El río Titire: un conflicto entre la naturaleza y la minería – La Prensa Regional
POR: ECON. RICHAR MAQUERA QUISPE
El río Titire se ha convertido en el epicentro de una disputa que pone en entredicho la responsabilidad de la actividad minera en la contaminación de sus aguas. Aruntani, la empresa minera involucrada, sostiene que las causas de la contaminación son naturales, atribuyéndolas a las características geológicas de la zona y a la presencia de múltiples fuentes termales. Sin embargo, la declaratoria de emergencia por contaminación hídrica en los ríos Tambo y Coralaque, de los cuales el Titire es afluente, plantea serias dudas sobre esta versión.
La empresa asegura haber cumplido con todas sus obligaciones legales, incluyendo el cierre de la mina Florencia Tucari, y argumenta que ha invertido una suma considerable en el manejo y monitoreo ambiental. No obstante, la persistencia de la contaminación y la lentitud en la ejecución de los planes de cierre por parte de otras entidades estatales generan un escenario de desconfianza.
¿Quién es el responsable de esta crisis ambiental? La pregunta persiste y las respuestas parecen eludirnos. Por un lado, la minera se deslinda de toda culpa, apuntando a factores naturales y a la inacción de las autoridades. Por otro lado, el Estado, a través del Ministerio de Energía y Minas, ha reconocido la gravedad del problema y ha anunciado medidas para solucionar la situación. Sin embargo, la efectividad de estas medidas aún está por verse.
Más allá de las acusaciones mutuas, es fundamental que se realice una investigación exhaustiva y transparente para determinar las verdaderas causas de la contaminación del río Titire. Se necesitan estudios científicos sólidos que permitan establecer con certeza si la actividad minera ha contribuido a degradar este ecosistema. Asimismo, es necesario evaluar el cumplimiento de las normas ambientales por parte de todas las entidades involucradas y sancionar a los responsables de cualquier incumplimiento.
La contaminación del río Titire es un problema complejo que requiere soluciones integrales. No basta con cerrar una mina, es necesario abordar las causas profundas de la degradación ambiental y promover un desarrollo sostenible que permita conciliar la actividad económica con la protección del medio ambiente.
En este contexto, se hace necesario un diálogo abierto y constructivo entre todos los actores involucrados: empresas mineras, comunidades locales, autoridades gubernamentales y sociedad civil. Solo a través de un trabajo conjunto podremos encontrar soluciones duraderas y efectivas que garanticen la protección del río Titire y de los ecosistemas que dependen de él.
La opinión pública debe mantenerse vigilante y exigir a las autoridades que actúen con transparencia y responsabilidad. Es nuestro deber como ciudadanos velar por la protección de nuestros recursos naturales y exigir un futuro más sostenible para las próximas generaciones.
El río Titire clama por justicia. Es hora de escuchar su voz.