EEUU: analistas temen que la Fed se quede corta con la baja de las tasas de interés
Para los analistas de las principales consultoras económicas globales el jefe de la Fed, Jerome Powell no se apartó del libreto esperado por el mercado en Jackson Hole aunque dejó sembradas algunas dudas aún, y por sobre todas las cosas, temen que en la cita de setiembre, se quede corto en el ajuste de las tasas de interés.
Desde Pantheon Macro (PM) señalan que el discurso de JePo, como lo bautizaron en Wall Street a Powell, deja claro que la Fed relajará su política monetaria en septiembre pero sin ofrecer ninguna orientación clara sobre el tamaño de la medida. Solo se limitó a señalar que » la dirección del viaje es clara, y el momento y el ritmo de los recortes de tasas dependerán de los datos lo que la encuesta de la NFIB -una especie de UIA de las pymes en EEUU- y los datos de despidos han estado diciendo desde principios de año, es decir, que el mercado laboral se está «enfriando» y que es poco probable que sea una fuente de presiones inflacionarias elevadas en un futuro próximo.
“En consecuencia, Powell dijo que no buscamos ni damos la bienvenida a un mayor enfriamiento de las condiciones del mercado laboral, una observación que probablemente lo atormente durante los próximos meses”, señalan los economistas de Pantheon. Por su parte, la principal conclusión que sacan los expertos de Oxford Economics (OE) del discurso de JePo es que la Fed no tolerará una mayor debilidad en el mercado laboral. Explican que esta actitud moderada proporciona un ancla bastante clara para el mercado laboral y aumenta las posibilidades de una flexibilización más agresiva de la política monetaria.
Ian Shepherdson, economista jefe de PM, señaló que el cambio de tono con respecto a la reunión de la Fed de junio, hace apenas diez semanas, es sorprendente: en esa reunión, la Fed abandonó dos de las tres medidas de flexibilización previstas anteriormente, elevó su previsión de inflación básica y dijo que esperaba que el desempleo se mantuviera sin cambios durante el resto del año. “En su momento dijimos que esas previsiones eran demasiado pesimistas, argumentando que la Fed pronto tendrá que dar marcha atrás con respecto al nuevo gráfico de puntos, porque es probable que el mercado laboral se debilite sustancialmente durante el verano, mientras que el PCE básico probablemente será mejor de lo que esperan los responsables de la política monetaria”, recordó Shepherdson.
Por su parte, Ryan Sweet, economista jefe para EEUU de OE, JePo confirmó lo que ya se sabía que la Fed recortará las tasas en septiembre, pero dejó la puerta abierta para una normalización más agresiva de las tasas, citando que el nivel actual de la tasa de fondos federales le da “amplio margen” para responder a los riesgos futuros. “Tampoco se opuso a que los mercados descontaran casi 100 puntos básicos de recortes de tasas hasta fines de este año”, agregó.
Ambos economistas esperaban que la primera flexibilización se produjera en septiembre por lo tanto, a los efectos del pronóstico, el discurso fue bienvenido, “pero habría sido mucho mejor para la economía si la Fed hubiera dado menos importancia a unos pocos datos de inflación decepcionantes y hubiera aplicado la flexibilización en junio”, consideró Shepherdson. “Marzo habría sido aún mejor, pero los responsables de la política monetaria han estado tan decididos a no dejarse sorprender por una inflación inesperada de nuevo que han esperado hasta que el riesgo se haya vuelto extremadamente pequeño. Dicho de otro modo, han esperado demasiado tiempo”, amplió.
Tanto PM como OE mantienen la opinión de que el recorte de setiembre será de 25 puntos pero en el caso de Shepherdson aún espera que sea de 50 puntos (y otros 50 puntos en noviembre y 50 puntos en diciembre, gracias a los débiles datos del mercado laboral y las buenas cifras de inflación). Mientras que Sweet advierte que la atención debería centrarse en la rapidez con la que la Fed devuelva la tasa de los fondos federales a su nivel neutral.
“El problema es que el nivel neutral no es directamente observable y Powell optó por no proporcionar una orientación sobre el destino final de las tasas de interés”, explicó y amplió que “la inflación está cediendo ahora un lugar secundario al mercado laboral, por lo que el informe de empleo de agosto determinará si la Fed recortará 25 o 50 puntos en septiembre (pero antes esperaban 2 recortes en 2024, ahora 3)”.
OE estima que la tasa de desempleo bajará en agosto pero creen que es probable que la gestión prudente del riesgo influya más en la función de reacción de la Fed en el futuro, ya que los riesgos no son asimétricos. “Aunque la estrella del norte preferida de la Fed para el mercado laboral, la tasa de desempleo, tiene sus defectos y exagera la debilidad del mercado laboral, la Fed no tolerará más aumentos, una tarea potencialmente difícil a menos que el crecimiento de la fuerza laboral se modere rápidamente”.
Como la evaluación de Powell sobre el mercado laboral fue pesimista y sugiere que la Fed cree que la economía no está en pleno empleo, es lo que mantiene vivas las expectativas del mercado de un posible recorte de tasas de 50 puntos en septiembre.
Powell señaló que «las condiciones del mercado laboral ahora son menos estrictas que justo antes de la pandemia en 2019, un año en el que la inflación estuvo por debajo del 2%». Aunque atribuyó el aumento de la tasa de desempleo principalmente a un fenómeno de oferta, hay otras señales que contrarrestarían este panorama menos optimista del mercado laboral, incluida la relación empleo-población en edad productiva, que se encuentra entre las más altas desde 2001.
Lo que quedó claro es que el verdadero debate en septiembre no es si hay que recortar las tasas, sino en qué medida, y en ese sentido Powell fue más ambiguo.