Más de 100 restos óseos revelan la vida prehispánica en los terrenos del AIFA
▲ Esqueletos extraídos de 104 enterramientos en la antigua Hacienda de Santa Lucía, recuperados durante la construcción del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles.Foto cortesía INAH
Javier Salinas Cesáreo
Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 10 de julio de 2024, p. 3
Tecámac, Méx., Un total de 112 esqueletos humanos, provenientes de 104 enterramientos, recuperados de la antigua Hacienda de Santa Lucía durante la construcción del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) fueron analizados y revelan aspectos de la vida en dicha área durante la época prehispánica.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) informó que el análisis antropofísico fue realizado por el responsable de la Sección de Bioarqueología de la Dirección de Salvamento Arqueológico (DSA), Jorge Arturo Talavera González, y su equipo.
Los esqueletos fueron recuperados de los sitios Tlatel 7
y Sin Cuadrícula 5
, ambos de cronología Coyotlatelco (600-900 dC), y Xaltocan polígono 6
, del periodo Posclásico Tardío (1200-1500 dC).
Añadió que la colección de Tlatel 7
consta de 19 esqueletos, en estado de conservación regular, los cuales corresponden a 12 personas adultas (siete mujeres y cinco hombres), de entre 25 a 35 años al momento de morir, y el resto a infantes y a un adolescente.
En un comunicado destacó que el hallazgo más sobresaliente de este sitio es el esqueleto de una mujer de entre 35 y 40 años de edad, extraído del Entierro 4
, el cual presenta una fractura en la parte inferior del brazo izquierdo (seudoartrosis) que corresponde a la amputación del miembro, lo cual debió ser extremadamente doloroso.
“Lo interesante es que las huellas de los huesos muestran crecimiento del tejido óseo, lo que indica que además de que la mujer sobrevivió entre cinco y siete meses después del evento traumático, se le colocó una prótesis para ayudarla a estabilizar el brazo y sanar, lo cual era imposible sin cirugía, por lo que finalmente falleció, posiblemente a consecuencia de una infección.
Formulamos dos hipótesis sobre este suceso: la primera es que la mujer reaccionó de manera instintiva ante un ataque y utilizó el brazo para cubrirse el rostro, y la segunda es que era una guerrera que, al cubrirse con un chimalli (escudo), sufrió la lesión
, dijo Talavera González.
Refirió que los siete entierros femeninos referidos presentan traumatismos en cráneo y nariz, lo que refuerza la teoría de una población de combatientes.
En tanto, en el sitio de Xaltocán se contabilizaron 58 enterramientos humanos, algunos de los cuales eran colectivos, por lo que sumaron 66 individuos, la mitad de ellos correspondieron a infantes y algunos a fetos.
“Es la primera vez en 13 años que llevo en esta sección que me encuentro con tal cantidad de esqueletos infantiles, en estado de conservación regular, lo que revela un alto grado de mortandad infantil.
Nuestra teoría es que, debido a que Xaltocán tenía conflictos con Cuautitlán, es probable que los niños del lugar estuvieran sometidos a un estrés constante que, aunado a una mala alimentación, los debilitó.
Manifestó que de los 66 individuos se tiene el caso único de un esqueleto masculino, de entre 18 y 20 años de edad, con probable poliomielitis o dislocación congénita de cadera, el cual será analizado con especialistas en biomecánica del Instituto Nacional de Rehabilitación, a fin de determinar la manera en la que se movía.
Apuntó que en el sitio Sin cuadrícula 5
se hallaron 30 esqueletos, de los cuales 19 corresponden a mujeres y 11 a hombres.
El INAH difundió que los entierros recuperados son resultado de las excavaciones emprendidas durante el Proyecto de Salvamento Arqueológico en las obras del AIFA, dirigido por Rubén Manzanilla López, el cual comenzó en mayo de 2019 y concluyó en mayo de 2022.
El análisis del material arqueológico se realizó de noviembre de 2021 a marzo de 2024 y se entregaron dos informes sobre los estudios de antropología física al Consejo de Arqueología del INAH.