Un nuevo estudio relaciona este alimento con la aparición de la diabetes – Omnia
¿Te gusta el jamón, el salami, la salchicha y al bistec? Probablemente debas poner atención a este nuevo estudio. Pues los científicos han encontrado relaciones entre el consumo de la comida roja y carne procesada con problemas cardiacos, algunos tipos de cáncer y una mortalidad temprana generalizada. Los últimos estudios además incluyen el riesgo de la aparición de diabetes tipo 2 en las dietas con consumo recurrente de este tipo de alimentos.
De acuerdo con un estudio publicado en The Lancet Diabetes and Endocrinology por cada 50 gramos de carne roja procesada el riesgo de padecer diabetes tipo 2 se incrementa en un 15 por ciento. Además, para los alimentos sin procesar, las carnes rojas incrementan la aparición de esta enfermedad en un 10 por ciento. La información también sugiere que el consumo diario de alimento de aves está asociado con un incremento del riesgo de aparición de esta enfermedad del 8 por ciento.
La tarea es sencilla: entre menos carne roja y comida procesada comas, mejor.
¿Por qué la carne roja y carne procesada incrementa el riesgo de aparición de la diabetes?
Hay varias respuestas a esa pregunta. Para empezar, la carne roja y las carnes procesadas suelen tener altas cantidades de grasas. Además, las personas que suelen consumir mucha carne, tienden a desatender otros grupos alimenticios más saludables como las frutas y los vegetales.
Además, el tipo de cocción sería vital para el nivel de afectación de este alimento. Por ejemplo, si los cocinas a altas temperaturas como en cazuela o en un grill se pueden “despertar” componentes que dañarían células, provocarían inflamación y resistencia a la insulina; todas ellas, causas que pueden contribuir a la aparición de la diabetes tipo 2.
¿Cuál es la cantidad saludable?
De acuerdo con los estudios no hay duda, las carnes procesadas son las que tienen relaciones más cercadas a la diabetes tipo 2. Las cuales deben considerarse como alimentos de ocasión que es mejor evitar consumir periódicamente. En cuanto al resto de carnes rojas, lo mejor es reducirlo a solo dos comidas fuertes a la semana.
Por supuesto, las dietas se pueden ajustar a las condiciones de cada cuerpo, por lo que podrías revisar con un especialista, cuál sería tu grupo de alimentos adecuado para el tipo de vida que tengas.
Con información de Informador.mx