Y esto aplica no solamente a un plástico biodegradable, sino a la cáscara del banano o el hueso del pollo. Ese tipo de productos orgánicos en rellenos sanitarios se demoran mucho más de lo que se demoran en condiciones naturales, precisamente porque no son las condiciones adecuadas para que un producto lleve a cabo su proceso de compostaje.
Colombia, la verdad, está muy atrasado en desarrollar esquemas de compostaje para el aprovechamiento o el tratamiento de los residuos orgánicos. Ahí entrarían, por ejemplo, los plásticos compostables, que uno casi que los puede comparar con un producto a base de la yuca o a base de la caña. Son productos biobasados.
Ahora, si un producto plástico compostable llega al ambiente, y en el peor de los casos, alguien lo bota a un bosque o a una cañada o algo por el estilo, el tiempo de biodegradación, igual va a ser muchísimo más corto. Es cuestión de meses su biodegradación frente al plástico convencional sintético a base petroquímica.
Es cierto que lo deseable es tener unos procesos de compostaje, que es lo que deberíamos tener en los municipios para todo tipo de residuos orgánicos. Pero aún sin este, el proceso de compostaje o biodegradación de un bioplástico es mucho más corto que un plástico normal.
Ustedes han hablado de que hay muchos mitos sobre la Ley 2232. ¿Qué mitos hay alrededor de la ley de prohibición de plásticos?
Yo creo que lo más importante es que los establecimientos de comercio que utilizan este tipo de productos y los fabricantes de este tipo de productos conozcan muy bien la norma. Por lo general, los fabricantes del producto la conocen, porque ese es su mundo, pero muchos establecimientos de comercio, como una tienda, un almacén o un supermercado, utilizan, por ejemplo, bolsas o pitillos y es muy importante que entiendan, por un lado, que sí hay unos productos que se van a prohibir, que hay unas sanciones para quienes lo distribuyan, pero al mismo tiempo que sepan, y esto es muy importante, que hay unas excepciones.
Entonces, una bolsa plástica, la común y corriente, la que llamamos la bolsa camiseta, efectivamente no se puede usar. Pero una bolsa reutilizable como una talega, que la mayoría son fabricadas con plásticos también se puede seguir comercializando. De hecho, hay una excepción que indica que un producto plástico que demuestre que su ciclo de vida tiene un impacto ambiental menor que el de sus sustitutos, también se puede seguir comercializando.
Entonces, la invitación es a atender la ley en cuanto a sus prohibiciones, pero fomentar con sus proveedores de bolsas y similares, que avancen hacia ese tipo de alternativas sostenibles que sí se van a permitir en el mercado.
El otro mito, tal vez, es aclarar que el 7 de julio no se prohíben los desechables, no se prohíbe ningún tipo de empaque, ningún tipo de envase, ningún tipo de embalaje. Solamente son las bolsas de punto de pago, las bolsas de lavandería, las bolsas utilizadas para empacar el periódico, las revistas, los elementos de publicidad, las facturas, los rollitos de bolsas vacíos que se ponen en los supermercados, en las tiendas para pagar productos a granel, los pitillos, los mezcladores, los copitos y los palitos para sujetar los globos y nada más.
EDWIN CAICEDO
Periodista de medioambiente y salud
@CaicedoUcros