La Sinfónica Nacional abrió sus puertas al público neurodiverso
▲ La actividad es parte del proyecto Las funciones relajadas, del Inbal, instrumentado por esa instancia dentro su programa de Diversidad e Igualdad y Extensión Cultural. Mañana se llevará a cabo el concierto con la dirección de Ludwig Carrasco. Aquí, imágenes del ensayo.Foto Yazmín Ortega
Ángel Vargas
Periódico La Jornada
Sábado 29 de junio de 2024, p. 3
Por vez primera en su historia, la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN) abrió sus puertas al público neurodiverso. Este inédito ejercicio tuvo lugar en el ensayo abierto que realizó la mañana de ayer en la sala principal del Palacio de Bellas Artes, como preámbulo al último programa de su primera temporada del año, que repite mañana a las 12:15.
De igual manera, formó parte del proyecto Las funciones relajadas del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), instrumentado por esa instancia dentro su programa de Diversidad e Igualdad y Extensión Cultural, que consiste en ofrecer presentaciones artísticas en un entorno de comprensión y empatía hacia personas con autismo, condiciones de neurodesarrollo o relacionadas
.
Esta singular iniciativa se realiza de febrero a diciembre en espacios del instituto con la participación de sus compañías, como ha sucedido ya con la Orquesta de Cámara de Bellas Artes (OCBA) y el Ensamble del Centro de Experimentación y Producción de Música Contemporánea (Cepromusic), entre otras.
El propósito de este proyecto es que el público disfrute de la función sin limitaciones
, como ocurrió en esta nueva experiencia para la OSN, que en este ensayo abierto recibió a varias decenas de personas de todas las edades, para la mayoría de las cuales era la primera ocasión que presenciaba el trabajo de una orquesta sinfónica, según reconocieron al concluir la sesión.
Ravel, Chaikovski y Monteón
En una Función relajada, el público neurodiverso puede salir de la sala y regresar las veces que necesite; hablar, hacer sonidos y expresar emociones de forma efusiva; moverse con libertad, así como usar el área relajada
que se acondiciona fuera de la sala, antes y durante la presentación; en ella, se dispone un tapete, sillones, así como materiales y juegos didácticos.
Otra singularidad es que se solicita a la audiencia que los aplausos sean silenciosos, a la manera de los sordos, levantando las manos y girándolas de izquierda a derecha, como se hizo de forma recurrente durante el ensayo, para reconocer el trabajo de la agrupación y su director titular, Ludwig Carrasco.
Éste último tuvo una interacción frecuente con el público desde el comienzo, cuando, tras dar la bienvenida a los asistentes, les explicó en qué consistiría el programa de este fin de semana, titulado Éxtasis sinfónico, así como la mecánica de un ensayo.
Contó que ésta es la primera ocasión en que la agrupación interpreta una obra de la mexicana Paulina Monteón, De la tierra brotan colores, además de la Suite no. 2 del ballet Daphnis et Chloé, de Maurice Ravel. A ellas se suma el Concierto no. 1 opus 23 en Si bemol mayor para piano, de Chaikovski, en el que participa Eva Geborgyan como solista.
Aclaró que, a diferencia de un concierto en forma, en un ensayo las piezas pueden no interpretarse de corrido, sino que se hacen varias pausas, o se repiten varios pasajes, hasta que la obra se ajusta a los parámetros deseados, por lo que pidió comprensión y paciencia.
El ensayo, en el que se prepararon las dos obras que no requieren solista, transcurrió sin sobresaltos. La concurrencia no sólo fue respetuosa del quehacer de la orquesta, sino que se involucró varias ocasiones por medio del aplauso silencioso, y algunos de los más pequeños emulaban desde su butacas al director.
Fue algo muy bonito, emocionante, nunca pensé que la música clásica fuera tan padre
, comentó la pequeña Cristina, de nueve años, quien asistió con sus papás y su hermano, Alberto, de cinco años, que presenta una condición de hiperactividad.
Es importante que en México existan programas como éste, porque permiten el acceso y el disfrute de expresiones y experiencias artísticas y humanas a las que de otra forma sería imposible acceder para personas con una condición neurodivergente
, celebró la sicóloga Sharon, quien asistió con su familia y su sobrino Aarón, de 11 años, quien presenta condición de autismo.