La NASA predice un fenómeno «único en la vida» que se puede ver sin necesidad de un telescopio
Llega un verano boreal en el que se podrá disfrutar de auroras boreales a lo largo de junio, julio y agosto en muchas partes del mundo. Además, la NASA ha anunciado que se podrá ver un fenómeno «único en la vida» desde la Tierra y sin necesidad de utilizar telescopio.
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El organismo espacial ha señalado en un comunicado que, aunque se desconoce la fecha exacta del evento, se podrá ver a lo largo de estos meses un tipo de nova muy especial. Se trata de la estrella Blaze, que es un sistema binario ubicado en la Corona del Norte, a unos 3.000 años luz de la Tierra y está compuesto por una «enana blanca», una estrella del tamaño de la Tierra, con una masa comparable a la del Sol, y una «antigua gigante roja», que está perdiendo su hidrógeno por la atracción gravitacional de la primera.
«El hidrógeno de la gigante roja se acumula en la superficie de la enana blanca, provocando una acumulación de presión y calor», ha precisado la NASA, explicando que con el tiempo «desencadena una explosión termonuclear lo suficientemente grande como para hacer volar ese material acumulado». Este fenómeno ocurre cada 80 años en ese sistema, por lo que será algo prácticamente inédito.
La aparición de la nova T CrB se producirá este verano o en otoño a más tardar y la primera vez que se pudo ver fue en 1217 en Alemania, y la última en 1946.
¿Cómo verla?
Los astrónomos han dicho que para ver la estrella Blaze, hay que fijarse en la Corona del Norte, una curva de estrellas en forma de herradura al oeste de la constelación de Hércules. Para verla mejor, es necesario que sea totalmente de noche y se podrá ver con mayor calidad en zonas donde no haya contaminación lumínica, aunque no se purde ver a simple vista.
Para identificar la nova, los expertos insisten en ubicar las dos estrellas más brillantes del hemisferio norte, Arcturus y Vega, y en medio de las dos será el punto exacto de la explosión termonuclear, por la que se verá la estrella. Aunque desde la NASA insisten que como tarde se verá en septiembre, este tipo de fenómenos son «impredecibles y contrarios» y que a veces pueden desviarse del patrón estudiado.