Clasificar a Frida Kahlo “no es coherente con su personaje”: Pasqualetti

Alondra Flores Soto

Periódico La Jornada
Sábado 20 de julio de 2024, p. 3

Es importante estudiar la vida de Frida Kahlo antes de convertirla en símbolo, opinó la escritora y periodista italiana Chiara Pasqualetti Johnson. Para una rebelde como fue la pintora mexicana, estar clasificada en algunas categorías no es coherente con su personaje, consideró durante la presentación de Frida: Ícono de México. Espero que este libro sirva para comprender a la persona que está detrás.

Celebró que las nuevas generaciones no tengan de modelo a una estrella de TikTok, sino a un personaje poderoso con mucho que contar, pero para el que se requiere tiempo para ahondar, porque no es suficiente ver una imagen en una playera o leer un artículo de dos páginas en un periódico.

Pasqualetti opinó: no creo que sea correcto sobreponerla con un feminismo en el sentido más literal del término. No hizo lucha feminista; llevó a cabo una batalla personal. En cambio encarna lo que para mí es el feminismo contemporáneo, de las chicas veinteañeras de hoy, que han recibido una herencia de las generaciones que han aplanado el camino y todavía tienen que recorrer otro pedacito que esté en sintonía con las ideas de libertad y anticonformismo de Frida.

La novedad editorial fue lanzada recientemente por Trillas. Las poco más de 200 páginas contienen un libro ilustrado, pero no de forma casual, porque tuve mucho cuidado de hacer corresponder mis palabras con la imagen. Es el elemento que distingue, comentó ante los asistentes que acudieron a escuchar a la autora en una librería en el sur de la ciudad, el día en que se cumplieron 70 años del fallecimiento de Kahlo, ocurrido el 13 de julio de 1954.

La editora Nora Fuentes relató que no sólo se trata de una biografía, sino que conjuga su obra gráfica y fotografías elegidas de un sinfín de archivos, que complementan su vida narrada a través de las letras.

Frida es color, es las flores que tenía en sus cabellos, imágenes icónicas como ésta, que es una foto de Nicholas Murray, refirió Pasqualetti Johnson al mostrar la portada de la edición en español que pudo conocer hasta que desembarcó en el aeropuerto de la Ciudad de México.

Soy una periodista italiana que hace reportajes de viajes, así se presentó a los lectores mexicanos. Además de escribir en revistas, entre sus libros se encuentran otros dedicados a la diseñadora de alta costura Coco Chanel, a la actriz Audrey Hepburn y a Jacqueline Kennedy, ex primera dama de Estados Unidos.

La imagen tan poderosa del lienzo Las dos Fridas impactó a Chiara cuando era estudiante y se percató de que en un libro sobre arte moderno la única mujer que aparecía era Kahlo, relató, regresando en el tiempo 30 años, al preguntarle sobre su primer acercamiento con el personaje.

Un cuadro que abarca todo su mundo

Años más tarde, al escribir el libro Las mujeres más influyentes de nuestro tiempo, su pensamiento voló hacia esa pintura y comprendió plenamente que el significado de la obra es la conexión profunda entre la vida y el arte.

No todos los artistas pueden crear este enlace indisoluble. En ese cuadro está todo el mundo de Frida, desde sus orígenes europeos, que muchos desconocen; su historia clínica, algo que hay que tener en cuenta con el fin de comprender cuánto sufrimiento atravesó ese cuerpo herido; la relación con Diego Rivera, y el corazón que late, que va más allá de la razón y nos hace llegar hasta el alma.

En los primeros capítulos se ofrece un relato biográfico, para continuar con el encanto de la Casa Azul, la cual visitó Chiara, y fue como hacer real un sueño, algo profundamente emotivo y que le permitió conocer objetos que revelan la esencia de la artista, como fueron un arete en forma de mano que le regaló Picasso, los frascos de perfume o una de sus faldas, que, más allá de ser una prenda de algodón, habla de la feminidad, la vanidad de cubrir sus piernas, así como de las ideas políticas. En la última parte retoma la fridamanía que ha envuelto a la pintora en las recientes décadas.

La palabra ícono, que se utilizó para el título, tiene un significado que va más allá del tiempo y el espacio, explicó.

En el caso de Frida es verdadero más que nunca; sin embargo, esto ocurrió en los pasados 20 o 30 años. Por lo que atañe a Europa, sobre todo, el mito de Frida acabó por implicar también a las nuevas generaciones, quienes reconocen su fuerza rebelde y su capacidad de transformar el sufrimiento en algo creativo.

Nos hace pensar que el dolor se puede convertir en musa. Transformó todo en obra de arte, como los corpiños que sostenían su columna y que llenó de color. Otro aspecto admirable es su increíble dignidad. La dignidad en el dolor es una fuerza muy poderosa, afirmó.

Frida nunca hubiera imaginado tener esta fama mundial y encarnar estos valores positivos en una mujer que padeció tanto sufrimiento.