El Genoma de las Aves Revela Secretos de la Extinción de los Dinosaurios
La Extinción que Transformó el Genoma de las Aves
Hace 65 millones de años, un asteroide de 10 kilómetros de diámetro impactó la Tierra, desatando una cadena de eventos catastróficos que acabó con los dinosaurios y permitió que nuevas formas de vida emergieran. Entre ellas, los primeros ancestros de las aves actuales. Un reciente estudio de la Universidad de Michigan, publicado en ‘Science Advances’, ha logrado identificar los rastros genéticos de aquella extinción en los genomas de las aves modernas, revelando cómo estos cambios fueron cruciales para su diversificación y éxito.
Cambios Genéticos y Evolución Post Extinción
El equipo, liderado por el investigador Jake Berv, ha descubierto que la extinción masiva provocó alteraciones en la composición de los nucleótidos del ADN de los dinosaurios aviares que lograron sobrevivir. Estas modificaciones, según el estudio, están estrechamente relacionadas con características clave de las aves, como su tamaño corporal, desarrollo temprano y metabolismo. Poco después de la extinción, los linajes de aves que sobrevivieron tendieron a reducir su tamaño corporal y a modificar sus patrones de desarrollo, adoptando más frecuentemente un estilo de crianza ‘altricial’, donde las crías nacen dependientes de cuidados parentales.
Hasta ahora, se asumía que la composición del ADN era inmutable en términos evolutivos, pero los nuevos métodos aplicados en este estudio han desafiado esta noción. Los investigadores demostraron que eventos catastróficos como la extinción masiva del Cretácico pueden influir de manera profunda en la biología de los organismos, dejando una huella en su evolución genética que perdura millones de años después. Este hallazgo amplía nuestra comprensión de cómo las extinciones masivas no solo reconfiguran ecosistemas, sino que también alteran profundamente la evolución genética de las especies sobrevivientes.
Un Legado Genético de la Extinción
Daniel Field, coautor del estudio de la Universidad de Cambridge, destaca que estos descubrimientos subrayan la magnitud del impacto biológico de la extinción que terminó con los dinosaurios gigantes. No solo transformó los ecosistemas, sino que también moldeó de manera fundamental la biología y la evolución de las aves. Este trabajo proporciona una nueva perspectiva sobre cómo eventos de extinción masiva pueden alterar el curso de la vida a nivel genético, influenciando de forma duradera la evolución de los seres vivos.