Inflación en alimentos, un caldo de muchos factores | El Heraldo de México
El aumento en los precios de las frutas y verduras ha sido una constante desde hace varias semanas en mercados públicos de las principales ciudades del país. A todos nos ha sorprendido pagar hasta el triple por productos que no imaginábamos que pudieran alcanzar un alto costo, como el cilantro o el chayote.
Un manojo de cinco kilos pasó de 130 a 450 pesos, mientras que el kilo de chayote pasó de 25 hasta 100 pesos, con lo cual muchos tacos y guisados comenzaron a perder sabor.
De acuerdo con el INEGI, la inflación general presentó en julio un aumento de 1.05% respecto al mes anterior y se fijó en 5.57% anual. En especial aumentaron los precios del jitomate, cebolla, naranja, aguacate, carne de cerdo y huevo.
¿Qué ha propiciado estas alzas?
En primer lugar, los intensos periodos de sequía que ha vivido el país en los dos últimos años, los cuales han impactado en la producción de ciertos alimentos.
De acuerdo con el Banco de México, el 80.3% de la producción agrícola nacional habría estado expuesta a condiciones de sequía extrema, en particular, cultivos de maíz, aguacate, caña de azúcar, jitomate y limón han sido los más vulnerables.
Pero no todo viene del lado de la producción, tenemos otros factores que han impactado en los precios de los alimentos como la inseguridad, el alza de los costos de producción y en los fletes marítimos, hasta la depreciación del peso.
En el caso de la inseguridad, han sido denunciados casos de extorsión a productores de aguacate y limón, hasta propietarios de pollerías y otros expendios en donde el llamado “impuesto invisible” pasa la factura al consumidor final.
También debemos hablar de los problemas logísticos, donde bloqueos o cierres de carreteras afectan el abasto de alimentos y, por ende, su precio.
Ahí tenemos a los ejidatarios de Santa Rita Tlahuapan, que mantienen bloqueada la México-Puebla y el caso de la caída del sistema y una falla de una empresa operadora del Puerto de Manzanillo la semana pasada, que afectó el desplazamiento de vehículos de carga por varios kilómetros.
A propósito, ¿se ha detenido a pensar por qué si el costo del grano de maíz ha estado disminuyendo, afectando el ingreso de los productores, el precio de la tortilla no baja? Esto, entre otros factores, tiene que ver con la estructura del mercado del maíz y las harinas. Tema que abordaremos después.
Será tarea de los próximos responsables de las carteras de seguridad, comunicaciones y transportes, economía y agricultura revisar estos factores que golpean el bolsillo de los consumidores.
Y llegaron las lluvias
Una gran noticia es la buena temporada de lluvias que estamos viviendo y que ha permitido la recuperación de presas y lagos, dejando buenas expectativas para la producción agroalimentaria, pues cualquier agricultura con agua es un éxito.
Tras enfrentar dos años de sequía, el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Villalobos, subrayó en un encuentro con el sector agropecuario en Zacatecas que se está entregando un campo productivo, un campo responsable, un campo en paz, y con agua en las presas.
Qué mejor panorama para iniciar un nuevo sexenio en el sector primario.
POR MARIANA OTERO BRIZ
COLABORADORA
@BRIZCOCHO
MAAZ