Los precios de alimentos pueden provocar más alzas en la inflación: analistas – Expansión
De acuerdo con información del Inegi, la inflación no subyacente se ubicó en 10.64% a tasa anual, impulsada principalmente por las frutas y verduras (25%), agropecuarios (14.33%) y los energéticos (9.16%).
«La producción agrícola nacional disminuyó de manera importante en el primer semestre del año, cayendo 5% respecto al mismo periodo de hace un año, lo que se reflejó en un aumento de los precios de las frutas y verduras», apunto Monex en un reporte.
El aumento en frutas y verduras obedece a factores sobre los que la política monetaria no tiene efecto, pues “tiene que ver con temas climatológicos, primero por las sequías y, después, por las fuertes lluvias”, explicó Quiroz.
“Para México, cuando durante varias quincenas consecutivas sube el componente no subyacente, esto termina contaminando al componente subyacente y, por lo tanto, afectando las expectativas de inflación de mediano y largo plazo”, señaló Gabriela Siller, directora de análisis económico-financiero de Banco Base.
“Estos incrementos en el (índice) no subyacente pudieran tener efectos de segundo orden, que se contagie la dinámica de otros precios”. Por ejemplo, “al productor que le suben el precio de la energía y lo traslade de una forma más directa al consumidor», complementó Alejandro Saldaña, director económico de Grupo Financiero Ve por Más (BX+).
«Por otro lado, los consumidores, cuando ven que los precios de alimentos crecen a doble dígito, puede empezar a generar que se distorsionen la expectativas de precio y esto puede hacer que la inflación no baje tan rápido”, agregó.
“No es que (la inflación no subyacente) el próximo mes vaya a disminuir, va a seguir muy fuerte entre cuatro y cinco meses, mínimo, y se va a contagiar la subyacente. Y se van a romper todos los paradigmas de la inflación y de la política monetaria”, adelantó Iván Franco, fundador de la consultora Triplethree International.
A pesar de este panorama, para Saldaña, “hay una buena noticia por el lado de los servicios, consistente con la desaceleración económica. Sin embargo, creemos que van a seguir mostrando renuencia a bajar”.
Sin embargo, agregó, aún hay “fuertes presiones salariales, y recordemos que la mano de obra es el principal insumo en el sector servicios. Esto va a limitar la velocidad y la magnitud de futuros descensos”.
Asimismo, la inflación en las mercancías ha venido disminuyendo, a raíz de que se diluyeron los choques de años pasados -la pandemia y la guerra en Ucrania-. La inflación ya no es importada y se debe a factores internos.
Este comportamiento se explica por “la desaceleración que hemos visto del lado de la demanda, particularmente el consumo de bienes”, precisó Saldaña.
Aunque, cuando comenzó a subir la inflación, a raíz de la pandemia del coronavirus, el banco central dijo que sería un tema transitorio, pero a lo largo del tiempo ha ido modificando la estimación de la convergencia a la meta del INPC.
De acuerdo con las minutas de la reunión de la Junta de Gobierno del Banco de México, en junio pasado, la mayoría de sus integrantes «mencionó que se sigue esperando que la inflación general converja a la meta de 3% en el cuarto trimestre de 2025».